Presupuesto en ciencia: "Destruir se hace muy rápido, pero recomponer es un proceso"
La falta de financiamiento, los bajos salarios, la migración de personal altamente calificado y la baja en la cantidad de ingresantes a la carrera de investigador conforman un panorama preocupante, analizado aquí junto al diputado nacional y presidente de la Comisión de Ciencia Daniel Gollán.
Presupuesto en ciencia: "Destruir se hace muy rápido, pero recomponer es un proceso"
Daniel Gollán es diputado nacional de Unión por la Patria y preside la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. No tiene a su cargo el debate por el Presupuesto 2025; para ello ya existe una comisión específica que se viene reuniendo casi con frecuencia semanal para analizar los pormenores de la hoja de ruta que estableció el gobierno nacional en materia de gastos y recursos para su segundo año de gestión.
Sin embargo, en los últimos encuentros el tema presupuestario se volvió central, sobre todo por el articulo 27 del proyecto que suspende, entre otros, el cumplimiento de los artículos 5°, 6° y 7° de la Ley 27614 de Financiamiento del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Y lo hace en el marco de la emergencia declarada en la Ley de Bases que votó el Congreso a mediados de año.
En realidad, con un presupuesto reconducido desde el año pasado, la preocupación del sector científico y tecnológico viene desde antes y la comisión que preside Gollán opera como oportuna caja de resonancia. Hace dos semanas fue el turno de ministros y secretarios de casi todo el territorio que plantearon su preocupación por la falta de fondos y proyectos para el área, además de la falta de convocatoria al Consejo Federal de Ciencia y Técnica que reúne a Nación y todas las provincias.
El último miércoles la agenda convocó a parte del directorio del Conicet que volvió a manifestar su preocupación por la falta de financiamiento, la baja en los salarios y la notable reducción de aspirantes a ingresar a la carrera de investigación.
En diálogo con El Litoral, Gollán, médico y ex ministro de Salud de la Nación y de la provincia de Buenos Aires, repasó los números oficiales de acuerdo a las proyecciones estimadas en el presupuesto y confió en que la sociedad comprenda que la ciencia y la tecnología están presentes en cada acto de la vida cotidiana.
El diálogo se produjo un día antes de la visita del legislador nacional a Santa Fe, donde se reunió con integrantes y las nuevas autoridades del Conicet. Y fue también en la misma jornada en que la Anmat aprobó un kit desarrollado por el Instituto Leloir para la detección del dengue, "uno de los problemas sanitarios más graves de la región para el que tenemos la respuesta desde Argentina", dijo Gollán. "Necesitamos muchas de estas cosas y lo que se va a lograr con estas políticas es que tengamos muy poquitas".
- ¿Qué evaluación hacen en al comisión de Ciencia y Tecnología acerca del Presupuesto 2025?
- Hay que hacer distintas mediciones: la primera es por la ley de financiamiento del sistema científico tecnológico que se quiere dejar sin vigencia a través del artículo 27 del presupuesto 2025: correspondería para este año el 0,45 % del PBI y las proyecciones de lo que el gobierno propone, si lo comparamos contra eso, nos da 0,20 o 0.21. Es decir, casi el 55 % menos de lo que marca la ley.
Si se compara el presupuesto 2025 con el 2024 se pierden unos 10 puntos del presupuesto. El problema es que este presupuesto que se va a terminar consolidando a fin de año es un 31 % menos que el de 2023, con lo cual tenemos una caída del 41 % para la función ciencia y técnica.
En Santa Fe, Daniel Gollán se reunió el jueves con las autoridades del Conicet. Al frente de la institución se encuentran desde esta semana Rubén Spies -actual director del IMAL y vicedirector del CCT- y Carlos Vera -actual Director del INCAPE.
