Mario Cáffaro
El entrevistado la define como el sistema económico donde la producción, distribución, circulación y el consumo de bienes está integrado a la sociedad. El caso de empresas recuperadas y su ubicación en el organigrama del gobierno santafesino.
Mario Cáffaro
[email protected] José Luis Coraggio es un economista con amplia trayectoria académica local e internacional, autor de 25 libros; y ex rector de la Universidad Nacional de General Sarmiento. Hoy, realiza investigaciones sobre economía popular urbana, desarrollo local y economía del trabajo y políticas sociales. Invitado por la UNL, en el auditorio de la Facultad de Ciencias Económicas, inició la cátedra abierta de Extensión y Políticas Públicas con el tema “La economía social y solidaria y las políticas públicas”. Antes, habló con El Litoral. —¿Qué es la economía social y solidaria? —Es una propuesta de comprensión de la economía pero también de propuestas para la economía. Los ortodoxos tienen la visión de que la economía es la economía de mercado, la monetaria, del dinero; la economía social y solidaria se centra en la sociedad y se pregunta cómo la sociedad integra los procesos de producción, distribución, circulación y consumo de manera de estar cohesionada. Es la manera como la sociedad resuelva el problema del sustento digno de sus miembros. Requiere solidaridad más que competencia salvaje que es lo que la economía de mercado propone. Nos dicen que lo racional es competir, tratar de poseer lo máximo posible. Los economistas ortodoxos, neoliberales -parte nos gobiernan hoy- lo que proponen es liberar al mercado, promover la competencia, por ejemplo que nuestros productos sean competentes con los chinos lo que implica que los salarios bajen enormemente para competir con salarios chinos. Esto les parece racional, aunque la sociedad sufra estragos. En esta sociedad, cuando un asalariado cumple con las condiciones del salario formal, en blanco, tiene una serie de derechos que han sabido conquistar y esta sociedad se ha puesto como meta que todo el mundo pueda integrarse a través del salario. —En el entramado diario vive el mercado con esta economía solidaria. ¿Hay competencia entre sistemas o convivencia forzada? —No se trata de abolir el mercado. El mercado libre produce una cantidad de efectos sociales no deseados. Pero el mercado necesita coordinar una economía tan compleja como la argentina, sin mercado tendríamos que planificar todo, la planificación central no tiene sentido ya ha demostrado su fracaso. El sistema de mercado ayuda a coordinar la economía, el problema es que librado, no regulado, no controlado por el Estado, por la sociedad, produce monopolios, oligopolios, prácticas que contaminan el ambiente, superexplotación de fuentes de trabajo. Quiere una economía con mercado, pero no de mercados. La economía de mercado genera una sociedad donde cada uno tiene un status que depende de cómo le fue en el mercado más allá de sus otros atributos. La economía popular, la economía cooperativa participa en el mercado, no es que es mercado o economía social. El mercado tiene que coexistir con el Estado que no se comporta de acuerdo al mercado, sino que produce bienes públicos que tiene que velar por el bien común. Incluso quienes están apoyando la liberación de los mercados necesitan del Estado para que establezca las reglas del mercado. El Estado redistribuye recursos económicos, produce educación gratuita o subsidiada, salud gratuita, subsidia la vivienda, es parte de economía y parte de la solidaridad estructural y tiene que coexistir con el mercado, no puede anularlo y planificar todo. —Santa Fe tiene una dependencia de Economía Social que hasta el año pasado estaba en Desarrollo Social y ahora en Producción. —Es una buena señal. En qué lugar del organigrama estatal esté ubicado esto que llamamos economía social no depende sólo del nombre del ministerio, sino de la actitud, de los valores, de las políticas que tengan los que están en ese ministerio. Un Ministerio de Desarrollo Social es absolutamente clientelista y tiene poco que ver con una economía social basada en la dignidad, la democracia, etc. Un gobierno puede tener el Ministerio de la Producción que sólo le interese la gran producción. Digo que es un avance porque reconoce a la economía solidaria, cooperativa, mutualista, de