Policías remiseros: ¿cambiar la ley o entrenarlos y pagarles mejor?
La discusión por el uso del arma reglamentaria en legítima defensa y por el doble empleo al que muchos policías deben recurrir por sus magros sueldos, vuelve al centro de la escena. Se plantean posibles reformas normativas, mientras se insiste en el déficit que se observa en el entrenamiento de los efectivos.
Policías remiseros: ¿cambiar la ley o entrenarlos y pagarles mejor?
En menos de tres años, dos hechos violentos se replicaron en Santa Fe con características prácticamente idénticas. Agentes de fuerzas provinciales buscan un segundo empleo, manejan un remis fuera del horario de servicio, atraviesan situaciones de riesgo como un intento de robo, reaccionan con sus armas reglamentarias y terminan asesinando a los presuntos delincuentes. Son detenidos y posteriormente, liberados.
En agosto de 2020, el protagonista de la resonante historia había sido un agente policial; en febrero de 2023, uno del Servicio Penitenciario. El primero había herido de muerte a dos jóvenes que intentaron asaltarlo; el segundo, a un ladrón de 26 años. Los dos recuperaron la libertad por considerarse que actuaron en legítima defensa.
Los ingresos insuficientes llevaron al policía, oriundo de Villa Gobernador Gálvez pero afectado por sus funciones a esta capital, a trabajar en horario nocturno como remisero para una empresa de Santo Tomé. El penitenciario de 42 años y con foja limpia hasta el citado episodio, operaba un vehículo de su propiedad.
El hecho de hace dos semanas volvió a poner sobre la mesa el mismo debate – no saldado- de hace un par de años: personal de seguridad con malos sueldos forzado a buscar un segundo empleo y en consecuencia, con mal descanso; víctimas – paradójicamente- de los mismos hechos de inseguridad que padece el resto de la sociedad. Y en paralelo, el uso del arma reglamentaria fuera del horario de servicio.
Ingresos
"El hecho desgraciado que tuvimos y que protagonizó el agente del servicio penitenciario pone al descubierto todas estas cuestiones que vienen de hace muchos años y que tenemos que revertir", admitió en la ocasión el ministro de Seguridad, Claudio Brilloni. "El agente penitenciario no tendría que haber estado trabajando un extra para engrosar su sueldo, pero lo estaba haciendo en un remis de su propiedad y aprovechando su momento de franco para trabajar", expresó.
Agentes del Servicio Penitenciario se concentraron en la última semana para protestar a las puertas de Casa de Gobierno. Crédito: Luis Cetraro
En casi tres años, las mejoras salariales concedidas al sector no lograron resolver el problema; los agentes de las fuerzas siguen percibiendo bajos ingresos. Actualmente, el policía recién ingresado tiene un salario de 140 mil pesos promedio, y de 150 mil en el caso del Servicio Penitenciario. Ése fue, de hecho, uno de los temas planteados por el propio ministro en la última reunión de la Junta de Seguridad que deliberó en Rosario.
Uso del arma
El uso del arma reglamentaria fuera del horario de servicio fue nuevamente disparador de otra discusión. En 2020, el por entonces ministro de Seguridad Marcelo Sain, sostenía que "no podía convalidarse desde el Estado un asesinato ni acciones ilegales por parte de un efectivo, fuese de servicio o de franco"; y en simultáneo, sugería revisar la normativa porque la tenencia del arma durante las 24 horas en manos de los policías no era – a su criterio- "lo más conveniente". "La idea del policía portando el arma las 24 horas es una desgracia", decía.
A dos años y medio de aquel hecho y de esa opinión, la discusión sobre el uso del arma reglamentaria genera una mirada diferente. Según la Ley del Personal Policial, el uniformado está obligado a portar el arma en sus horas de servicio, pero le es opcional fuera de ese segmento. El penitenciario, en cambio, no debe portarla si no está en función. El protagonista de la historia de hace dos semanas incurrió, entonces, en una falta que redundó en el inicio de un sumario administrativo y su pase a disponibilidad. Brilloni consideró, a pesar de ello, que había actuado en legítima defensa y que resuelta su situación, debería volver a trabajar. El actual ministro también planteó que la normativa debe ser modificada, pero en sentido contrario al que había sugerido Sain. A su criterio, y según adelantó a El Litoral, debería evaluarse la pertinencia de la portación del arma de manera obligatoria, en el caso del agente policial, durante las 24 horas. "Hay ciertas cuestiones que hay que revisar, por ejemplo, qué hace un funcionario policial ante un hecho delictivo cuando está de franco. Éstas son las cosas que hoy tenemos que discutir, porque evidentemente las situaciones han cambiado; hay situaciones de excepción que requieren acciones de excepción. Si nosotros podemos tener un funcionario policial que está de franco pero puede actuar ante un hecho delictivo, tiene que hacerlo y va a contar con todo nuestro apoyo", sostuvo. "Es un debate que tenemos que darlo en el Ministerio, en la Justicia y en los espacios legislativos correspondientes", planteó.
Sin embargo, desde su punto de vista, más urgente que modificar la ley es entrenar mejor a los policías en el manejo del arma. "En lo inmediato hay que mejorar el entrenamiento; capacitar al personal no sólo para que sepa manejar el arma sino para que sepa cuidarla e impedir que se la roben. Deben estar capacitados en el uso proporcional y adecuado tanto del arma como de la fuerza; eso evita que en la prevención de un delito, por ejemplo, se atente contra la vida del delincuente", planteó. A su criterio, ése debería ser el comienzo.