Buscadores de origen: tirar del hilo para reconstruir la trama de la identidad
Una ley provincial reglamentada en mayo acompaña a las personas que buscan recuperar su historia. Ya son 400 las que iniciaron un expediente: algunas búsquedas llegaron a término, a otras les falta "un poquito más".
Las batitas, símbolo de un grupo de buscadores. Aquí en la exposición que realizó Claudia Raimondo, de Hermanados por la búsqueda, en 2018 en la Legislatura santafesina. Crédito: Luis Cetraro
La provincia de Santa Fe fue pionera, en el año 2017, en la sanción de una ley, la 13.725, que habilita el acceso a los archivos para conocer la identidad de origen. En mayo pasado la norma fue reglamentada. Son unas 400 personas las que se acercaron a la Secretaría de Derechos Humanos, órgano de aplicación de la norma, para iniciar o continuar sus búsquedas con acompañamiento del Estado y algunas ya fueron resueltas.
A principios de julio se presentó en Santa Fe el programa "Mamás que buscan" de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CoNaDI). Está destinado a quienes se vieron separadas de sus hijos después del nacimiento. En esa presentación estaban, en primera fila, buscadoras y buscadores para aportar su experiencia en esta etapa que podría definirse como la otra punta del hilo que construye la identidad.
En la actividad, que lideraron Lucila Puyol, secretaria de Derechos Humanos de la provincia, junto a María Gracia Iglesias, coordinadora del Programa Nacional por el Derecho a la Identidad (que pertenece a la CoNaDi) estuvieron presentes referentes de distintos estamentos oficiales (incluidos representantes del Poder Judicial), madres que buscan y buscadores. Todos tenían en sus manos la reglamentación de la ley con la que Santa Fe picó en punta, en 2017 a instancias de un proyecto presentado por la entonces diputada provincial Alicia Gutiérrez.
Lucila Puyol, secretaria de Derechos Humanos de la provincia. Crédito: Flavio Raina
Pero, ¿quiénes son los buscadores? Son hombres y mujeres que por diferentes razones fueron separados de su familia de origen y procuran restituir ese tramo fundante de su historia. Al igual que las madres que buscan a sus hijos, se trata de situaciones que están por fuera de la apropiación de niñas y niños durante la dictadura militar.
La "grupalidad"
Claudia Raimondo busca desde el año 2000, cuando a los 38 años de edad su madre de crianza le contó que a mediados de abril de 1962 la fue a buscar a un hospital de la provincia de Buenos Aires donde fue entregada en la puerta misma del edificio por una monja dominica. Desde hace varios años integra la agrupación "Hermanados por la búsqueda" que vincula desde las redes sociales a otros y otras en la misma situación.
- Tienen una larga historia construida desde la grupalidad. No se busca solo.
- Para nada; el día en que no podés buscar porque estás cansada (la búsqueda es cansadora) tenés un otro que te pregunta si llamaste para ver como está tu investigación, o te dice que hay una oficina donde se pueden pedir los libros de parto. En estos días, por ejemplo, voy a acompañar a una buscadora a Córdoba porque encontró allá una línea paterna. Eso ayuda muchísimo. Si bien tenemos nuestra familia, un buscador es quien mejor entiende a otro buscador.
María Gracia Iglesias, Coordinadora del Programa Nacional por el Derecho a la Identidad que pertenece a la CoNaDi. Crédito: Mauricio Garín
Todos los procesos de víctimas de derechos humanos que hay en la sociedad se caminan mejor con un par. Hacerlo solo es muy angustiante.
- ¿La reglamentación de la ley provincial ayuda?
- Ayuda porque nos da la seguridad. Es un hecho que esté quien esté a cargo del gobierno provincial, va a seguir con este camino y el área de búsqueda del derecho a la identidad se va a sostener en el tiempo. Hay mucha grupalidad y somos los verdaderos activistas que le piden al Estado que se cumpla lo que está legislado. Vamos cerrando puntas.
- Mientras tanto, falta cerrar la punta más importante que es la de tu propia historia.
- Sigo buscando. A través de la ley se accedió a los archivos en provincia de Buenos Aires: pedí por primera vez el libro de partos en 2004 y llegó en enero de 2023. Hubo 27 partos en los primeros 15 días de abril; a mi me entregaron el 17. Ya investigaron 24 y hay 3 en los que no se leen los nombres de las mamás biológicas pero se sigue trabajando en eso. También hay que aceptar esa vuelta de página porque estaba esperanzada en que si llegaba el libro de partos iba a poder encontrar (a mi familia de origen) y parece que falta un poquito más.
Un derecho argentino
María Gracia Iglesias es coordinadora del Programa Nacional por el Derecho a la Identidad (que pertenece a la CoNaDi) y que por estos días está difundiendo la campaña nacional "Mamás que buscan" , con la que vino a Santa Fe.
Es, además, autora de "Mientras te encuentro", un libro que recoge cinco historias reales.
- ¿Por qué es tan importante conocer la identidad?
- La identidad es importante porque nos permite confirmar el yo desde el momento en que nacemos. Una persona desde el nacimiento empieza a desarrollar el concepto de identidad, que es un proceso social y en construcción permanente, de toda la vida. El tema es que hay muchas teorías psicólogicas que explican cómo es esa construcción, está la socialización primaria y la secundaria. La primaria es el marco de la familia y a medida que vamos creciendo se produce la socialización secundaria. Pero en la gente que busca su origen biológico ese yo primario se conforma débil porque se hace desde una mentira. Y la mente humana, cuando no tiene información, la completa con lo que puede.
