A 25 años de la reforma constitucional de 1994, que entre otros puntos fijó la reducción del mandato presidencial de 6 a 4 años con posibilidad de reelección por un solo período, quedan materias pendientes como la sanción de una nueva ley de Coparticipación Federal de impuestos.
La reforma constitucional, aprobada en la ciudad de Santa Fe el 22 de agosto de 1994, selló el acuerdo establecido entre el entonces presidente Carlos Menem y su antecesor Raúl Alfonsín, que incluyó una serie de “coincidencias básicas”, conocidas como el Pacto de Olivos.
Los cambios a la Carta Magna fueron aprobados en el marco de la Convención Constituyente, que se celebró en las ciudades de Santa Fe y de Paraná y fue presidida por el hermano del entonces presidente Carlos Menem, el senador riojano Eduardo Menem.
Entre los 305 convencionales constituyentes, electos en los comicios del 10 de abril de 1994, que participaron de la redacción y aprobación de la Carta Magna, se destacaron varios dirigentes como los ex presidentes Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
También participaron de la Convención constitucionalistas como Juan Carlos Maqueda, Eugenio Zaffaroni, Rodolfo Barra y Horacio Rosatti, y el ex vicepresidente Carlos “Chacho” Álvarez.
Entre las principales normas incluidas en la reforma de 1994 figuran la decisión clave de acortar el período presidencial a 4 años, permitiendo la reelección por un solo período, el establecimiento del sistema de voto directo con balotaje atenuado para la elección presidencial, la elección directa del jefe del Gobierno porteño, así como la ampliación de la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires.
Dentro del objetivo de atenuar el presidencialismo, el denominado “Núcleo de Coincidencias Básicas” contemplaba también la posibilidad de crear un Consejo Económico y Social con carácter consultivo pero la conformación de ese organismo no se concretó aún a nivel nacional -aunque sí funciona en la Ciudad de Buenos Aires- por falta de acuerdo entre las principales fuerzas políticas.
Tampoco, se logró hasta el momento sancionar una ley de coparticipación, como se establecía en la reforma constitucional donde se definían los porcentajes que le corresponde a cada provincia, a la Ciudad de Buenos Aires y al Estado Nacional, para resolver las desigualdades fiscales entre la Nación, las provincias y la Ciudad de Buenos Aires, por falta de acuerdos entre las 24 provincias, aunque rige en su lugar un conjunto de normas y pactos con distintos criterios de reparto.
La reforma de la Constitución contempló la creación de nuevos órganos constitucionales como el Consejo de la Magistratura para designar a los jueces federales, la figura del jefe de Gabinete, la incorporación de un tercer senador para la minoría, la regulación de los decretos de necesidad y urgencia, así como la creación de la Auditoría General de la Nación para controlar al Poder Ejecutivo, entre otras medidas.
Otra de las cuestiones que aún no se logró implementar y que quedó plasmada en la reforma de 1994 es el efectivo reconocimiento de la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos, así como el derecho a una educación bilingüe e intercultural, la personería jurídica de sus comunidades y la propiedad comunitaria de las tierras que tradicionalmente ocupan.
En el marco de la celebración del 25 aniversario de la reforma de constitucional de 1994, se realizarán diferentes actos en todo el país. El presidente de la Nación, Mauricio Macri, encabezará el sábado, en el Museo de la Constitución en nuestra ciudad, la actividad central.
En paralelo, la UNL y la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales realizan jornadas referidas a las bodas de plata y el viernes sesionará en dependencias del Club del Orden, el Círculo de Convencionales Constituyentes.
En tanto, el Congreso de la Nación realizará esta semana una serie de actividades alusivas, que incluyen una serie de paneles de debate sobre diversos temas y la participación de los convencionales constituyentes.