las unidades domésticas, emprendimientos familiares, como un elemento de la economía incluso en los términos del neoliberalismo. Que esté en Producción es como un reconocimiento de que es una actividad productiva y no una actividad “social” que sólo tiene que ver con atender a los más pobres y darles alguna condición para que se ganen unos pesos. —En Santa Fe, hay una rica experiencia con las empresas recuperadas por cooperativas de trabajadores con la posibilidad de expropiar temporalmente las máquinas e instalaciones. —El fenómeno de empresas recuperadas ha sido estudiado por investigadores del mundo que han venido a la Argentina por la magnitud y la forma como se desarrolló en el país. Es un fenómeno que refleja, por ejemplo, el fracaso de las empresas privadas para cumplir con una responsabilidad social; el fracaso de las empresas sociales para ser eficientes y competitivas y su fracaso para cumplir la función social de generar empleo. El objetivo es ganar dinero, recuperar capital, si no hay ganancia, si están endeudados, las empresas quiebran. Muchas veces lo hacen de manera fraudulenta. ¿Qué hacen los trabajadores al recuperar la empresa? La ponen a funcionar con otra lógica que es la lógica cooperativa. Es otra lógica y por eso la pueden hacer funcionar, por eso el empresario no. En nuestra sociedad, tiene muchos problemas la recuperación porque la propiedad privada es sagrada. El derecho que tiene el dueño a liquidar su empresa es interferido por el derecho de los trabajadores a continuar ejerciendo su trabajo. Hay un conflicto que se plantea con la ley. Es interesante ver que en muchos de esos casos, cuando toman la empresa viene la policía, los fiscales, a desalojarlos y la comunidad que rodea la empresa los va a defender. Es una relación distinta entre la empresa recuperada y la comunidad. Incluso muchas de esas empresas facilitan actividades públicas en su espacio como programas de educación, de alfabetización, encuentro de vecinos que cumplen una función mucho más amplia que una empresa que busca maximizar las ganancias. Una ley de expropiación implica que el Estado expropia y facilita a los trabajadores la producción y en la medida en que se formaliza pueden tener crédito. Muchas empresas recuperadas han subsistido con el microcrédito. Es complicada la situación pero es un caso de economía social solidaria, solidaria entre sí, generando una solidaridad con la comunidad, en el interior no está el mando del capitalismo empresario sobre los trabajadores, cambian las relaciones de trabajo y en muchos casos tiene una visión de responsabilidad social con respecto a las sociedades. Es una experiencia extraordinaria pero muy limitada para resolver la problemática del sistema económica o la precarización salarial.
"El derecho que tiene el dueño a liquidar su empresa es interferido por el derecho de los trabajadores a continuar ejerciendo su trabajo”. José Luis Coraggio, Economista
La participación en la torta de la economía —¿Qué porcentaje de la economía ocupa la economía social y solidaria? —La pregunta implica un concepto distinto de economía social el cual yo propongo. Implica emprendimientos internamente solidarios, por ejemplo cooperativas, emprendimiento familiar, una mutual de salud. Economía social y solidaria es todo el sistema económico, ahora si nos referimos a las formas de cooperativas, asociativas, cuentapropismo, estamos hablando de economía popular donde un gran sector de la economía es de trabajadores por cuenta propia y tiene un peso muy grande a nivel de ocupación y tal vez no tan grande en materia de productividad como YPF, Ford, etc. La medición que hace la economía social solidaria no es la riqueza en términos de valor monetario de mercado sino la producción de bienes útiles para resolver las necesidades. Por ejemplo, la agricultura familiar produce alimentos que son necesarios y muchas veces lo produce de manera más económica que los grandes pools, no afecta el medio ambiente, etc. ¿Cómo mido el peso de la economía social solidaria? Tendría que incluir todos los mecanismos de redistribución que hace el Estado que es parte de una solidaridad estructural, las formas internamente solidarias como cooperativas, mutuales, las relaciones interpersonales de intercambio, etc. Es una cosa muy cualitativa, más que cuantitativa.