Guillermo Dozo | gdozo@ellitoral.com
La ministra reflexionó sobre los avances logrados en la provincia en diferentes ámbitos que hacen que “nos miren con atención desde otros Estados provinciales”.
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La doctora en Química y titular de la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Érica Hynes, defendió la necesidad de que el trabajo realizado en esa área desde hace varios años se consagre en el texto constitucional “porque lograr resultados lleva años pero es sensible a los cambios o la falta de presupuesto” que puedan afectar a la investigación. Además, como militante del Socialismo desde hace años defiende la paridad de género para que sea contemplada en la nueva Carta Magna.
—Desde su ministerio siempre se ha dicho que la ciencia es una política de Estado, ¿de qué manera se puede articular este lineamiento en el texto constitucional reformado?
—Justamente uno de los apartados que está incluido y pensado en el proyecto es para que tome rango constitucional como uno de los deberes del Estado el impulso a la función de ciencia, tecnología e innovación. Nosotros en la provincia de Santa Fe hemos ido incrementando el compromiso del Estado con esta tarea como una manera de agregar conocimiento productivo a la provincia y esto se vio reflejado, en una primera instancia, con la creación de una Secretaría de Estado cuando hace diez años se conforma el primer gobierno del Frente Progresista, Cívico y Social y crece con el compromiso del gobierno a través de mayores presupuestos, con la formación de una Agencia de Ciencia, Tecnología e Innovación, por un decreto del gobernador en ese momento. Después en 2015 con el gobierno del ingeniero Miguel Lifschitz la creación de un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. Todo esto, si bien se ha ido afianzando, requiere que haya una mayor fortaleza del Estado hacia esas funciones y, a nivel de texto constitucional, nos parece que sería lo óptimo. Incluso hay antecedentes en otras regiones y en el mundo, a nivel subnacional, que en sus constituciones tienen consagrada esta función del Estado. Por ejemplo, San Pablo, Brasil, ya la está garantizado en el texto constitucional. Allí se hizo un recorrido similar al nuestro con la constitución de agencias, después la concreción de leyes y luego la incorporación al texto constitucional y éste nos parece un buen antecedente. Hay otros antecedentes a nivel Estados subnacionales y, en todos, surge la garantía para que no afecten los vaivenes de iniciativas políticas de una u otra propuesta partidaria y que la ciencia, la tecnología y la innovación tengan un lugar asegurado en el Estado santafesino.
—Una forma de articularlas como una política permanente...
—Claro. Porque son políticas que tienen ciclos de vida largo. Para producir una innovación se necesitan muchos científicos y científicas trabajando, pensando y creando conocimiento en las universidades, en los centros científico-tecnológicos y esto no se logra de un año para el otro. Y cuando se ha logrado -como en el caso de nuestra provincia tener una política- es fundamental que se mantenga porque así como cuesta construirlo, es muy rápido destruirlo porque es muy sensible a la quita de presupuesto, a la falta de interés. Justamente tener presencia en un texto constitucional ayuda a que esto se estabilice.
—Además la provincia de Santa Fe ha demostrado que es un polo científico y de gran importancia en el país y la inclusión en la reforma coadyuva a su sostenimiento...
—Sí, yo creo que es importante darle un lugar a la ciencia santafesina porque tenemos -fundamentalmente en las ciudades de Santa Fe y Rosario- conglomerados científicos muy importantes que tienen una presencia internacional, destacada, con científicos y científicas que publican en las mejores revistas de divulgación científicas del mundo.... tenemos aún deuda en la inversión privada en ciencia y tecnología y en la concreción de patentes. Esto es un problema de todo el país, de toda Latinoamérica pero nosotros en Santa Fe estamos trabajando fuertemente para lograr revertirlo para que haya una mayor incidencia de lo que se genera como conocimiento como saber en el sistema productivo para que se traduzca en mayor bienestar, en mayor cantidad de puestos de trabajo y también de conocimiento volcado hacia el Estado y hacia las organizaciones sociales.
—También la provincia de Santa Fe tiene avances en temas de investigación sobre mejora en la calidad de vida, más compatibles con el medio ambiente...
