Pese a la resistencia que generó en el sur santafesino el retroceso de fase y la suspensión de la mayoría de las actividades, las autoridades provinciales ratificaron la determinación. Y no sólo eso. Advirtieron, además, que se analiza día a día la evolución de la situación en el Gran Santa Fe, para resolver si no es pertinente incluir a este aglomerado en el marco de las restricciones. Así lo manifestó, consultado por El Litoral, el secretario de Trabajo, Juan Manuel Pussineri. El funcionario advirtió que ésta es una semana clave para determinar si la capital provincial y otras regiones siguen el camino del Gran Rosario.
- ¿Frente a la resistencia generada, puede haber revisión de la medida dispuesta para los cinco departamentos del sur de la provincia?
- En lo que respecta a Rosario y el resto de los departamentos del sur, hay una decisión tomada. La voluntad es llegar a los catorce días y evaluar. Se está frente a una situación donde la única medida sanitaria posible es la que los que los propios médicos y autoridades sanitarias plantean y recomiendan adoptar, y pasa por suspender actividades para disminuir la circulación. Y también se está siguiendo y evaluando la situación de Santa Fe. Yo no puedo aventurar lo que va a pasar en esta ciudad o en el centro norte de la provincia, porque va a depender de la evolución de los casos que se vayan registrando por estos días, en relación a las camas críticas disponibles. Allí también hay una evaluación permanente. Ojalá que no tengamos que volver para atrás.
- ¿Esta semana puede ser clave, entonces, para determinar si Santa Fe también retrocede?
- Nada está descartado. Esta semana es clave y también hay un seguimiento día a día de la situación. Allí habrá que ver cómo evolucionan los contagios y el sistema sanitario. Lamentablemente, a todo lo que se avanzó durante estos meses, hoy hay que ponerle un freno; y eso no es por una decisión caprichosa, sino porque es la recomendación sanitaria. No queremos; nadie quiere que a alguien le falte una cama o un respirador si lo necesita. Y la única medida de prevención que podemos adoptar es ésta. Ojalá hubiera otras, pero no las hay.
El panorama en la ciudad de Santa Fe hasta aquí es un tanto más relajado que en el sur. Sin embargo, el crecimiento de los casos es sostenido durante los últimos días (ayer 29, pero las últimas jornadas oscilaron entre 40 y 60 contagios diarios); e inversamente proporcional, la cantidad de camas críticas que quedan disponibles. En el Hospital José María Cullen, la terapia para casos covid está ocupada en un 60%, mientras que ya no queda disponibilidad en la destinada a otras patologías. Por estas horas, ya se resolvía una ampliación de plazas a través de la habilitación de otras salas y sectores. En el caso del Hospital Iturraspe, la ocupación de camas para el sector covid también alcanza prácticamente al 50%. Los médicos responsables de conducir ambos nosocomios han coincidido en señalar que el ritmo de actividad y circulación de personas no sólo promueven más contagios, sino que redunda también en la ocupación de camas críticas por otras razones, como los accidentes de tránsito o hechos violentos.
Del mismo modo, se insiste en señalar que los principales focos de contagio siguen siendo los encuentros afectivos, que en rigor están suspendidos; y las fiestas clandestinas. Sólo este fin de semana se detectaron en la ciudad y alrededores cuatro eventos de ese tipo, con participación de decenas de personas. Sobre esa base, las autoridades municipales evalúan la pertinencia de suspender preventivamente y en primera instancia, algunas actividades recreativas.
El viernes último, mientras el gobierno provincial definía qué medidas se adoptarían para el sur provincial, llegó a incorporarse en un momento de la jornada la intención de incluir ya desde ese momento al Gran Santa Fe en el retroceso de fase y suspensión de actividades. Ésa era la aspiración, pero tras la presión del municipio local, la región quedó excluida de las medidas. Sólo se anunció una profundización de los controles, y una reducción del 50 al 30% de la superficie a ocupar en los lugares gastronómicos. Se verá, a partir de ahora, si esa situación se puede sostener en el tiempo.