Rubén Spies y Carlos Vera son, desde octubre, director y vicedirector, respectivamente, del Conicet Santa Fe, cargos en los que permanecerán por dos años y que admiten una prórroga por otros dos.
Mientras se avizora una asignación de fondos inferior a la actual, que ya es baja, preocupa la falta de definiciones sobre la política del gobierno nacional en ciencia y técnica, y se anticipan problemas de funcionamiento por el "drenaje" de personal. Las flamantes autoridades de Santa Fe destacan la calidad de la formación y el prestigio de sus investigadores en el país y el mundo.
Rubén Spies y Carlos Vera son, desde octubre, director y vicedirector, respectivamente, del Conicet Santa Fe, cargos en los que permanecerán por dos años y que admiten una prórroga por otros dos.
No son momentos sencillos para dirigir el prestigioso organismo de ciencia y técnica, a pesar de que ocupa el 17º lugar en el mundo entre 1745; más allá de que la Argentina cuente con cinco premios Nobel, tres de ellos provenientes del campo científico (dos en Medicina y uno en Química), y a pesar de que otro argentino, Gabriel Rabinovich, Dr. en Ciencias Químicas e investigador del Conicet, suene como candidato firme para un nuevo galardón por sus avances en la lucha contra el cáncer.
La charla con El Litoral ocurrió el miércoles, horas después de una nueva reunión de la Comisión de Presupuesto en la que diputados nacionales analizan la hoja de ruta de gastos y recursos para 2025. Y que establece, entre otros puntos, la suspensión de la ley de financiamiento para ciencia y tecnología en el marco de la emergencia dispuesta en la Ley de Bases que el Congreso sancionó en julio pasado.
- ¿Cómo definimos estos tiempos? ¿Cómo complicados, difíciles?
Spies: - Todo eso y, además, como de mucha incertidumbre que es lo que más nos preocupa. No solamente hay un desfinanciamiento muy grande en ciencia, tecnología y educación sino que hay mucha imprecisión respecto de lo que va a pasar. Acabo de leer las últimas noticias y son espantosas.
- ¿Cuáles son esas últimas noticias?
Spies: - Reestructuraciones planeadas en la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, y dentro del Conicet, donde nadie sabe qué va a pasar. Pero sobre todo lo que nos preocupa es la asfixia actual al sistema de ciencia y tecnología: la agencia está desaparecida, los Proyectos de Investigación Científica y Tecnológica (PICT) que son el sustento principal, están parados desde hace más de un año. En lo que refiere al Conicet, no hay ingresos de ningún tipo: ni de becarios, ni de personal de apoyo ni de investigadores. Y por lo visto no los habrá en el corto ni en el mediano plazo.
Tenemos un fuerte drenaje de gente por renuncias y jubilaciones que para el año que viene van a ser 11, de las cuales 6 ya están con los papeles presentados. Es gente que no se reemplaza y comenzamos a tener problemas de funcionamiento.
El drenaje afecta en varios órdenes porque es gente que se va, cargos que se pierden y tareas que se dejan de cumplir en la Unidad Administradora Territorial en el CCT que brinda servicio a las 20 unidades del Conicet.
Estamos tapando agujeros y las posibilidades de mantener el barco a flote se hacen cada vez más complicadas.
En el caso de los contratados precarizados, quedaron 38 en el CCT Santa Fe y se renovaban todos los años. Con este gobierno, se renuevan cada 3 meses y en ese tiempo no tienen certidumbre sobre si continúan o no. La última renovación fue en octubre y les corresponde nuevamente el 1ª de enero pero no lo van a saber hasta, quizás, los primeros días de ese mes.
Por si no fuera suficiente, ahora les van a tomar una evaluación que nadie sabe de qué se trata y la renovación del contrato va a estar supeditada a la aprobación de ese examen. Es muy perverso todo.
- ¿Deja de ser apetecible formarse como investigador?
Spies: - El número de postulantes para la convocatoria actual que, irónicamente, sigue en vigencia para el ingreso a carrera y a becarios, disminuyó entre un 30 y un 40 %. Ni hablemos de la cuestión salarial: hasta noviembre la inflación fue del 107 % y el incremento de salarios, del 67 ó 68 %. Con lo cual perdimos casi el 40 % del poder adquisitivo.
- ¿Cuánto tiempo demanda la formación de un investigador?
Spies: - Eso es lo más grave que vamos a ver a mediano y largo plazo. Pensemos que una carrera de grado demanda, mínimo, 5 años; es necesario tener un Doctorado que lleva 5 años más y otros dos de post Doctorado. Es decir que son 12 años, como mínimo, para postularse a la carrera de investigador científico donde los cargos son muy competitivos. En este momento no tenemos ni siquiera ingreso de becarios.
Además, en este momento hay grupos de investigación que están parados y otros donde los insumos son indispensables para funcionar, como los bioterios del Instituto de Ciencias Veterinarias de Esperanza, o el Laboratorio de Biotecnología Vegetal que dirige la Dra. Raquel Chan.
- ¿Falta conciencia o conocimiento por parte de la sociedad de que en el país existen organismos científicos de excelencia? ¿Por qué no se reclama por este sector como se hizo con la educación universitaria pública?
Spies: - Primero, el quórum que tenemos como investigadores es mucho más pequeño que el que representa la educación pública. Pero lo que les está pasando a las universidades es exactamente lo mismo que a nosotros porque los investigadores vienen de ahí, son graduados de la universidad pública.
Respecto de si sabe la sociedad, tal vez haya que hacer un mea culpa. El investigador no es comunicador ni mediático. Pero la sociedad tiene que ser conciente del nivel que tiene la Argentina en ciencia y tecnología: es el único país de Latinoamérica que produce reactores nucleares de baja y media potencia; y, además, los exportamos. Hace dos años hubo una compulsa internacional para vender un reactor a Corea del Sur y, sobre otros países, prefirieron a la Argentina por la calidad de su producto.
