Con duros términos reaccionaron esta noche los asambleístas de Gualeguaychú instalados en Arroyo Verde ante el anuncio del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, de que el gobierno los querellará por continuar el bloqueo y aseguraron que "esto va a alterar los ánimos".
Al grito de "causa nacional", en alusión irónica a la frase pronunciada por el ex presidente Néstor Kirchner en 2006 en el corsódromo local, y "Gualeguaychú no va a aflojar", los asambleístas reaccionaron al escuchar el mensaje en el lugar del corte.
El asambleísta Martín Alazard dijo que "está claro que han negociado el corte por el voto del UNASUR, el dragado del río, el tren binacional entre Concordia y Salto y otras cuestiones". Agregó que Aníbal Fernández "desconoce lo que ha dicho hoy mismo la Embajadora Susana Ruiz Cerrutti, que el corte no forma parte del fallo de La Haya; desconoce lo que ha dicho el canciller Jorge Taiana sobre la situación ilegal y contaminante de Botniaàlo que ha dicho Fernández no tiene nombre, y no mencionar el monitoreo dentro de la planta es una trampa".
Gilda Veronesi dijo que "el jefe de Gabinete menciona el fallo de La Haya, pero ese fallo no dice nada sobre el corte. Y el gobierno no puede culpar al pueblo de Gualeguaychú, cuando en tantos años no ha sido capaz de encontrar una solución".
El ambientalista uruguayo Pablo Antoria, que llegó desde Montevideo, dijo estar "sorprendido por las imputaciones al pueblo de Gualeguaychú", y señaló que "es el mismo camino que está tomando el gobierno uruguayo de Mujica, de impedir hasta las pintadas a favor del medio ambiente". Remarcó que "la protesta de Gualeguaychú no ha sido violenta para nada y no merece este trato", y agregó que "seguramente esto es parte del acuerdo, de la reunión secreta que tuvieron los presidentes". "Creo que esto va a tener un costo político muy alto para Cristina Fernández de Kirchner", pronosticó Antoria, ex concejal del Frente Amplio de Montevideo.
DYN