Báscolo: "El empleo dejó de caer pero todavía no hablamos de crecimiento"
"No esperamos que cambie el contexto nacional; promovemos acciones desde la provincia para que eso ocurra", dijo el titular de la cartera laboral de Santa Fe, y admitió: en 2024 "no hubo un ministerio fácil".
Báscolo: "El empleo dejó de caer pero todavía no hablamos de crecimiento"
Dice Roal Báscolo, ministro de Trabajo de la provincia, que a la hora de armar su gabinete el gobernador Maximiliano Pullaro tuvo en cuenta los espacios políticos (las distintas pertenencias que confluyeron en Unidos) y la regionalidad. En una provincia tan extensa como Santa Fe, esa representación es importante. Del norte, por ejemplo, son el titular de Gobierno Fabian Bastia (La Mora, departamento San Justo) y el propio Báscolo, oriundo de Reconquista (General Obligado).
"Cuando hablamos del norte, nos ubicamos por arriba de la ruta 39", aclara frente al intrincado mapa provincial que tantos grafican como una bota pero incluye dentro de sus límites un enorme volumen de información y diversidad.
El miércoles, cuatro ministros y el gobernador estuvieron en el norte para distintas actividades e inauguraciones, incluido el puente Paraná-Miní en Villa Ocampo. El responsable de Empleo aprovechó a participar del cierre de cursos de capacitación, uno de los pilares de la gestión.
Frank, Firmat, Puerto General San Martín siguieron en la travesía oficial durante los días previos al fin de semana. Es que, "además de la gestión, están las recorridas por el territorio", dice el ministro en diálogo con El Litoral.
- ¿Qué denominadores comunes trae cuando sale a recorrer la provincia?
- La provincia es muy amplia y tiene distintas situaciones y realidades a lo ancho y a lo largo. Por eso no se puede decir "Santa Fe está bien o está mal". Hay que conocer todas las realidades de distintos sectores y atender las particularidades de cada uno.
"El efecto de la actividad económica en el empleo va dos o tres meses atrás, tanto en lo malo como en lo bueno", dice el ministro de Trabajo de Santa Fe, Roal Báscolo. Crédito: Flavio Raina
Si hablamos de las curtiembres, quedaron dos grandes: la que está en Las Toscas (que se incendió hace algunos días) y la que está en Esperanza. Entonces cuando se habla de ese rubro, hay que ver qué pasa en esas dos localidades que tiene esa actividad principal. Si se habla de muebles, tenemos el polo de Esperanza, el de Cañada de Gómez y desarrollos en Calchaquí y Uranga. En el Gran Rosario tiene más impulso la industria vinculada a la línea blanca, con electrodomésticos y equipamientos de frío. Armstrog y Las Parejas tienen un perfil de metalmecánica vinculada al campo y la agroindustria.
Es una provincia muy amplia y tiene un perfil muy marcado: así como Neuquén es petrolera o gasífera, y Jujuy y Salta tienen inversiones en litio, el perfil de Santa Fe se saca cuando se analizan los primeros 15 exportadores: molienda de oleaginosas, frigoríficos, industria láctea, agroindustria, metalmecánica.
- ¿Son también las actividades que más están impulsando la generación de empleo?
- Es la matriz productiva de Santa Fe y cuando se analiza la provincia en el contexto del país, es la cuarta generadora de empleo después de Buenos Aires, CABA y Córdoba, con la que está cabeza a cabeza. Entre comercio e industria se generan el 45 % de los puestos formales registrados; si se suma construcción, es casi e 60 %.
- ¿Cómo es la situación particular en el rubro de la construcción?
- Es el sector que más empleo privado perdió en la Argentina: más de 100 mil puestos de trabajo si se toma de enero a noviembre o los últimos 12 meses. De la forma que se haga el cálculo la construcción es el sector que, por lejos, más empleo privado registrado perdió.
La misma situación se dio en la provincia de Santa Fe pero en menor medida: el país perdió el 23 % de los puestos de trabajo en construcción pero Santa Fe perdió el 13 %. Mucho tiene que ver la continuidad de la obra púbica provincial, porque la nacional se cortó para todas las provincias y pocas pudieron continuar con iniciativas propias. Por eso, cuando se mira a provincias como Formosa, Chaco, Santiago del Estero, la construcción cae más del 50 % y eso incide en el promedio nacional.
La construcción es el sector que más rápido pierde empleo ante los vaivenes económicos pero también el que más rápido se recupera. Es distinto de lo que ocurre con la industria donde cuesta más que se generen despidos: allí, primero hay quita de horas extras, suspensiones horarias y como última alternativa está la desvinculación.
Por eso tenemos que en Santa Fe la construcción es el rubro que más empleo perdió, pero cuando se mira el mapa país es la que mejor resistió la crisis. Y cuando se miran las suspensiones, vemos que en industria metalúrgica es el que tuvo más trabajadores suspendidos. En julio se llegó a un pico de 11.112 con 84 empresas involucradas y al 30 de noviembre ese número cerró en 3.844 trabajadores con 49 empresas; casi el 50 % corresponde al sector metalúrgico.
En este punto hay que destacar el trabajo entre el ministerio, los sindicatos y empresarios porque, teniendo en cuenta la caída que hubo en los rubros, no se tradujo totalmente en el empleo. El efecto de la actividad económica en el empleo va dos o tres meses atrás, tanto en lo malo como en lo bueno.
