En un contexto de permanentes episodios de violencia e inseguridad, con nuevos casos de balaceras en Santa Fe y en Rosario, y cinco homicidios en las últimas 24 horas en la ciudad del sur, la agenda del encuentro aparecía especialmente acuciante. Y el funcionario provincial no se mostró reticente a dar explicaciones y fundamental de qué manera está actuando su cartera; más bien todo lo contrario: el problema fue que Marcelo Sain aceptó participar del encuentro, con la condición de estar acompañado por su equipo de asesores y de que se lleve a cabo en el recinto de la Cámara, y con la presencia de los medios de comunicación. Estas condiciones (sobre todo la última) no fueron aceptadas por los legisladores del Frente Progresista, ya que consideraron que, ante la sensibilidad de las cuestiones en discusión, el encuentro debía ser a puertas cerradas, de la misma manera que en los casos precedentes, con el anterior ministro, el hoy diputado Maximiliano Pullaro.
Ante la intransigencia de ambas partes en este punto, hubo una intensiva agenda de contactos y conversaciones entre funcionarios del Poder Ejecutivo y representantes legislativos, en las que en un punto llegó a intervenir el propio gobernador Omar Perottti. Allí se decidió suspender el encuentro, y reprogramarlo para cuando estén dadas las condiciones.
En conferencia de prensa, el presidente del bloque de Diputados del Partido Justicialista, Leandro Busatto, expuso lo que consideró "sobradas razones para fundamentar lo que para nosotros es un hecho institucional grave, que es la no posibilidad de concurrencia de un funcionario político a charlar y dar explicaciones no sólo sobre la coyuntura política, sino sobre el mediano y largo plazo en un tema tan sensible como es la seguridad".
El legislador oficialista atribuyó la cuestión al "sistemático cambio de reglas de juego por parte del presidente de la Cámara de Diputados y del Frente Progresista Cívico y Social, que ostenta una mayoría circunstancial en la cámara".
Y recordó que "cuando el ministro fue convocado el viernes pasado por una nota de la Comisión de Seguridad a una reunión de trabajo, se le planteó de antemano que la reunión iba a ser cerrada, con la posibilidad de que lo acompañen dos colaboradores, sin la presencia de público ni medios de comunicación, y bajo una temática definida". Aún así, resaltó que "el art. 74 del Reglamento establece que cualquier legislador o legisladora pueda estar presente en las reuniones de comisión, independientemente de que no tenga voz ni voto. Creemos que a partir del Covid 19 se incorporó el recinto de sesiones como una sala más de reuniones, y así quedó de manifiesto durante el año pasado, con la visita de distintos ministros. Y curiosamente en esta oportunidad, ante la insistencia de legisladores de venir a estar presentes en un tema tan sensible, se cierran las puertas del recinto, se impide que haya taquígrafos como pedimos, se impide que el ministro venga con su equipo de colaboradores y no se permite que el público y la prensa tengan información de lo que está ocurriendo".
Para Busatto, el hecho de "haber tenido discusiones de la política para con la política, y haber tenido este tipo de reuniones secretas en un tema tan sensible como es la seguridad, es uno de los gérmenes para que tengamos la provincia más violenta de la Argentina. Haberse manejado como hasta aquí, haciendo contubernios, sin registro taquigráfico, y sin que la gente pueda tener acceso a lo que se discute a través de la tecnología que lo permite, y a través de sus legisladores, es un hecho que de alguna u otra manera, es una de las cosas que explican por qué la violencia fue como fue".
Ante la repregunta de El Litoral de que el argumento del Frente Progresista para otorgar carácter cerrado a la reunión es que se trata de temas extremadamente sensibles, el legislador consideró que "los temas más sensibles son la violencia que ha habido en 2020 en Rosario, y las circunstancias que tienen que ver con cómo se recibió la provincia en materia de seguridad, sumado a los proyectos de ley. Se han dicho que otras reuniones fueron cerradas, pero eso lo dispone el presidente de la Cámara, en acuerdo con los entrevistados. En esos casos, eran un presidente de Cámara socialista y un ministro, hoy diputado, de origen radical. Nosotros en aquel momento pedimos que fuera pública, porque era en el marco de un escándalo por el promocionado ascenso de un comisario.
- Pero ante la gravedad de la situación (hoy mismo tenemos cinco muertos en Rosario), ¿no hay manera de que se llegue a un acuerdo y se pueda encontrar un camino para afrontar este debate? - insistió El Litoral.
- Es gravísima la situación que venimos atravesando. Queremos encontrar un camino. Hace más de cinco meses que pedimos que el ministro venga a la Cámara. Pero no vamos a seguir convalidando la manera de proceder que tiene el presidente de la Cámara. Durante todo el año pasado se cambiaron las reglas de juego sobre la marcha, para perjudicar al gobierno.