En el lanzamiento del programa nacional "Mamás que buscan" que se hizo en Casa de Gobierno. De espaldas María Gracia Iglesias (izq.) Lucila Puyol y Anatilde Bugna (Derechos Humanos). De frente, buscadores y buscadoras, junto a referentes de organismos oficiales. Crédito: Mauricio Garín
La identidad se conforma también con la identificación: uno quiere, inconscientemente, identificarse con el otro y no lo logra. Cuando uno cree que pertenece a ese lugar, empiezan a venir otras respuestas que no son las reales y empiezan los problemas.
- Durante décadas se asoció el concepto de identidad con la dictadura y la restitución de hijos y nietos de desaparecidos. ¿Cuándo se incorpora a los casos en que no hay desaparición forzada?
- En realidad es al revés. Antes de la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo no estaba el concepto de identidad como un derecho. Se hablaba más desde la antropología y la sociología, y no tanto desde lo individual. La lucha de Abuelas viene a despertar el tema del tráfico de menores y desde el momento en que se incorpora como derecho a la identidad, hay gente que empezó a pensar que no era viable que un niño pueda pasar de uno a otro.
El de la identidad es un derecho argentino, y se llama así a nivel mundial porque Abuelas construyó la importancia de este derecho y lo incorporó a la Convención del Niño con dos artículos, el 7 y el 8. Ellas encontraron 132 nietos y le faltan aún 300 así que no terminaron aún su tarea.
Dos artículos claves
La Convención Internacional sobre los Derechos del Niño fue aprobada por Naciones Unidas en 1989, e incluye aportes de las Abuelas de Plaza de Mayo en varios de sus artículos. Específicamente el 7 y el 8 en lo que refiere, particularmente, a la identidad.
En efecto, el artículo 7 indica que "el niño será inscripto inmediatamente después de su nacimiento y tendrá derecho, desde que nace, a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos (…).
El artículo 8 establece que "los Estados Partes se comprometen a respetar el derecho del niño a preservar su identidad, incluidos la nacionalidad, el nombre y las relaciones familiares de conformidad con la ley sin injerencias ilícitas. Cuando un niño sea privado ilegalmente de algunos de los elementos de su identidad o de todos ellos, los Estados Partes deberán prestar la asistencia y protección apropiadas con miras a restablecer rápidamente su identidad".
La ley santafesina para un "derecho básico"
Lucila Puyol es secretaria de Derechos Humanos de la provincia, el área que tiene a su cargo la aplicación de la ley 13.725 de identidad de origen. "La ley habla de acceso a los archivos, sin embargo, todos hablamos de ella como de la ley que nos habilita a la búsqueda de la identidad biológica o de origen".
En efecto, el artículo 3 establece que los beneficiarios de esta ley tienen derecho a acceder, en forma libre y gratuita, a toda documentación y registros de partos, nacimientos, neonatología, defunciones, libros de entradas y salidas, historias clínicas, archivados en cualquier efector de salud, tanto de gestión pública como privada, provinciales o municipales.
Desde su propia trayectoria como hija de un desaparecido, y su trabajo junto a agrupaciones como Hijos, no duda es afirmar que "la identidad de una persona es el derecho humano básico y fundamental. Quienes buscan su identidad, nunca dejan de hacerlo, aún cuando forman su familia, tienen hijos, hijas, nietos".
"Eso no quiere decir que a lo mejor la gente la crió de buena fe, no es que la apropió. Pero no necesariamente el hecho de que te hayan criado con amor significa que dejes de buscar tu identidad", señala sin dejar de apuntar que muchas veces esa búsqueda recién comienza luego de la muerte de los padres de crianza.
"Aún sin la reglamentación, la ley nos permitía trabajar pero este paso nos habilita a que por cada persona que viene acá en busca de su familiar se inicie un expediente. Entonces tenemos acceso a los archivos en el Registro Civil, Tribunales, Ministerio de Salud, hospitales. Incluso estamos avanzando en los estudios de ADN", explica la funcionaria que destaca, además, el trabajo que realizan Sabrina Acosta en la sede Rosario, y Andrea Serdá, en la ciudad de Santa Fe.
Hay un punto que es fundamental: "La ley no tiene un fin punitivo ni relación con los juicios por paternidad. El fin es conocer la identidad".
Hasta ahora son unas 400 personas las que se acercaron para iniciar un trámite, algunas situaciones ya se resolvieron. En ese aspecto, Puyol recuerda dos de esas búsquedas que llegaron a término el año pasado en el sur provincial.
Como se dijo, Santa Fe es la primera provincia del país que tuvo una ley de estas características y luego se fueron sumando otras. Y si bien 400 personas tienen trámites iniciados, "hay gente que no sabe que existe esta posibilidad o, tal vez lo sabe pero no se acerca porque todavía no es el momento".
Mientras tanto la Secretaría trabaja, por definición, en hechos que tienen que ver con la violación de los derechos humanos. "La búsqueda de identidad biológica o de origen no es una violación que haya producido el Estado. Y sin embargo, destaca Puyol, es el Estado el que acompaña para reparar ese derecho que ha sido violado por un particular".
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