Ivana Fux
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Sostuvo que el contrato “se sigue analizando”, para no cometer errores ni generar litigios. Defendió la necesidad de repavimentar.
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El gobernador Miguel Lifschitz dijo esta mañana a El Litoral que el Poder Ejecutivo sigue analizando el contrato de concesión de la autopista Santa Fe-Rosario, y adelantó que “en los próximos días” se tomará una decisión.
—¿Van a rescindir el contrato con Arssa?
—No tenemos todavía una definición sobre el tema. Lo estamos estudiando. Hay varias cuestiones técnicas por un lado y jurídicas por el otro que hay que analizar. Se trata de una licitación pública, un contrato de concesión que está recién a mitad de trayecto en su plazo de desarrollo y hay una cantidad de cuestiones que obviamente hay que estar analizando para tomar la mejor decisión y lo vamos a hacer en estos días. Estamos terminando de ver algunos informes, y tenemos varias reuniones previstas.
—A su criterio, la no repavimentación ¿es un incumplimiento manifiesto de la concesionaria?
—Obviamente que en trazos gruesos podríamos pensarlo de esa manera. Es cierto que la concesionaria argumenta también una serie de razones de carácter técnico, formal y económico que se están analizando. Son contratos complejos y hay que tratar de no cometer errores para no causarle perjuicio a la provincia y para no entrar en litigios interminables que nos paralicen las obras y el mantenimiento de la autopista, y tratar de llegar a una solución que sea lo más práctica y ajustada a derecho posible.
—Se ha cuestionado la decisión de la provincia de repavimentar. ¿Sostiene esa decisión?
—Nosotros estamos convencidos, porque además era una condición del contrato, de que hay que repavimentar la autopista porque cualquiera que transita por ahí, y yo soy uno de ellos, puede advertir que no es una autopista que esté en las mejores condiciones. No está tampoco tan deteriorada; hay muchas otras rutas en peores condiciones y muchas autopistas nacionales en peores estados, pero para el parámetro y estándar que nosotros pretendemos es necesaria una repavimentación. Si no la hace la empresa obviamente nosotros la vamos a hacer. Eso es lo que estamos discutiendo.
El acto de la Bandera
—¿Qué opina del acto de ayer en la ciudad de Rosario?
—He participado en muchísimos actos del Día de la Bandera y cada año y con cada presidente los actos fueron distintos, nunca han sido iguales. En los últimos años, con la ex presidente, habían cambiado mucho, se habían convertido en actos claramente político partidarios. En este caso, creo que fue un muy buen acto; comenzó a las 8 y cuarto de la mañana con el izamiento de la Bandera y con la presencia de los veteranos y de los gauchos en el Monumento Nacional a la Bandera, continuó a las 11 con el acto de compromiso con la Bandera de los niños, alumnos de escuelas de todo el país, que habían llegado a Rosario y que habían programado y reservado con bastante antelación los respectivos espacios. Eran 5.000 chicos en el Monumento con sus padres y maestros. El Monumento es limitado, no permite que podamos contener más público que el que estaba previsto. Posteriormente, hubo un festejo popular por la tarde. El presidente participó de todo ese calendario, del acto de toma de la promesa a la Bandera de los niños y creo que fue un buen acto. Obviamente, cada uno podrá tener sus apreciaciones desde lo político, pero creo que fue un acto en el que los protagonistas, más que los funcionarios y los gobernantes, fueron Belgrano, la Bandera y la gente.
—Nos vamos de un extremo al otro porque de un acto militante a uno sin público, porque mientras el presidente estuvo, y esto por orden de protocolo, no podía haber público presente.
—Por las razones que explico: el acto en el que participó el presidente se hizo en el interior del monumento, es un espacio acotado para niños que venían a esa ceremonia.
Era imposible que todo el mundo pudiera participar de ese momento. Durante todo el día hubo actos y participaron decenas de miles de rosarinos, de santafesinos y de gente de otras provincias que llegaron. Siempre que hay un presidente, y lo he vivido con otros presidentes también, hay zonas restringidas, zonas de custodia, se extreman las precauciones. Pero no creo que eso empañe para nada lo que fue el acto del Día de la Bandera.
—Sobre el incidente con (Eduardo) Toniolli (que denunció haber sido golpeado por Gendarmería mientras participaba de una manifestación de protesta), ¿tiene alguna información más precisa para clarificar qué fue lo que pasó?
—No, evidentemente hubo un grupo politizado que intentó trasponer los cordones de seguridad que había definido el Ministerio de Seguridad de la Nación. Porque cuando viene el presidente la seguridad la toma el Ministerio de Seguridad de la Nación con Gendarmería, Prefectura. No sé exactamente cómo fue el incidente, pero hay filmaciones donde se ve también a los manifestantes arrojando distintos tipos de elementos sobre los gendarmes que estaban custodiando. Seguramente, ha habido algún exceso de la Gendarmería, pero creo que fue un hecho que no pasó a mayores.