- ¿Creen que se ha llegado a un piso?
- Los números lo demuestran. En los últimos tres meses el empleo dejó de caer, pero comparando con el año anterior todavía estamos por debajo en ese rubro y en actividad económica.
La pregunta que nos hacemos es qué tan rápido será la recuperación. Porque no estamos hablando de crecimiento sino de recuperación.
Estoy seguro de que a partir de diciembre-enero, cuando se haga la comparación anual, se van a ver números positivos, pero es porque en esos meses (y en febrero y marzo de 2024) tuvimos las peores caídas de la actividad económica y del empleo. Por eso el pico de suspensiones se generó en julio. Nuestro objetivo es tratar de recuperar los niveles previos a la crisis del cambio de gobierno.
De todos modos, la construcción empezó a caer en agosto (de 2023) aunque a cuentagotas. Tanto la obra pública nacional como la provincial habían iniciado un proceso de ralentización al punto de que en noviembre y diciembre estaban casi todas paralizadas.
En eso la provincia trabajó muy bien para contrarrestar esta situación y este año tiene 500 obras en marcha por 500 millones de dólares. Pero en el presupuesto de 2025, ya son 1500 millones de dólares de inversión.
- Esa es la clave, ¿cómo se puede despegar la provincia del contexto nacional?
- Por un lado, con la obra pública que está vinculada a la matriz productiva de la provincia. Va a haber mucha obra en los gasoductos, las rutas, los caminos rurales, en ampliar la capacidad energética.
Otra forma de cambiar la realidad económica que viene dada por el contexto país es a través de los créditos, como facilitadora con las entidades financieras. Hay dos ejemplos concretos: uno son los Créditos Nido de los que se otorgaron 1000 desde agosto y se quiere llegar a 10 mil para el final de la gestión. Tenemos 38 mil interesados y hay mucho potencial de generar trabajo y viviendas propias. En el caso de Capital Activa, son créditos subsidiados para todo el sector productivo: comercio, industria, tecnología, agroindustria. Hay una amplia paleta de financiamiento que busca que el emprendedor acceda a herramientas financieras para un nuevo emprendimiento o una ampliación.
"La construcción es el sector que más rápido pierde empleo ante los vaivenes económicos pero también el que más rápido se recupera", explica el ministro de Trabajo de la provincia. Crédito: Flavio Raina
Otro hecho a destacar fue la emisión de bonos para infraestructura productiva para acceso a puertos. Se necesitaban 50 mil millones y las ofertas fueron de más del doble. Ese es el trabajo de la provincia haciendo de intermediaria, pero también refleja la confianza que genera.
Por otra parte, los ministerios no son compartimentos estancos sino que cuando hay que hablar de lo que hace la provincia para generar trabajo hay que incluir a Obras Públicas, Educación que lanzó el plan 1000 aulas de las que se están ejecutando 250, Seguridad con las inversiones en el sistema penitenciario, Vivienda con los créditos Nido.
- ¿A qué niveles les parece que sería deseable llegar para cotejar los datos y que resulten positivos?
- En estos últimos tres meses el empleo dejó de caer. En construcción, que llevaba 14 meses de caída, empezó a crecer. En el próximo semestre se debería recuperar todo lo que se perdió, aunque no de la misma manera: no van a ser los mismos puestos pero esperamos que, en términos generales, se logre recuperar casi todo.
- Hablamos de Educación y capacitación. ¿Cuál es el perfil de puestos de trabajo que se busca?
- Previo al trabajo está la formación e, incluso, mientras se está trabajando se puede continuar con la especialización. Estamos articulando con Educación y Desarrollo Productivo una ventanilla única de capacitaciones y los resultados están a la vista. Llevamos más de 2000 cursos en más de 150 localidades que llegaron a más de 40 mil santafesinos en distintas áreas, con el criterio de hacer capacitación a la medida de la región, la zona, la industria o la demanda de la ciudad o la comuna.
- ¿Y qué les piden en cada localidad?
- Son más de 2000 cursos, pero pongo el caso de El Trébol que es una localidad pequeña pero es capital de la industria metalúrgica vinculada a la industria lechera. Ellos tienen una soldadura especial (TIG) y nos pidieron un curso sobre esa materia que ya queda disponible para toda la provincia. También tenemos mucha demanda de capacitación de base tecnológica que es el futuro del empleo, desde una pyme a la gran empresa.
Para nosotros es fundamental la capacitación previa al trabajo porque cuando se empieza a recuperar la demanda, automáticamente comienza a faltar personal calificado.
- ¿Cuáles son las prioridades para el año que viene?
- Todo lo que estuvimos mencionado que hizo la provincia, diferenciándose del contexto nacional, va a continuar el año que viene. No estamos esperando que cambie el contexto nacional; lo que hacemos es promover nuestras propias acciones como provincia para que la situación cambie a partir de políticas públicas del gobierno provincial.
- En el contexto general, ¿fue un desafío particular ser ministro de Trabajo durante este año?
- No hubo un ministerio fácil; la palabra para todos fue "desafío". Ahora miramos con cierto optimismo como encarar 2025 porque se trabajó bien en 2024 a pesar de la caída de la actividad económica. Tenemos una mirada optimista, pero no porque esperamos que las cosas cambien sino porque se trabaja desde la provincia para que eso ocurra.