Jueves 1.12.2022
/Última actualización 20:01
La Casa Rosada avanzó este jueves en la compra del nuevo avión presidencial que reemplazará al viejo Tango 01. El presidente Alberto Fernández dio el aval y este viernes se publicaría en el Boletín Oficial la decisión administrativa con la confirmación de la adquisición.
Se trata de un Boeing 757-256 por el que el Gobierno deberá desembolsar unos 22 millones de dólares además de la entrega del Tango 01, valuado en unos 3 millones de dólares.
Los fondos, según agregaron las fuentes oficiales, saldrán de nuevas partidas dispuestas por el Ministerio de Economía, desde la cartera que conduce Sergio Massa explicaron que se trabaja a contrarreloj en un crédito de 12 millones de dólares de la Corporación Andina de Fomento (CAF).
El Tango 01, adquirido en 1992 por Carlos Menem, costó en su momento unos 66 millones de dólares.Según explicaron, el Poder Ejecutivo deberá depositar el monto en los próximos días en la cuenta de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), un organismo que depende de Naciones Unidas y que está a cargo de la operación de compra del avión, una aeronave con capacidad para 39 pasajeros con dormitorios y sala de reuniones.
El Tango 01, adquirido en 1992 por Carlos Menem, costó en su momento unos 66 millones de dólares: desde 2016 que está parado y su mantenimiento anual asciende a los 220 mil dólares.
La crisis económica y el ajuste que el Gobierno instrumentó en los últimos tiempos tras el acuerdo sellado con el Fondo Monetario hicieron que el Presidente ordenara frenar el proceso de compra iniciado en la OACI. Pero en estas semanas, Fernández cambió de opinión y habilitó que se apuraran los trámites.
Un informe de la Secretaría General de Presidencia, a cargo de Julio Vitobello, resalta que "en la presente administración se llevan erogados unos 4.371.286,36 dólares" por alquiler de aviones para traslados presidenciales.
En la actualidad, los viajes presidenciales se hacen en aviones alquilados.En ese mismo documento se detallan los riesgos para la seguridad del jefe de Estado y su entorno en vuelos comerciales, y el déficit en la "seguridad médica y electrónica".
Fue el justificativo que utilizó la semana pasada la Portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, cuando se refirió al tema. "El presidente no viaja en vuelos comerciales porque no lo permite la seguridad de los presidentes y la seguridad internacional", dijo la funcionaria en su tradicional conferencia de prensa semanal.
El Boeing 757-256 modelo 2000 que se apresta a comprar el Gobierno es propiedad de de C&L Aviation Group, la empresa que resultó seleccionada por la OACI.