La Epe, otra vez entre las tarifas más altas del país
El peso de los impuestos y las contribuciones explica buena parte del triste podio de las tres boletas más caras: medalla de oro para Mendoza, de plata para Río Negro y bronce para Santa Fe.
El valor de la energía para sectores medios y bajos en la provincia de Santa Fe se ubica entre las más caras del país.
Un informe que elabora periódicamente el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) compara las tarifas de las distintas empresas distribuidoras de energía eléctrica en el país, en los distintos niveles de los usuarios residenciales, de acuerdo con la segmentación vigente según ingresos. El estudio expresa que “los usuarios N 2 (los hogares más pobres) y N 3 (sectores medios) pagan las facturas más altas en Mendoza, Rio Negro y Santa Fe”.
El “Reporte de Tarifas y Subsidios” tiene el respaldo de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA) y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet) y, entre otras variables, mide cada mes el costo del servicio de distribución de energía eléctrica.
La misma fuente indica que “la comparación de los cuadros tarifarios entre jurisdicciones indica que, ante igual consumo, las facturas finales más bajas se encuentran en La Rioja, Tierra del Fuego y el Área Metropolitana de Buenos Aires para el nivel N1. Mientras que para los N2 y N3 La Rioja y el AMBA presentan las facturas más baratas de país”.
Sector N1. Foto: Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP)
Los cuadros señalan que “la factura eléctrica promedio en el país es de $42.877 para un hogar de altos ingresos(N1)”, que no goza de subsidios estatales. En el otro extremo, las familias con mayores problemas económicos pero con un servicio regular de provisión de electricidad pagan en promedio $ 17.453 (N2); y finalmente, en el sector N3 de clase media, $18.048. El análisis considera consumos de 300 Kwh/mes, según los valores de cada compañía distribuidora, en mayo.
De acuerdo con esa lectura del medidor, el trabajo pone a la Epe en $ 52.642 en el nivel N3, (unos diez mil pesos más que el promedio nacional); en $ 28.214 en el escalón de menores ingresos N2 ($10.761 más que la media en la Argentina); y en $ 28.578 el costo para un hogar de clase media ($10.530 más que el promedio). En consumos por sobre los 300 kw/h las diferencias entre la Epe y las demás compañías son aún mayores.
Sector N2. Foto: Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP)
Precisiones
El sector eléctrico en la Argentina está dividido en tres subsectores: generación, transporte y distribución. Y los tres (si no hubiera subsidios del Estado nacional) deberían recibir su retribución de las facturas que pagan los usuarios finales: industrias, comercios y residenciales. La información que muestra el estudio de la UBA y el Conicet solo se detiene en las boletas que llegan a los hogares, que se dividen en los tres niveles señalados según sus ingresos, debido al plan de segmentación implementado durante la gestión gubernamental anterior.
Para cada nivel de usuario el costo de la energía cambia: así, es visiblemente mayor el peso de esa porción en las facturas de los N1 de más altos ingresos, sin subsidios. Y en los últimos meses notablemente parecido el nivel de ayuda estatal para los más pobres y las capas medias.
Sector considerado N3. Foto: Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP)
Impuestos altos
Como la presentación de datos del informe lo permite, puede advertirse que los impuestos significan un componente muy alto en las tarifas finales de los usuarios residenciales, en especial en los niveles 2 y 3. En el caso de la provincia de Santa Fe a los impuestos nacionales se agregan las contribuciones por la tasa de alumbrado público y otras como el FER, el Fondo de Electrificación Rural con el que se solventan obras en ese ámbito con aportes de todos los usuarios.
En pocas palabras: hoy el peso de los gravámenes e impuestos ha crecido por sobre otros componentes tarifarios (evidentemente atrasados). Ya supera largamente el histórico tercio del total en cada boleta.
Los cuadros además exponen con claridad cuál es el VAD en cada una de las empresas distribuidoras, tanto públicas como privadas. Se trata del Valor Agregado de Distribución, es decir, la porción de la factura con la que se queda la Epe. En los tres casos (N1, N2 y N3) ese segmento está apenas por sobre el promedio nacional.
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