El ex ministro de Defensa y precandidato a senador nacional, Agustín Rossi, confirmó que habló con el presidente de la Nación en los últimos días y que éste no le ofreció ningún cargo, que no habló con Cristina pero sí con dirigentes de su entorno, adelantó que a partir de octubre recorrerá la provincia "silenciosamente" para hablar con los militantes y decirles que el domingo pasado empezó la construcción de un nuevo espacio político y fue crítico de la actitud de los dirigentes del oficialismo provincial en la campaña electoral.
Respecto de la disputa pública entre el presidente y la vicepresidenta de los últimos días, Rossi considera que hay dos elementos que dan origen a esta situación. "El primero de ellos es constitutivo. Somos una coalición y las coaliciones se conforman entre los que piensan parecido, no entre los que piensan igual. Y cuando hay tensiones esas diferencias se plantean de manera más contundente. En segundo lugar el resultado electoral del domingo, que fue contundente en contra de nuestras expectativas y sorpresivo porque nadie imaginaba una situación de estas características. No lo marcaban las encuestas, ni las nuestras ni al de los adversarios. Eso ha generado un debate hacia el interior de nuestra coalición y que entiendo que se debe resolver adecuadamente en beneficio de todos los argentinos".
Para Rossi, la solución de la disputa debe contemplar tres aspectos: "Redefinir políticas públicas, económicas sobre todas las cosas, para mejorar la vida de todos los argentinos, porque está claro que la primera demanda ha sido económica. Los argentinos piensan que independientemente de la herencia macrista y la pandemia, no hemos hecho lo suficiente para mejorarle la vida. En segundo término creo que tiene que salirse con la coalición unida, Alberto y Cristina tienen que volver a trabajar juntos, y en tercer lugar con el fortalecimiento de la autoridad presidencial".
-El peronismo perdió en 2009, 2013, 2015. ¿Por qué se armó tanto lío ahora? ¿Qué distingue las consecuencias de esta derrota que las anteriores?
-En primer término la magnitud de la derrota electoral, que sin duda ha sido de las más importantes que hemos tenido en términos legislativos, y en segundo lugar el hecho de que somos una coalición donde hay miradas, acentos, que los distintos sectores que la integran tienen para resolver el problema.
-¿Por qué creés que esta discusión no se pudo resolver en privado?
-No lo sé, no conozco. Está claro que cuando uno no puede resolver las diferencias en un marco de mayor privacidad, esas diferencias trascienden públicamente y eso es lo que ha sucedido. Las situaciones de dificultad quedan postergadas cuando se avanza, pero en momentos de tensión salen a la luz. Y esto es lo que me parece que ha pasado. La coalición que conformamos tiene características particulares, porque el peso político de la vicepresidenta en términos relativos es mucho más importante que en cualquier otro escenario por lo que implica la densidad del liderazgo de Cristina. La verdad es que a esta altura analizar por qué llegamos adonde llegamos no resuelve nada. El tema es cómo hacemos para superarlo. Tenemos una deuda con la sociedad argentina, porque no cumplimos con las expectativas que generamos en el 2019 y debemos resolver adecuadamente nuestras tensiones internas para satisfacer estas expectativas. Este tiene que ser el camino. Y por el otro lado, en todo el país hay cientos de miles de militantes que miran atónitos con preocupación cómo va terminar esta situación, qué son los que nos acompañaron en los cuatro años de resistencia macrista y los que estuvieron al lado de nuestro cuando se ejerció la persecución política y judicial del macrismo y que se entusiasmaron con el Frente de Todos.
-¿Tienen tiempo para revertir el resultado en diciembre?
-Siempre hay que tener expectativas de que se puede revertir el resultado. Creo que todas las decisiones que tomemos ahora no solo tienen que estar pensadas en el 14 de noviembre sino en que como sigue el gobierno hasta el 2023.
-¿Hablaste con el presidente?
-No. Hablé con varios dirigentes nacionales muy cercanos a ella.
-¿Te ofrecieron integrar el gabinete nacional?
-No, y no me veo en ningún cargo en el gobierno nacional en los próximos tiempos. Obviamente estoy a disposición del presidente y del espacio político. Trato de aportar con mis declaraciones y mi mirada sobre lo que pienso de esta etapa y si se me solicita algo estoy dispuesto.
-Si no vas a ocupar un cargo ¿qué vas a hacer?
-En octubre voy a empezar a recorrer la provincial nuevamente para hablar con los compañeros militantes que sostuvieron la lista de la "Santa Fe que Queremos" porque con el fenomenal aparato que desplegó el gobernador para su lista, sin ellos no hubiésemos podido sacar uno de cada tres votos de los que obtuvo el Frente de Todos. Lo voy a hacer en forma silenciosa, porque no quiero interferir en la campaña electoral que llevarán adelante los compañeros que fueron consagrados, pero voy a ir hablar con cada uno de mis compañeros para transmitirles que el domingo a la noche no terminó nada, sino que empezó una nueva etapa y que nosotros vamos a construir una alternativa distinta a la que expresa el gobernador de la provincia en el peronismo de Santa Fe
-¿Te sorprendió el resultado de las Paso en la provincia?
