En el discurso que brindó desde la quinta de Olivos para anunciar el principio de entendimiento con el Fondo Monetario, Fernández anticipó que va a "elevar" el acuerdo al Congreso "para su consideración".
El presidente Alberto Fernández anunció que el acuerdo entre el Gobierno y el FMI será elevado al Congreso, donde oficialismo y oposición se preparan para iniciar en febrero con las sesiones extraordinarias en medio de la nueva expectativa sobre si el tema será incorporado en esa agenda o quedará para marzo.
En el discurso que brindó desde la quinta de Olivos para anunciar el principio de entendimiento con el Fondo Monetario, Fernández anticipó que va a "elevar" el acuerdo al Congreso "para su consideración".
"Necesitamos que apoyen este convenio y apelo así al compromiso nacional de todos y todas", pidió el Presidente, en un claro mensaje a la oposición para que el acuerdo que finalmente se alcance cuente con la aprobación de una mayoría significativa.
El pedido tiene su justificación en que, por un lado, el oficialismo no tiene una mayoría clara ni en la Cámara de Diputados ni en el Senado, y por el otro, la relación entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio en el Congreso no quedó en los mejores términos al finalizar el año pasado.
El Poder Ejecutivo convocó días atrás a sesiones extraordinarias del Congreso y definió la lista de proyectos a tratar, con temas como la reforma del Consejo de la Magistratura y el Consenso Fiscal 2022, pero no incluyó ninguna cuestión relativa a las negociaciones con el FMI.
Dentro de las atribuciones del Ejecutivo para llamar a sesiones extraordinarias está la de ampliar el temario, por lo que el Gobierno podría incluir el acuerdo para su tratamiento en febrero a través de un decreto simple.
Sin embargo, el proceso para elevar al Congreso el convenio podría demorarse, dado que primero el directorio del FMI debe firmar la carta de intención del acuerdo y luego el Ejecutivo debería remitirla.
Además, el ministro de Economía, Martín Guzmán, señaló en la conferencia de prensa que brindó para informar los detalles del entendimiento con el Fondo que prevé el acuerdo tenga aprobación parlamentaria para el 21 de marzo, de manera tal que se evite a la Argentina el pago de 2.800 millones de dólares programado para esa fecha.
De esta manera, el debate sobre el acuerdo en el Congreso podría empezar recién en marzo, luego de que el jefe de Estado concurra al parlamento para dar su discurso de inicio del período de sesiones ordinarias.
El acuerdo con el FMI debe pasar sí o sí por el Congreso para cumplir con lo que dicta la ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública, sancionada en febrero de 2021 por impulso del propio Gobierno, para marcar el contraste con la administración del ex presidente Mauricio Macri.
La norma determina que "todo programa de financiamiento u operación de crédito público realizados con el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como también cualquier ampliación de los montos de esos programas u operaciones, requerirá de una ley del Honorable Congreso de la Nación que lo apruebe expresamente".
Con esa ley, el Frente de Todos apuntó a marcar el contraste con la administración del ex presidente Mauricio Macri, que no le dio participación al Congreso cuando firmó el acuerdo con el FMI en 2018 para acceder al préstamo de 45 mil millones de dólares.
Una vez que el nuevo entendimiento con el organismo multilateral de crédito esté en el Congreso empezará otra historia, dado que Juntos por el Cambio, principal fuerza opositora, ya adelantó que observará la "letra chica" y dará su opinión definitiva durante el debate parlamentario.
El tema podría abrir debates internos tanto en el principal interbloque opositor como en la bancada oficialista del Frente de Todos, debido a las diferencias que existen en los referentes de ambas coaliciones.
En Juntos por el Cambio hay un sector más dialoguista que apuntará a acompañar el acuerdo y a no entorpecer la negociación, mientras que en el Frente de Todos el ala más dura del kirchnerismo rechaza cualquier tipo de ajuste.
En ese contexto, los detalles del documento que finalmente llegue al Congreso serán mirados con lupa por ambas bancadas.