Cuando se analiza el presupuesto de la Agencia de Innovación, Ciencia y Tecnología que es el organismo por excelencia para financiar proyectos de investigación, la caída es del 66 % comparado 2025 contra 2024. Es una caída terminal que lleva a tener investigadores que cobran salarios muy bajos porque han perdido un tercio de sus sueldos (que ya eran bajos), pero además no tienen los elementos ni el financiamiento para trabajar. Aquí no se contemplan las partidas de equipamiento y de insumos.
Esos fondos no existen: se recortaron drásticamente y en 2024 no se ejecuta el Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR) ni los PROCODAS para proyectos específicos en distintas provincias. Entonces, las herramientas de financiamiento están recortadas, los salarios también, los organismos que dependen de la Secretaría están con un recorte que a la fecha es de casi el 90 % en lo que va de este año y el Estado tiene dinero disponible que no se llega a transferir nunca con lo que aumenta en un 18 ó 20 % la deuda flotante. Siempre está la argucia de las auditorías y revisiones de cuentas, que se hacen habitualmente, pero ahora se usan como argumento para estirar los tiempos.
- Hace algunas semanas la comisión se reunió con representantes de ministerios y secretarías de 16 provincias para analizar este panorama. ¿Hay una preocupación en común?
- Esto que estoy mencionando es lo que dicen todos. Los problemas se hacen más críticos en algunas áreas del país que están muy alejadas de los centros más fuertes de investigación, lo cual le traduce en una doble salida y pérdida de recursos: por los que optan por irse del sistema al extranjero y los que migran hacia los centros donde sus proyectos de investigación tienen algún anclaje. Entonces, además de desalentar a investigadores y becarios, se van profesores de las universidades. Además, por primera vez en la historia bajó un 30 % la cantidad de personas que quieren ingresar a la carrera de investigador, cuando esa demanda siempre fue creciente.
Es tristísimo porque estos procesos que se rompen rápidamente, no se recomponen de un día para el otro.
"Todos los días, a nivel de la salud, la alimentación, el transporte, la vida cotidiana de los argentinos tiene incorporada ciencia y tecnología", dijo el diputado nacional Daniel Gollán a El Litoral, un día antes de reunirse con autoridades locales del Conicet.
En su momento se fueron del país ingenieros del proyecto Carem (primer reactor nuclear construido en la Argentina) y, luego, muchos volvieron. Pero, poner todos los procesos en marcha, con el abastecimiento de productos, los proveedores que son específicos y la incorporación de recursos humanos muy calificados, demandó casi dos años. Cuando asumió esta gestión dijo que había estado dos años parado y no fue así: ese fue el tiempo que llevó reconstruir todo ese circuito.
Repito: destruir se hace muy rápido, pero reconstruir en ciencia y tecnología lleva mucho tiempo.
- Tal vez, en general, no se esté al tanto del contenido del presupuesto y del artículo 27 que suspende financiamiento para Ciencia y tecnología, para Educación Nacional y para Educación Técnico Profesional. Esos datos parecen alejados de los ejemplos concretos de la aplicación de la ciencia.
- La ciencia y la tecnología son parte de la vida cotidiana, más allá de la frase conocida de que agrega valor a la producción. Cuando tomamos un yogur, hay ciencia y tecnología para mejorar nuestra salud; cuando usamos un medicamento, también. Y también cuando vayamos a hacer un tratamiento único en Latinoamérica en el centro de protonterapia que se está terminando en CABA a partir de un acuerdo entre la Comisión Nacional de Energía Atómica y la UBA que será para pacientes de todo el mundo, sobre todo para niños.
La semilla resistente a la sequía o al exceso de humedad que desarrolló el Conicet para mejorar la producción es un ejemplo de ciencia y tecnología.
Todos los días, a nivel de la salud, la alimentación, el transporte, la vida cotidiana de los argentinos tiene incorporada ciencia y tecnología. Y la sociedad tiene que entender que los países con más desarrollo en estas materias son los que están en los primeros lugares del mundo.