Cómo respondieron Massa y Milei a la pregunta de los 3,5 millones
Es la cifra aproximada de quienes aún no habrían definido su voto para el domingo. Massa dijo que es "para enterrar la grieta" y construir políticas de Estado. Milei, porque "existe una Argentina mejor", pero sólo "si es liberal".
El juego de los opuestos se vio también en el manejo de los espacios. Milei permaneció detrás de su atril; Massa aprovechó la novedad que introdujo el último debate e hizo su presentación y cierre en movimiento. Crédito: Reuters / NA
Seis ejes, casi dos horas entre exposiciones e intercambios, alrededor de 50 puntos de rating televisivo. El debate presidencial de este domingo a la noche entre Sergio Massa (Unión por la Patria) y Javier Milei (La Libertad Avanza) dejó muchas cifras para analizar, porcentajes, sobre todo los que utilizó el libertario para argumentar sus ideas, sostenidas, en muchos casos, en guarismos. Pero ese será trabajo de los institutos dedicados a chequear datos (que ya están a full).
Hay otra cifra que desvela a los postulantes a la Casa Rosada: es la que componen indecisos, personas que no concurrieron a las urnas en las generales del 22 de octubre y de quienes votaron por otras fuerzas políticas en esa instancia y ahora deberán repartirse entre las dos opciones que propone el balotaje del 19 de noviembre.
¿El debate puede incidir en la intención del voto? Es materia de análisis entre especialistas que sostienen que a quien ya tiene definida su intención esta instancia no le mueve el amperímetro. Pero tal vez ese argumento era válido entre cinco candidatos (como hubo antes de las generales). Aquí ya no hay matices, hay apenas dos alternativas.
A la conquista
"El 10 de diciembre esto es entre vos y yo", remarcó varias veces Massa a lo largo del debate y dirigiéndose directamente a Milei, sea para quitar del medio a las figuras de los ex presidentes Mauricio Macri y Cristina Kirchner, como para dejar en claro, por si existiese alguna duda, que la opción será entre uno y otro. Porque lo cierto es que no hay más: los votos consagrarán a Massa o a Milei.
Por eso era clave la respuesta de ambos a la pregunta de cierre del debate: ¿Por qué quiere ser Presidente?
Y en esos dos minutos hubo una buena semblanza de dos candidatos que se presentan y se perciben como opuestos.
Massa entendió claramente el juego de blanco o negro que se disputa el próximo domingo y que, muy probablemente, lleve a muchos a votar más por uno contra el otro antes que por adhesión partidaria o ideológica. Y lo dijo: "Quiero ser Presidente entendiendo que hay algunos que ni siquiera me votan convencidos sino simplemente como vehículo para no elegir un camino que es violencia, que es odio y que es daño". Por eso, optó por "decirles a todos ellos que voy a trabajar desde el 10 de diciembre para que sientan que no es que tiraron su voto,sino que confiaron en alguien, y voy a construir confianza".
¿El debate puede incidir en la intención del voto? Créditos: Reuters
Milei también usó un discurso interpelativo para preguntar al votante "si querés elegir entre el populismo que nos hunde y la república". Y fue más allá: "Lo que sí te pido es que cuando vayas a votar lo hagas sin miedo. Porque el miedo paraliza y si paralizás beneficiás al statu quo, ese statu quo que nos empobrece".
Tocó con todos
"Quiero ser Presidente porque mis abuelos y mis viejos llegaron acá escapando de una guerra y este país les dio todo y me enseñaron a amarlo; sobre toda las cosas a valorarlo", arrancó Massa en su exposición final en el que procuró no dejar grupos sociales ni regiones geográficas afuera.
Y siguió: "Para que esas mujeres, esos abuelos que sienten muchas veces que el Estado los abandona o que no son parte e la sociedad, se sientan parte integral". "Porque creo que la Argentina tiene que enterrar definitivamente la grieta e ir a un acuerdo de diez políticas de Estado, que tiene que haber diálogo y consensos que le den previsibilidad a largo plazo". "Para que el norte argentino recupere esas asimetrías que tantas veces lo hacen sentir alejado de nuestra realidad argentina". "Para que toda la riqueza de nuestra Patagonia se transforme en riqueza que le vendemos al mundo", agregó, siguiendo la línea de federalismo y unidad nacional que viene pregonando en la campaña.
También se dirigió a "nuestros trabajadores", para que "recuperen ingresos, para que las pymes ganen mercado en el mundo. Para que nuestros pibes sigan yendo a la universidad pública pero, sobre todas las cosas, para que nuestras mamás y nuestras mujeres puedan entrar al mercado de trabajo sin miedo y sin discriminación". "Quiero ser Presidente porque tengo hijos a los que les quiero dejar un país mucho mejor que el que, por ahí, me tocó vivir". Y "para superar esta crisis que nos ha tocado atravesar a los argentinos entendiendo que viene el momento de crecimiento".
Contra la "casta" pero sin el "cambio"
Milei le habló a los "argentinos", para advertirles que "nos encontramos frente a la elección más importante de los últimos cien años y muy especialmente en estos 40 años de la nueva democracia que tenemos". Y volvió, como en el primer tramo del debate, a aludir a la figura de "la casta" que impulsó en su campaña. Pero sin insistir en el concepto explícito de "cambio" que su sector incorporó luego del acuerdo con Mauricio Macri y Patricia Bullrich posterior a las generales.
Fue, en todo caso, un discurso cien por ciento libertario.
"Es el momento de preguntarnos si queremos seguir transitando este sendero decadente que hace que cada día seamos más miserables, que tengamos cada vez más pobres, que tengamos más indigentes, donde los chicos se tienen que ir del país para buscar un futuro; un país condenado a la miseria".
Y ya usando la segunda persona siguió: "Te pido que al momento de evaluar tu voto, te preguntes si preferís la inflación sobre la estabilidad, si preferís esta decadencia en producción y empleo o preferís el crecimiento económico. Si querés seguir sosteniendo a esta casta política, chorra, corrupta, parasitaria e inútil que lo único que hace es destruir nuestra generación de riqueza y hundirnos cada vez más".
Como contrapartida a este escenario propuso "el modelo de la libertad", que "donde se aplica los países son ocho veces más ricos que los reprimidos, hay 25 veces menos de pobres estandar, 50 veces menos en formato extremo, la gente vive un 20 % más".
"Por lo tanto quiero que tengas una luz de esperanza. Existe una Argentina mejor pero solamente es posible si esa Argentina es liberal", cerró con el eslogan que lo acompañó durante su campaña.
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