Milei analiza nombrar por decreto a Lijo y García-Mansilla en la Corte Suprema
Lo había admitido el propio presidente y ahora lo ratificó Guillermo Francos. El antecedente de Macri, el rechazo de la oposición y la encrucijada para los candidatos.
Ante el Senado, García Mansilla expresó su rechazo a ser nombrado por decreto. A Lijo no se lo preguntaron. Crédito: Archivo El Litoral.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, admitió que el presidente Javier Milei evalúa la posibilidad de designar a los jueces Ariel Lijo y Manuel García Mansilla por decreto para que integren la Corte Suprema de Justicia, en caso de fracasar en las negociaciones para la aprobación del Congreso.
El propio Javier Milei no descartó esta posibilidad, al ser consultado días atrás, frente al hecho de que los pliegos de sus dos candidatos para el máximo tribunal se encuentran trabados desde agosto en el Senado.
"Si no se han dado los acuerdos correspondientes, el Presidente resolverá si designa o no por decreto a dos miembros de la Corte, como ha sucedido con (Mauricio) Macri", planteó el funcionario en una entrevista a Radio Rivadavia.
El precedente
Este camino es al que recurrió Mauricio Macri en el inicio de su gestión, en diciembre de 2015, cuando propuso al actual presidente del Tribunal, Horacio Rosatti, y a Carlos Ronsenkrantz. Sin embargo, ante las críticas recibidas, no avanzó con las designaciones hasta que obtuvieron el respaldo del Senado.
La justificación para recurrir a esta vía se basa en el artículo 99, inciso 19, de la Constitución Nacional, donde incluye entre las atribuciones del Presidente la de "llenar las vacantes de los empleos, que requieran el acuerdo del Senado, y que ocurran durante su receso, por medio de nombramientos en comisión que expirarán al fin de la próxima Legislatura".
En aquel momento, en el decreto 83/2015 publicado el 12 de diciembre en el Boletín Oficial, el Poder Ejecutivo señalaba que "es absolutamente necesario que la Corte Suprema de Justicia de la Nación se encuentre en condiciones plenas de funcionamiento a la mayor brevedad posible, por lo que resulta procedente la designación de dos juristas para integrar el Alto Tribunal".
En ese sentido, recordaba que "las decisiones de la Corte Suprema se adoptarán por el voto de la mayoría absoluta de los jueces que la integran", y que "en el actual contexto no podrán adoptarse decisiones jurisdiccionales que no cuenten con la unanimidad de los tres actuales integrantes del Alto Tribunal". Esto en razón de que, por entonces y por efecto de las renuncias de Raúl Zaffaroni y Carlos Fayt, el Alto Tribunal había quedado con solamente tres miembros sobre cinco: Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Elena Highton de Nolasco. A estos dos últimos, precisamente, corresponderán las dos vacantes que habrá el año próximo, dejando la "Corte de tres" (que puede funcionar como tal, aunque deberá ser integrada por conjueces cuando no haya unanimidad), con Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti.
Mientras tanto
Lo cierto es que hasta el momento, el Poder Ejecutivo negocia con la oposición los votos para la aprobación de los dos magistrados. Pero en caso de no acordar, para lo cual necesita inevitablemente la venia del kirchnerismo (única manera de alcanzar los 48 votos requeridos), no descarta la posibilidad de avanzar en su nombramiento por decreto.
Pero esta posibilidad se toparía con algunos escollos a salvar. Uno es que Milei podría nombrar a Lijo y a García-Mansilla en comisión (pero solo hasta diciembre de 2025, cuando se produzca "el fin de la próxima Legislatura"), pero para que asuman en la Corte necesitarán que Rosatti les tome juramento, por lo cual deberán esperar el momento de su decisión.
Por otra parte, tampoco está claro que los candidatos acepten ser nombrados de esa manera. Aunque en términos relativos, así lo expresó García Mansilla cuando pasó por la audiencia pública del Senado, interrogado por el kirchnerismo. "Hay determinadas medidas que son constitucionales, pero dependiendo del contexto en el que se tomen pueden generar una afectación. Por eso, la respuesta es que no aceptaría una designación en comisión", replicó.
Lijo había comparecido una semana antes, pero en su caso no fue interrogado al respecto. De todos modos, algunos medios nacionales dejaron trascender que tampoco estaría dispuesto a tomar el cargo en un contexto de rechazo político, que se suma a las impugnaciones que desde algunos sectores ya existen sobre su perfil y trayectoria.
La posibilidad de que ambos candidatos sean designados por decreto es rechazada por Unión por la Patria (que ya lo había hecho en el intento de Macri), pero también por el radicalismo y al menos una parte del PRO, aunque con el condicionamiento del antecedente de Mauricio Macri.
En cualquier caso, Milei debería firmar el decreto una vez que haya terminado el actual período ordinario del Congreso, y sólo en caso de no haber convocado a sesiones extraordinarias.
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