Firme pero sin estridencias, Pullaro aseguró que "la Provincia es invencible"
El gobernador mostró objetivos a cuatro años, repasó las herramientas que las instituciones de la provincia construyeron desde el 11 de diciembre para producir cambios y privilegió atacar al delito y la impunidad.
Firme pero sin estridencias, Pullaro aseguró que "la Provincia es invencible"
Fue un mensaje breve, de menos de una hora, de tono y contenido mesurados. Y que buscó más contener a todos los sectores políticos e institucionales de la provincia que marcar diferencias con rivales políticos. Acaso por eso fueron más las cifras que los conceptos políticos; más las enumeraciones de planes y de objetivos, de normas y de proyectos, que una revisión del pasado o una lectura crítica del presente.
Suegros saludables. "Ningún sistema cierra con 32 por ciento de ausentismo laboral". Pullaro dice que por los controles se bajaron de 44 mil pedidos el año pasado para cuidar hermanos, a menos de cien. Y que los pedidos para cuidar a suegros "bajaron de 11 mil a cero". Mauricio Garín
Hubo un Maximiliano Pullaro portador de la reivindicación de la acción política en el día de su asunción como gobernador, el 11 de diciembre, casi a contrapelo de lo que sucedía a nivel nacional con el voto “anti casta” que llevó a la presidencia a Javier Milei y otro mensaje ahora, al dejar abierto por primera vez como titular del Poder Ejecutivo Provincial el período de sesiones ordinarias, justo al día siguiente en que el gobierno nacional obtuvo, con la media sanción de los diputados del Congreso, su primera victoria.
El gobernador en aquella ocasión y ahora se mantuvo firme, pero sin estridencias. Aprovechó en innumerables ocasiones para recordar que Santa Fe es “la provincia invencible” y que fue la primera en plantear “con toda claridad y con respeto” que no se podían imponer más impuestos y más presión fiscal a la producción agropecuaria y a los biocombustibles cuando se inició el gobierno nacional.
Es curioso como aquel debate inicial de la gestión libertaria, el de las retenciones que quería aumentar el presidente Milei y el del corte de biodiésel obligatorio en el diésel han pasado al olvido, pese a que tuvieron lugar hace muy poco tiempo. Ciertamente eran dos duras medidas contra la producción santafesina y Pullaro levantó el índice al decir que fue el primer gobernador en oponerse. Reiteró su compromiso de mantener el reclamo ante la Nación por el déficit de la Caja de Jubilaciones (aunque no habló de agotar la vía administrativa o de ir a la Corte como en Entre Ríos) y confirmó que habrá que hacer una “reestructuración” que permita superar su peligroso rojo.
Su discurso fue más cuidado. Y en todo caso, es en las formas, en el diálogo, en cómo se hace política en Santa Fe que queda expuesto -sin necesidad de que lo declame Pullaro- el contraste con el liderazgo coercitivo en el plano nacional que se estimula a fuerza de acusaciones, amenazas y ninguneo de los Estados subnacionales. El gobernador agradeció a los legisladores el haber aprobado la enorme mayoría de los proyectos que envió durante las sesiones extraordinarias y destacó que tiene las herramientas para llevar a cabo su plan de gobierno, en especial en materia de Seguridad.
Con todos y contra del delito
En el discurso político es siempre relevante la forma como se construyen los adversarios. Por ejemplo, Milei encontró en la apelación al repudio populista a “la casta” un talismán mágico, al que por ahora no se le ve el doble fondo del sombrero. El presidente sigue sacando conejos, aunque el público paga un precio muy alto.
Elaborar un mensaje político en el que el que se busca dejar de lado esos dispositivos discursivos es bastante más trabajoso y despierta aplausos más medidos. El límite que trazó Pullaro fue el del delito y el de la impunidad, con todos los sectores políticos e institucionales en su contra. Se propuso líder de una persecución a los violentos, a los que acusó sin medias tintas otra vez de haber cometido actos “de terrorismo”.
Mencionó a todos los poderes, al gobierno nacional, a la municipalidad de Rosario y a las provincias vecinas al agradecer el apoyo a la lucha dispuesta en Rosario y en otras ciudades del sur, con abundantes datos sobre cómo se incrementó la presencia policial y el patrullaje y el derrumbe de bunkers de drogas. Y destacó que hay resultados, que ya se borraron 13 de esos negocios a la vista de los vecinos desde que Santa Fe asumió el combate al narcomenudeo. Otras cifras contundentes: ya se destituyeron en su gestión a 17 policías y se iniciaron otros 73 sumarios administrativos que se suman a otros 350 ya en trámite del gobierno anterior.
En el momento en el que agradeció la presencia de invitados especiales destacó al gobernador de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y pudo dirigirse a cada una de las autoridades más importantes presentes. Y en esa salutación protocolar destacó el trabajo de la fiscal general María Cecilia Vranicich. En su discurso del 11 de diciembre había pedido más acción al servicio de justicia.
En tono de rezo
Aunque hubo otros temas (como la relación con los gremios y el privilegio de la obra pública en el presupuesto provincial) la lucha por la seguridad y el deseado fin de la impunidad estructuró el discurso de Pullaro. Tanto que, en una suerte de ruego cívico, para explicar las leyes que la Legislatura le ha aprobado repitió “no es justo que quien comete delitos tenga libertad para seguir cometiéndolos, aun dentro de la cárcel; no es justo que quien no cumple con su trabajo dé lo mismo que quien sí lo hace; no es justo que haya chicos que no puedan leer y escribir correctamente; no es justo que quienes quieren producir y dar trabajo solo encuentren trabas y falta de incentivos; no es justo que santafesinos no se puedan curar porque no cuentan con los recursos; no es justo que a las provincias que producimos la riqueza del país solo se nos mire para seguir sacándonos recursos; pero tampoco es justo no hacer todos los esfuerzos para cambiar la realidad”, subrayó.