Es el único país de Latinoamérica que produce sus propios satélites: son 39 en órbita y la gran mayoría fueron producidos en el país.
Tenemos un científico como Gabriel Rabinovich, candidato a Premio Nobel en Medicina, por los avances en la lucha contra el cáncer.
Vera: - A veces la gente no se da cuenta de las cosas más visibles. Argentina tiene la mayor cantidad de premios Nobel, son cinco en total, de los cuales dos son de Medicina y uno de Química. Esto no lo tiene ningún país de Latinoamérica.
Spies: - Siempre decimos que las políticas en ciencia y tecnología tienen que ser independientes a los gobiernos de turno. No tenemos que inventar la pólvora: si se miran las estadísticas de la Ocde o el Banco Mundial, de los 20 países más ricos del mundo ninguno invierte menos del 1 % de su PBI en ciencia y tecnología. El promedio es del 2,62 %.
- Como presidente y vicepresidente del Conicet, ¿para qué creen que tienen margen de acción?
Spies: - Por una cuestión normativa, el director del CCT es un cargo por dos años, renovable a dos y después no puede continuar en esa función. Carlos Piña ya había cumplido con los dos períodos.
Al frente del CCT tiene que estar uno de los directores de las 20 unidades ejecutoras. En la última reunión del consejo en agosto, ninguno queríamos hacernos cargo. La alternativa formal era abrir el concurso al resto del país y me planteé que es fácil tomar el timón cuando las aguas están quietas y ahora alguien tenía que agarrarlo. Yo presenté un plan de gestión y puse literalmente que mi principal objetivo iba a ser tratar de mantener el barco a flote.
Mientras tanto, se pararon construcciones, todos los días surgen problemas nuevos y el drenaje de gente complica muchísimo porque hay tareas que quedan pendientes y alguien las tiene que hacer. Pero vamos a seguir.
Las reuniones son continuas: de los directores de los 18 CCT que hay en el país, con los gerentes del Conicet y con el propio presidente del organismo a nivel nacional, Daniel Salamone.
En principio el dinero está, los cargos están pero no hay voluntad política: es una asfixia gradual y llega un momento en que la gente dice: "Hasta aquí llegué, me voy a trabajar a otro lado".
- Parece contradictorio este escenario de asfixia con un plan de gobierno que parece apuntar al desarrollo y a la tecnología.
Vera: - Hay que entender que formamos parte de la solución más que del problema. A la hora de mejorar la competitividad de las empresas y de ganar mercados, los científicos tenemos mayor capacidad para elegir tecnología y adaptarla a esa demanda.
Spies: - La razón de fondo no la conozco. Creo que es una ignorancia muy grande: los países no invierten en ciencia y tecnología porque son ricos; son ricos porque invierten. Mientas tanto, somos el único país de Latinoamérica que fabrica baterías de litio, pero estamos permitiendo que vengan a llevarse el litio del noroeste a granel. ¿Queremos cambiar dos toneladas de soja por un celular? Es mucho lo que se ignora de cómo funciona la investigación y la innovación.
Pensemos en nuestro microclima: dentro del CCT tenemos el Parque Tecnológico Litoral Centro y las dos empresas que más exportan en volumen en la ciudad de Santa Fe están acá. Son Zelltek y Ceva-Zoovet.
No hay que crear la pólvora: la investigación básica es fundamental para el desarrollo. Si no, preguntemos a Raquel Chan cuántos años estuvo hasta crear el trigo resistente a las sequías.
- ¿Qué dice la provincia al respecto?
Sìes: - En Santa Fe somos muy afortunados en ese sentido y en este momento especialmente La provincia tiene, desde hace varios años, un rol muy importante para sostener este sistema y las políticas de ciencia y tecnología fueron sostenidas. La Semana de la Ciencia se pudo hacer gracias a un aporte de la provincia. Era marca registrada del Ministerio, que desapareció como tal, y acá estábamos con el bolsillo vacío. La provincia nos ayudó, nos dio un ANR (aporte no reembolsable), nos prestó las instalaciones de La Redonda y, a pesar de las dificultades, fue un éxito.
- ¿Qué le dicen a una persona joven que quiere incursionar en el camino de la investigación?
Spies: - Uno tiene que tener pasión por lo que hace; si alguien decide empezar la carrera de investigador científico pensando en que va a hacer plata, es mejor que no lo haga porque eso no va a pasar.
Mientras tanto, apuesto a que lo que está sucediendo ahora sea una tormenta, y que en el mediano y no tan largo plazo esto vuelva a ser un ambiente donde los jóvenes vuelvan a tener posibilidades de inserción.
Entiendo que no se puede vivir de ilusiones y es necesario que las cosas se empiecen a revertir, y que este gobierno empiece a entender cómo se hace investigación en el mundo.
Pensar que todo es transferible es un error grosero, una ignorancia de cómo funciona la investigación científica.
Vera: - La parte positiva es que la Argentina sigue garantizando una buena formación a sus científicos jóvenes. Si deciden aceptar el desafío, cuando terminen su doctorado y post doctorado van a ser de los mejores científicos formados en Latinoamérica y eso, a la larga, se tiene que pagar. Si no es en este país, será en otro.
La formación que el Conicet da a sus becarios sigue siendo muy buena. A pesar de las dificultades, siempre digo que hay que apostar a la formación y a que aprovechen a estudiar, entrenarse y aprender en teorías y lo que va a ser útil en el futuro.
Spies: - El sistema sigue siendo muy sólido. Algo debemos estar haciendo bien.