A exactamente una semana de haber asumido, el nuevo ministro de Seguridad de la provincia fue recibido por su par nacional. El encuentro entre Rubén Rimoldi y Aníbal Fernández no fue anunciado públicamente como tampoco, el que ministro provincial había mantenido 24 horas antes con Emilio Jatón.
Fue el intendente capitalino, justamente, quien sorprendió a los medios de prensa revelando ambos cónclaves: el suyo con el ministro provincial el martes, y el que Rimoldi mantendría al día siguiente con Fernández.
Quizá en el afán de no generar falsas expectativas – de hecho, en la noche del mismo día del cónclave, dos personas fueron asesinadas en Rosario y otras resultaron baleadas- o por ceñirse estrictamente a la orden del gobernador de generar "más hechos que palabras", nada se dijo sobre la reunión. Tampoco hubo voceros ni comunicados de la cartera provincial, una vez finalizada el encuentro. Sólo un posteo del propio Aníbal aludiendo a la conversación: "Como venimos haciendo desde el primer día, seguimos coordinando esfuerzos con la provincia de Santa Fe para combatir el delito. Planteamos el trabajo a futuro y nos pusimos un ciento por ciento de acuerdo en lo que tenemos que hacer en conjunto", escribió.
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Que Fernández haya escrito "como desde el primer día", no parece haber sido una expresión casual. Es que según pudo saber El Litoral, además de una reunión con fines protocolares y para "romper el hielo" – Aníbal no conocía a Rimoldi y, por lo tanto, ambos debían ser presentados-, también fue una instancia de planteos. Santa Fe llevó una visión crítica respecto del trabajo que se viene llevando adelante, sobre todo en el sur de la provincia, con las fuerzas federales. Esa mirada da cuenta de que "se podría hacer mucho más" de lo que se está haciendo; y de que para un "verdadero acompañamiento a la provincia, no alcanza con enviar algunos hombres" de tanto en tanto. Fue la traducción de lo que los propios referentes de la oposición han señalado reiteradamente; que la Nación ha dejado en soledad a Santa Fe. En paralelo, la misma oposición le reprocha al Poder Ejecutivo provincial el bajísimo porcentaje de ejecución presupuestaria en materia de seguridad; apenas el 7% al mes de agosto.
Respecto de las promesas nacionales, en Rosario se aguarda aún la habilitación plena del destacamento móvil de Gendarmería, y nunca terminaron de llegar los gendarmes que se habían prometido cuando el Ministerio estaba todavía a cargo de Jorge Lagna. De esas gestiones también participaba el secretario de Seguridad, Claudio Brilloni, quien acompañó a Rimoldi en su reunión con Fernández. De parte del ministro nacional y según pudo saber este diario, no hubo nuevas promesas sobre el envío de más efectivos federales a la provincia, ni precisión respecto de cuándo llegarían los que restan para cumplir con los primeros compromisos asumidos. Tampoco se habló de la posible visita del ministro a Santa Fe. Sí se convino avanzar en un trabajo conjunto y "coordinando esfuerzos", tal como posteó Fernández en su cuenta.
La inusitada cantidad de armas y municiones en manos de la población civil y de bandas narcocriminales, la planificación de delitos desde las propias cárceles y la necesidad de concluir en la provincia de una vez los penales para presos federales, también fueron parte de la agenda.
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