-Pensábamos estar más cerca. Todas las encuestas decían que iba a ser una elección más pareja. Creo que esto nos pasó a todos. No solo no visualizamos lo que estaba pasando al interior del Frente de Todos, sino que tampoco pudimos visualizar que Cambiemos nos iba a sacar 10 puntos de diferencia. También hago segundas y terceras miradas. En las condiciones que llevamos adelante la elección, con el aparato del gobierno provincial en contra, con las presiones a los intendentes y presidentes comunales, con el apoyo de la vicepresidenta y del presidente de la Nación, haber sacado uno de cada tres votos dentro del Frente de Todos no me deja contento pero me deja conforme. En las condiciones que realizamos la elección fue razonable para nosotros. Cambiemos sacó el 40%, el gobernador el 20%, nosotros el 10% y el socialismo el 10%. El gobernador dijo que iba a plebiscitar su gestión y el 80% de los santafesinos votaron en contra de él. Finalmente, el Frente de Todos hizo una mala elección, sacamos menos votos que en 2017, muchísimos menos votos que la elección que lo hizo gobernador a Perotti y muchísimos menos votos que los que sacaron Alberto y Cristina.
-¿Diez puntos es una diferencia que puede ser revertida?
-Nosotros tenemos que encarar la campaña electoral pensando que se puede revertir la diferencia. Está claro que cuanto mayor es, más difícil de revertir. Pero dependerá de cómo se encare la campaña y eso ya no es mi responsabilidad sino del gobernador que será, como hizo en la interna, quien lleve adelante la campaña. Hasta ahora lo que se ha demostrado es que ese fenomenal despliegue de recursos que hizo y las consignas con las cuales llevó adelante la campaña sirvieron para ganar la interna pero no las elecciones generales. Otra cosa que quiero decir es que si nosotros no nos presentábamos a las PASO, probablemente la diferencia hubiera sido mayor. A nivel nacional, en 17 provincias ganaron los frentes que tuvieron PASO.
-Una de las críticas que se empezaron a hacer el lunes fue que la estrategia de lista única del Frente de Todos fue equivocada. En Santa Fe, a las PASO las forzaron ustedes.
-En Santa Fe hubo PASO porque nosotros tomamos la decisión y bancamos las consecuencias. Nadie quería que haya La consigna del Frente de Todos era 'lista única o muerte'. Y a mi me estigmatizaron hasta el punto de considerarme casi un traidor por haber planteado las PASO. Y la verdad que es una cosa absolutamente racional lo que hicimos. Todas las coaliciones en América Latina como el Frente Amplio y la Concertación chilena hasta eligen sus candidatos a presidentes por internas. En Argentina a las Paso las diseñamos nosotros para contener las disidencias y cuando uno plantea una disidencia se lo estigmatiza de tal manera que parece que estás cometiendo un error gravísimo. Espero que lo que sucedió con nosotros y lo que pasó por no haber utilizado adecuadamente las PASO no vuelva a ocurrir porque tiene que ver con las potencialidades de nuestro espacio político. Es casi irónico; nosotros inventamos las PASO, las defendimos y las utilizan los otros para ganarnos.
-En Santa Fe sin las primarias de 2019 probablemente el peronismo no hubiera podido sacar la diferencia de votos que le dieron una ventaja que mostró ser indescontable en la general.
-Y las de 2017 entre Alejandra Rodenas y yo, que generó el incipiente proceso de unidad en la diversidad que terminó en 2019. Ahora, en esta elección hicieron exactamente lo contrario. Las cosas que nos hicieron, hasta le prohibieron a los intendentes y presidentes de comuna que nos reciban. Eso es de un grado de violencia política que no corresponde a un proceso electoral interno donde después tener que ir en conjunto a la elección general.
-No hablaste con el gobernador. ¿Hablaste con dirigentes cercanos?
-¿Cómo es tu relación con el gobernador?
-Nunca tuve una relación de cercanía. Desde que asumió la gobernación me reuní con él dos veces: una vez me visitó en mi despacho en el ministerio de Defensa y yo en otra lo visité en el suyo. Después hablamos un par de veces por teléfono. Nuestros compañeros están integrados en la lista de Diputados nacionales, en las de concejales en general estamos ocupando el segundo lugar, ganamos en Santo Tome, Villa Constitución, Casilda, Sunchales, así que trabajaremos para el triunfo del Frente de Todos en noviembre.
-¿Hay posibilidades de recomponer algunos vínculos dentro del peronismo de Santa Fe?
-Yo no tengo ninguna cuestión en términos personales. Tampoco soy un obcecado ni tengo actitudes deterministas. Tengo valoraciones de lo que sucedió y miradas hacia al futuro. Habrá que ver cómo evoluciona la situación.