Lunes 28.2.2022
/Última actualización 12:15
Con "optimismo", el presidente del Partido Justicialista, Ricardo Olivera, concluyó la primera ronda de "aproximación" con todos los sectores internos de esa fuerza. Su pretensión es volver a ensamblar las piezas de un peronismo que encontró en la unidad la clave para el triunfo electoral en 2019, pero que se dispersó con el devenir de la gestión. Olivera habla de una "fuerte atomización" atribuible a diversas causas: cuestiones políticas, pandemia, falta de territorio… Y está convencido de que para intentar retener la gobernación en 2023, es necesario volver a sentar a todos a una misma mesa. La semana pasada, completó una agenda de reuniones con los principales referentes de cada sector interno. En diálogo con El Litoral, planteó sus conclusiones y adelantó pasos a seguir.
- ¿Cuál es la conclusión, después de esta primera ronda de encuentros?
- Nosotros después de 2019 empezamos a visualizar que por cuestiones políticas, pandemia, falta de territorio o lo que fuera, se generó una especie de atomización entre los diferentes espacios que nos permitieron ganar la provincia. Por eso creímos desde el partido que era conveniente empezar a superar esa situación desde lo colectivo. Tomamos la iniciativa y tuvimos respuesta de todos los sectores. En todas las reuniones hay catarsis y propuestas, pero esto en la política es normal. Rescato mucho la reunión con los secretarios de las departamentales que nos dieron una visión de la realidad de cada lugar. También empezamos a interactuar con otros partidos aliados del PJ. Generalmente, a los partidos que son aliados los convocamos para constituir el Frente de Todos y después nuestras relaciones políticas no son demasiado profundas. Queremos recrear eso y hacer algo que es institucionalizar el frente. Eso incluye hablar con trabajadores, movimientos sociales… Ésa es un poco la síntesis de lo que estamos haciendo y de lo que viene.
- ¿Hay de los diferentes sectores una visión crítica sobre la gestión provincial?
- No, todas las reuniones en política tienen un condimento de catarsis. A veces tiene que ver con alguna gestión o hecho puntual; otras veces con los propios espacios. Cuando empezamos a convocar, no digo que lo planteamos como una restricción (no hablar de la gestión de Omar Perotti); pero lo primero que queríamos era lograr que volviésemos hablar todos en un mismo espacio. Que pudiéramos sentarnos a una mesa para superar esta atomización. Una atomización que tiene responsables en el partido, en los espacios internos, en el gobierno… Es una responsabilidad compartida. A veces se da también por la gestión. No es lo mismo ser partido de la oposición que del oficialismo. Asumimos esa responsabilidad, pero tengo que rescatar esa voluntad política que existe de los diferentes sectores para recrear esa mesa. La última reunión fue con Hacemos Santa Fe (el sector que lidera Omar Perotti), con Celia Arena y Roberto Mirabella. Todos coincidimos en esa necesidad de aglutinar los esfuerzos para recrear lo que pasó en 2019.
- La oposición hoy ya hace lecturas de lo que está pasando en el peronismo y particularmente entre el Senado y la Casa Gris. Hablan de un PJ otra vez alineado, unido… ¿Se está cerca o es apresurada esa visión?
- Yo creo que estamos cerca; estamos en el camino. Siempre digo que soy optimista, y tengo mucha confianza. Pudimos desde la conducción del partido sentarnos con cada uno de los referentes de los espacios y vimos que lo que estamos proponiendo se transformó en una necesidad; cada uno está asumiendo desde su lugar de responsabilidad política, la necesidad de hacer esto, de recrear aquello que en 2019 nos permitió que Omar Perotti fuese electo gobernador. Eso se pudo lograr con aquella construcción colectiva, y ahora intentamos recrearla. Soy optimista porque no tuve rechazos ni cuestionamientos de esto que estamos haciendo. Aparecerán diferencias pero trataremos de salvarlas, con miras a 2023.
- ¿Esa necesidad de la que habla es para no perder las elecciones de 2023, o para mejorar la gestión en los dos años que restan?
- Las dos cosas; tenemos que buscar una correlación entre esto que estamos construyendo y la gestión. La gestión tiene que crecer desde el punto de vista de las respuestas a la comunidad, y también desde su volumen político. Si se logra eso, seguro que en 2023 vamos a seguir siendo gobierno. Creemos que esto es lo que necesitamos para poder continuar gobernando la provincia. Insisto con esto, institucionalizar el Frente de Todos para tener la mejor gestión y la mejor estrategia de cara al futuro.
- ¿Algún sector puso condicionamientos para seguir conversando o manteniendo un esquema de unidad?
- Hasta ahora, no. Puede haber opiniones divergentes pero eso se verá sobre todo cuando empecemos a conversar los temas más en profundidad. Me encontré con un escenario de muchas ganas lo cual profundiza el optimismo. Todos necesitábamos este escenario. La pandemia también debilitó mucho la construcción política.
- ¿Cómo sigue este camino?
- A mí me interesan los espacios; lo que viene son reuniones periódicas para ver cuestiones metodológicas que nos permitan definir cómo seguimos con esta mesa de diálogo. Esa mesa no puede ser de 50 ó 60 dirigentes, pero tampoco puede dejar afuera a nadie. Tenemos espacios del peronismo, otros partidos, los movimientos sociales, los intendentes… No es fácil determinar cómo estarán representados. Pero eso no significa que tengamos 120 personas sentadas a una misma mesa. Ésa es la metodología que tenemos que ir aceitando. Las departamentales, por ejemplo, ya acordaron que haya un referente del norte y otro del sur. No queremos excluir a nadie pero tenemos que lograr la forma para que esa mesa pueda servir, porque si no, terminamos en congresos y asambleas que no sirven para nada.