—Sí, sin duda, Venimos de asistir a una conferencia de Jeremy Rifkin que es un sociólogo que estudia cómo en esta Tercera Revolución Industrial nos relacionamos con el medio ambiente y cómo esto nos obliga a tomar decisiones responsables, informadas y que sean rápidas. La verdad es que fue una satisfacción escucharlo -no sólo por lo que sabe y nos aporta- sino porque nos hace sentir seguros en el camino que está tomando la provincia de Santa Fe. Por ejemplo, en la cuestión energética apostando a lo que son las energía renovables cuando, por caso, en la Nación no se está tomando ese camino sino uno divergente sino que se ha priorizado los yacimientos de carbono, como el caso de Vaca Muerta. Mientras que en Santa Fe se apuesta fuertemente a las energías renovables. Esta es una cuestión estratégica que Santa Fe ya definió y que Rifkin valida esta posición al decir que no podemos tener una Tercera Revolución Industrial con fuentes energéticas de la segunda. Por eso tenemos que avanzar hacia esas energías renovables, distribuidas en el territorio. Así que creo que hemos tomado decisiones que son correctas y también es cierto que queda mucho por hacer pero, de alguna manera, Santa Fe se posiciona en el lugar donde se han tomado decisiones estratégicas importantes y me parece que validarlas a nivel constitucional va a ayudar a que esto se sostenga.
—El proyecto que está en Diputados le dedica un capítulo a la defensa de determinados servicios públicos para que estén dentro de la órbita del Estado como el caso de la energía o el agua. ¿El Laboratorio Industrial Farmacéutico se inscribe en esa misma línea?
—Sí, la verdad es que tener un laboratorio que produzca medicamentos desde el Estado, desde lo público, es muy importante. Estamos muy orgullosos de esta iniciativa porque el presupuesto de los efectores de salud, en muchos casos, es abrumadora la cantidad de dinero que se va en medicamentos a las empresas privadas. Los medicamentos son muy caros y si los fabrica uno mismo lo que está pagando es el costo de esa presentación y no el valor en el mercado. Para nuestra red de efectores públicos es muy importante y, a la vez, nos permite dar pasos en drogas que los laboratorios no atienden. Son las llamadas drogas desatendidas porque se trata de gente enferma de algunos síndromes o porque son enfermedades que tienen las poblaciones vulnerabilizadas que no pueden pagarlas al precio del mercado, entonces los laboratorios privados no las producen. Entonces que el Estado esté atendiendo estos sectores es fundamental porque hay que garantizar la salud para todos y esto ocurre en las provincias que tenemos producción pública de medicamentos e incluso le vendemos a otras provincias que nos las producen. Por eso es muy importante fortalecer este tipo de instituciones.
“La política debería aprender del movimiento de mujeres”
La ministra Hynes ha militado en el Socialismo desde la época de estudiante universitaria y se ha movilizado permanentemente en torno de los derechos de las mujeres. Por eso pone particular énfasis sobre lo que debe ser el texto reformado de la Constitución provincial.
—Tal como veníamos hablando hay muchas cosas en que la provincia de Santa Fe se destaca por su posición alternativa, progresista, que ya tiene un trabajo hecho, realizado. Y hay que decir que nos están mirando desde todo el país -sobre todo en este momento de lucha del movimiento de mujeres sobre la despenalización y legalización del aborto- ya que ven que en la provincia de Santa Fe ya se aplica el protocolo de manera correcta; están mirando esta producción pública de medicamentos; están mirando un montón de cuestiones que hacen que a Santa Fe, otras provincias y hasta la misma CABA nos está observando cómo una alternativa.
En este caso nos corresponde tener una Constitución a la altura de estas cuestiones en las que nos destacamos porque creo que no puede ser que nos están observando como una provincia progresista en un montón de temas y que, a la vez, tengamos una Constitución tan antigua.
Y en la cuestión estricta de la paridad y de los derechos de las mujeres, yo creo que haya surgido esta discusión en medio de este importante movimiento de mujeres es trascendente. Porque lo que están generando las mujeres en la calle, en la política y en las bancas, es realmente inédito. Hace mucho que no se veía algo así. Cada vez que ha sucedido en la historia las mujeres ganamos derechos y por eso es necesario que esto se plasme en el texto constitucional. Recordemos que cuando las primeras olas de feminismo se movieron se logró el voto en una oportunidad; en otra se consiguió la píldora anticonceptiva; en otra la ley de salud sexual y reproductiva o el mercado del trabajo. En muchas oportunidades fueron derechos formales porque no eran reales, pero ahora vamos por la paridad, por la legalización del aborto, yo creo que esta ola nos tiene que dejar estos derechos consagrados en leyes y en constituciones.
Creo que la política tiene que aprender del movimiento de mujeres ya que es un movimiento rico, diverso, horizontal que es lo que no sucede, muchas veces, en otras organizaciones. Hay una renovación generacional, hay ganas de participar, hay compromiso y militancia. De este modo se convierte en un círculo virtuoso que tenemos que conformar entre el movimiento de mujeres, las organizaciones, la política, el Estado y la normativa.