Miércoles 1.6.2022
/Última actualización 20:41
Tras el guiño de Omar Perotti a la eventual reforma de la Constitución provincial, el peronismo encara una discusión interna para fijar una posición propia respecto del tema. En la Casa Gris las piezas comenzaron a moverse. Hubo reuniones preliminares y de trabajo entre funcionarios, y una extensa conversación entre el gobernador y Leandro Busatto, el lunes. Esta última no se gestó a propósito de la reforma – fue, en rigor, para limar asperezas entre ambos-, pero el tema no estuvo ausente de la charla.
El mandatario pidió que se recopilaran los proyectos presentados en la Cámara de Diputados – seis, hasta ahora- para determinar la profundidad de las modificaciones que se pretenden encarar. La intención es identificar los eventuales aspectos a actualizar para definir con cuáles el Poder Ejecutivo coincidiría. El gobernador lo dijo claramente a comienzos de semana; no obstruirá el proceso, no se opondrá ni intentará promover su propia reelección para no obstaculizar la discusión. Pero a renglón seguido, dejó en claro que no percibe que ésa – la reforma- sea una demanda social. "La gente no me para por la calle para pedirme que se cambie la Constitución", dijo Perotti. En la práctica, ello implica que no obstruirá, pero tampoco se ocupará de construir los consensos que se necesitan para que el proceso prospere. Si las fuerzas partidarias lo logran y lo acordado coincide con lo que el gobernador considera que se debe reformar, avalará el proceso.
¿Y el PJ?
El peronismo atraviesa una situación singular frente al debate. Dos legisladores de este partido – Luis Rubeo y Lucila De Ponti- ingresaron sus propios proyectos planteando la necesidad de la reforma. Históricamente, es el PJ una fuerza que – como casi todas en la provincia- se ha manifestado reformista. Sin embargo, no son pocos los que miran con recelo al Senado, que tiene mayoría justicialista pero donde los aspectos a reformar serían determinantes para garantizar su apoyo al proceso. No pasa desapercibido para ellos la pretensión de algunos sectores políticos autores de la iniciativa, de eliminar los fueros, por ejemplo. Como tampoco, la de debatir aun manteniendo la bicameralidad, un nuevo sistema de representación en la Cámara Alta. Temas tan sensibles – para los intereses del sector- como lo es para el oficialismo, la posibilidad de que se elimine en Diputados la mayoría automática.
Atento a ello, en la reunión que – como informara El Litoral- mantendrá el próximo 11 de junio el Consejo Ejecutivo del PJ, se compararán en primera instancia los seis proyectos presentados para detectar los puntos que tienen en común y aquellos en los que difieren. En segunda instancia, se analizarán los escenarios posibles que podrían plantearse para el peronismo en su rol de oficialismo, frente a este eventual proceso. Ello incluye las estrategias parlamentarias pero también las electorales, que se establecerán para definir a los convencionales constituyentes. No hay margen para que el peronismo se oponga, pero varios dirigentes sugerirían involucrarse con prudencia.
El Socialismo aguarda con expectativa la deliberación peronista. E intentará en el "mientras tanto" – esta previa de diez días- avanzar en algún esbozo o borrador de acuerdo con dicha fuerza, a fin de que a la reunión del Consejo Ejecutivo, se llegue con un mínimo punteo de temas a reformar.