Adicionales vs. beneficios en celebraciones deportivas y gastronómicas
La policía, un "socio" obligado para las fiestas en el interior
Se triplicó el valor de las horas extras de los agentes para custodiar eventos deportivos, festivos y gastronómicos. La seguridad puede llegar a representar hasta un 25% de lo que se recauda. Y la Comisaría cobra por adelantado.
El torneo de fútbol que cada año organiza un pequeño club del interior santafesino tuvo, en 2020, tantos equipos inscriptos y público como en las ediciones anteriores. “Como si no hubiera crisis”, resumió uno de sus dirigentes a El Litoral, cuando comentó que no podía creer que “con el despacho del pollo, el asado, los choris” y otras maravillas a las brazas, “más las bebidas y las entradas” se había recaudado por cada noche casi unos 100 mil pesos, pero que la seguridad (se trata de un evento de clima familiar, donde no se debería vender alcohol) había representado más de 25 mil pesos. Casi una cuarta parte de todo el esfuerzo de los socios y los integrantes de la Comisión Directiva “que trabajamos sin cobrar un peso”, comentó.
En el torneo en cuestión, los partidos son breves y se juegan en cancha chica, así es que abundan los equipos y con ellos los familiares de los jugadores que concurren a verlos y a cenar. Pero esta vez, la ecuación no es la misma de antes. Hasta 2019 el costo de los adicionales para todos los policías, por cada noche, “no llegaba a los 7 mil pesos, lo cual tampoco estaba bien porque era muy poco, pero ahora son más de 23 mil... es un salto muy grande. Y si subís precios de inscripciones, de la comida o las entradas no te va nadie”, sintetizaba el dirigente atribulado.
Además, los adicionales se pagan antes de los eventos y si luego la lluvia los suspende se debe emprender una acción burocrática, por nota, para recuperar esos fondos que tienen cierta demora. Antes se pagaba el día o incluso la noche en cuestión.
“A fines de enero el comisario nos comunicó formalmente como eran los cambios y no suspendimos el torneo pero si esto sigue así, no sé si lo vamos a hacer el año que viene. El club nuestro vive prácticamente todo el año con lo que recaudamos ahora”, sintetizó.
La Liga, la liga
En el fútbol de liga se sabe, desde hace años, que los adicionales se pagan y que el número de policías a intervenir en los operativos los define cada jurisdicción de esa fuerza. Obviamente, todo dependen de cuán convocante y qué antecedentes violentos tengan los simpatizantes de los equipos.
Así, por ejemplo, el clásico de la ciudad de San Justo, entre Colón de San Justo y Sanjustino demanda no menos de 30 policías, que implican alrededor de 60 mil pesos. Un piso alto en los costos para una recaudación atada a menos de mil asistentes, para ese atractivo encuentro. En otro extremo, los partidos de liga menos convocantes requieren -como mínimo- de una custodia de dos efectivos por parcialidad, cuyo trabajo requiere ahora tanto dinero como la contratación de los árbitros.
En ocasiones los policías no aparecen por el campo de juego y los partidos se suspenden. Pero en otras, cuando advierten que no hay público o las parcialidades son muy tranquilas hacen una guardia a distancia, con un móvil que de vez en cuando se da una vuelta.
Los adicionales rara vez son por menos de cuatro horas, más cuando se trata de una celebración cultural, gastronómica o alguna competencia deportiva. Cada agente, por esas cuatro horas adicionales a su horario de trabajo percibe $ 1.684,81, según el número al que accedió El Litoral de una asociación intermedia que prepara un espectáculo musical para recaudar fondos con un fin social.
Hasta la actualización de los adicionales, a los policías les resultaba más conveniente prestar su tiempo libre a tareas pedidas por la propia fuerza, al realizar horas Ospe (Órdenes de Servicio de Policía Extraordinarias), pero desde que se dictó el decreto N°49, el 22 de enero, las adicionales que pagan los comercios, clubes, organizaciones sociales y los privados en general subieron un 178% y el 100% las Ospe.
Cuando se llevó a cabo el anuncio se indicó que los policías ganaban menos de 500 pesos por cuatro horas de servicios adicionales. El ministro Sain respondió a las quejas de quienes pagan los adicionales con una declaración por twitter: “querían una policía gratarola”. El tema ahora está en manos del ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo.
Hablen con Borgonovo
Carlos Lanzaro, el titular de la Federación Santafesina de Fútbol, una entidad que reúne a las ligas de toda la provincia, mantiene contactos casi a diario con funcionarios del gobierno santafesino por un solo tema: los adicionales.
Sus contactos se repiten con el ministro de Gobierno, Esteban Borgonovo, pese a que se trata de un área de competencia de su par de Seguridad, Marcelo Sain.
Para los dirigentes de los clubes de la liga está claro que el gobierno no dará marcha atrás con la actualización, porque representaría una muy mala señal dentro de la fuerza y porque entiende que es justa la retribución que se ha establecido.
En lo único que hasta ahora han podido avanzar es en ser más restrictivos en el cálculo de efectivos necesarios para cada encuentro, y en la chance -aún en discusión- de crear un adicional “deportivo” equivalente a las horas Ospe (las que paga el propio Estado santafesino) que son más económicas.
Una red que sana y lucha contra las adicciones
El diputado provincial Gabriel Real planteó en la primera sesión de esa Cámara que es necesario que haya subsidios para los clubes no resulten afectados por el aumento de sus costos internos, por el aumento de los adicionales a la Policía.
Mientras, en el Senado también comienzan a discutirse proyectos de comunicación para hacer notar al Ejecutivo que es insostenible para los torneos regionales de distintas disciplinas que se haya triplicado ese valor.
El senador por San Justo, Rodrigo Borla (UCR), ya recibió la advertencia de los presidentes de cinco clubes del norte de ese departamento que han puesto en duda su participación en la Liga Sanjustina. Mientras que Felipe Michlig (UCR-San Cristóbal) puso un ejemplo: el clásico entre Atlético y Central, en Ceres, junta unas mil personas, pero el resto del año no llegan a 150 por partido, a veces ni 50. “Los clubes calculan que con 300 espectadores cubrirían los nuevos costos”, comparó.
Los legisladores mencionados -así como otros que pariciparon de reuniones con directivos- subrayan que los deportes y la socialización en clubes y otras entidades son vitales para la lucha contra el narcotráfico y las adicciones.