El Litoral
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La Comisión de Educación escuchó los fundamentos de los cuatro proyectos de habilitación de la reforma constitucional que se encuentran a estudio donde todos acuerdan en la necesidad de avanzar aunque no concuerdan en la ampliación de temas e incluso en los plazos. El justicialista Luis Rubeo abrió la reunión, le siguió Julio César Llanan Nogueira en representación del proyecto de Héctor Cavallero (PPS); Carlos Del Frade (Frente Social y Popular) y Oscar Blando por el mensaje del Poder Ejecutivo. Todos tuvieron diez minutos para exponer las razones y los alcances de sus iniciativas y luego se originó un intercambio de opiniones. Predominó la decisión de “no abandonar un proceso que está muy adelantado” más allá de los tiempos que necesita el actual gobernador.
Rubeo indicó que presentó su proyecto al advertir que la iniciativa del Poder Ejecutivo “no gozaba de los consensos necesarios. El tiempo nos dio la razón”. Explicó las razones de que sea reforma parcial y del sistema mixto entre departamentos y distrito único para la elección de los 69 convencionales. “Si no lo logra el Poder Ejecutivo, no se debe dejar de caer la voluntad de la reforma. Nunca se estuvo tan cerca” señaló.
Llanan Nogueira y Del Frade, en tanto, postularon la decisión de una reforma total y plantearon que no se le puede poner límites a la voluntad del constituyente. El primero habló de la legalidad, la legitimidad y la eficacia que debe tener el proceso e hizo hincapié en que al proyecto oficial le falta soberanía popular. “¿Hay legalidad y legitimidad para limitar al constituyente” se preguntó para acotar que “el poder originario no se puede limitar”. Más tarde, desde el mismo espacio político, Alicia Cavallero advirtió que el proyecto del sector fue presentado debido a que el Ejecutivo desconoció la ley electoral vigente al obviar el proceso de primarias. “Ese proyecto no se podía votar, es inaceptable para los partidos” afirmó.
Del Frade pidió “tratamiento serio de algo muy serio” y justificó la discusión total de la Carta Magna.
“Nunca hubo un proceso de diálogo y consulta como éste” aseguró Blando para detallar lo actuado por su Dirección en la búsqueda de un texto. “No estamos atados a este proyecto. Queremos que salga la reforma y necesita consenso. El fin es la reforma” afirmó. Habló de la necesidad de una reforma más progresista, con mayor igualdad, más controles, más transparencia. “La nueva Constitución es para las generaciones que vienen. Es hora de sentarnos y acordar, fusionemos los proyectos pero lo importante es que salga” para sugerir un horizonte de fecha para llegar al recinto.
En el intercambio, Boscarol le recordó que se está discutiendo poder y si no se barajó la posibilidad de exclusión del actual mandatario. Blando recordó que en otras ocasiones ese argumento tampoco sirvió. Entonces Giustiniani habló de la ética política que exige respetar el texto por el cual se juró. La justicialista Silvia Simoncini consideró que “no es el momento económico para encarar un proceso de este tipo cuando hay necesidades muy grandes en grandes sectores de la población. Hay necesidad de la reforma, pero no urgencia”.
En el medio de la discusión, Rubeo leyó declaraciones de Miguel Lifschitz de la jornada de ayer donde afirmó que “si los legisladores se ponen de acuerdo, podría continuar cuatro años más”. A Blando solo le quedó insistir en buscar un modo, un acuerdo, para seguir adelante con este proceso de discusión de una reforma constitucional.