Javier Milei y Victoria Villarruel inician el 2025 en el peor momento de su relación
Las posturas del presidente y su vice se alejan con cada decisión que se toma y parecen irreconciliables. Desde sus respectivos entornos, el cruce verbal se da sin disimular esas diferencias.
Un alto dirigente de La Libertad Avanza expresó: “Acá hablo con conocimiento de causa. La imagen pública de la vicepresidente está construida sobre la noción de que ella representa al presidente. Ella para la mayoría de la Argentina es Milei. No existe Villarruel”, enfatizó.
Foto: Archivo
Aunque pareciera que las fiestas, la temporada estival y las vacaciones paralizaron la actividad política en Casa Rosada, nada es lo que parece. Es cierto que algunos funcionarios se tomaron unos días sin perder contacto con sus jefes, pero el denominado “triángulo de hierro” -con los hermanos Milei y Santiago Caputo- se mantiene tan activo como de costumbre. En las últimas horas -y después de los brindis de rigor- arrancaron con el armado de un borrador en materia de Seguridad y Defensa que estará a disposición de los ministros y equipos del área para que lo empiecen a analizar apenas retomen sus tareas al ciento por ciento.
Pese a las diferencias que son de público conocimiento entre el presidente y su vice, El Litoral consultó a las autoridades si se iba a tener en cuenta en la puesta en marcha de las nuevas medidas a Victoria Villarruel, a quien en épocas de campaña se había prometido dejar a cargo de esas reparticiones, y que finalmente resultaron ser la prenda de cambio entre el ala PRO de Patricia Bullrich y la del radical Luis Petri, el fallido binomio presidencial del casi extinto Juntos por el Cambio. Para muchos ese fue el inicio de la compulsa entre ambos.
Pese a que desde el Senado se pretende volver a bajar la tensión, entre otras cosas tratando el congelamiento en las dietas de los senadores, Balcarce 50 mantiene su dura posición contra ella y el grupo que la circunda. “Si es necesario inmolarse por nuestro gobierno lo vamos a hacer”, afirman desde el entorno de la titular de la Cámara baja, aduciendo que “es necesario que al Gobierno le vaya bien porque si le va mal se viene el contraataque del kirchnerismo", aseguran.
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Frente a estos dichos que transitaron rápidamente por la Avenida de Mayo desde el Palacio del Congreso al del Gobierno nacional, los operadores libertarios salieron a negar que consideren a la vicepresidenta fuera de la administración central, aunque manifestaron: “Se inmolan, pero hasta hace unas semanas venían sosteniendo una teoría jurídica sobre la cual defendían a rajatabla la postura de que no hubo acefalía durante seis horas en Argentina cuando Javier viajó a Italia, una cosa rara”, dejaron flotando en el aire. “En vez de reconocer que estuvieron mal, se mantuvieron en la misma postura”, se quejó un alto colaborador ministerial.
Voces contrapuestas
En el núcleo duro que rodea a la presidenta del cuerpo senatorial aseguran que en la Rosada “les pegan todo el tiempo, y que siguen con eso de que Victoria debería dedicarse solamente a tocar la campanita, y otro montón de cuestionamientos más que no se merece”.
En respuesta a estas apreciaciones, un influyente colaborador presidencial dijo escuetamente: “La verdad que no es así, no sé de dónde sacan eso”. Este diario le consultó a la misma fuente si no perjudica al Gobierno que se desgaste de esa manera la imagen de la vicepresidenta de la Nación. La contestación fue más dura aún. “Pero si ella no tiene imagen”, sentenció el funcionario, reconociendo que Villarruel “tiene un sector que la apoya, no sé si es mayoritario dentro del espacio, pero...”, dejó en suspensión sembrada la duda.
El alto dirigente de la libertad Avanza expresó: “Acá hablo con conocimiento de causa. La imagen pública de la vicepresidente está construida sobre la noción de que ella representa al presidente. Ella para la mayoría de la Argentina es Milei. No existe Villarruel”, enfatizó, para añadir que “de hecho, la gente no sabe si es hija de milicos o de montoneros, dato, no análisis”, remarcó. “La confunden con hija de montoneros”, añadió, para reflexionar que eso es algo que “igual para ella debe ser una ofensa personal”.
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El alto asesor justificó la confusión, que, según él, se da en gran parte de la opinión pública “porque no tienen idea quién es. Saben que tiene que ver con algo de la década del ’70 pero no saben bien quién ni de dónde proviene”, señaló el portavoz informal. “Por un lado, ella es Milei, pero en el caso hipotético -que no va a pasar porque el presidente es respetuoso de las instituciones- ocurriera que Javier dijera ‘ella no es más Milei’, desaparece como figura pública. Su imagen se deterioraría totalmente”, aseveró el operador libertario sin reparos.
Trascendencia relativa
Referentes de la Secretaría General de la Presidencia replicaron que “Milei no dijo que ella no pertenece más al proyecto, sino que dijo que tenemos diferencias, y tampoco le adjudicó a ella la responsabilidad por lo de la sesión de (Edgardo) Kueider”, en la que el ex legislador entrerriano que pertenecía al Frente de Todos, todavía detenido en Paraguay, fue expulsado del Senado.
Cuando todavía quedan tres años por delante, en los que la fórmula que llegó al poder el 10 de diciembre de 2023 deberá convivir en el marco del orden institucional -por fuera de sus divergencias-, otro de los capitostes mileístas reveló que “es cierto que hay un porcentaje, ni siquiera un porcentaje (se corrigió), no sé... 100 mil, 200 mil personas en la Argentina con una agenda medio retrógrada que siente que Villarruel las reivindica, digamos. No son tantas como para que debamos preocuparnos por eso”, recalcó, dando por cerrado un tema que va a seguir siendo parte de la agenda política en el período electoral, que obviamente, ya empezó.
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