El Litoral
El gobernador avisó que el apoyo electoral que “coseche” de municipios y comunas será clave para determinar cómo su gestión seguirá respaldando a esas adminsitraciones en lo que resta de su gestión.
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Ivana Fux - ifux@ellitoral.com
Miguel Lifschitz encabezó ayer un acto de campaña en esta ciudad junto a todos los pre candidatos del Frente Progresista que competirán en las próximas elecciones tanto provinciales como nacionales. En un discurso vehemente y sin eufemismos, el mandatario dejó en claro al auditorio que los medios nacionales y formadores de opinión “están muy atentos” a los resultados, y alertó que “Santa Fe y Córdoba” pueden ser las “sorpresas” en estas elecciones.
Pero sin dudas, uno de los principales tramos de su discurso fue el que destinó exclusivamente a presidentes comunales e intendentes no sólo del Frente -y allí el dato significativo-, sino también de la oposición. Allí se jactó de haber sido un gobernador “con amplitud”; y utilizando al “campo y la siembra” como metáfora, dejó en claro que durante estos 18 meses de gestión “sembró” en todas las localidades de la provincia, y que ahora es el momento de “cosechar”. Lifschitz fue más allá aún; recordó que después de las elecciones quedan aún “dos años de gestión” en los que su administración “seguirá sembrando”, pero sólo en aquellos terrenos “en los que haya encontrado tierra fértil”.
“Durante estos 18 meses de gestión hemos tenido una gran amplitud, una gran generosidad política. Hemos estado al lado de cada intendente y jefe comunal, de cada legislador del Frente sin mirar a qué sector pertenece, a qué partido, a qué grupo. Hemos tratado a todos por igual con la misma apertura, con el mismo diálogo, con la misma vocación de resolver problemas y hacer obras. Hemos tratado de la misma forma a muchos presidentes e intendentes y referentes de otros partidos políticos. Hemos sembrado en todo el territorio sin mirar a qué lugar o a qué partido pertenece cada uno. Ahora llegó el tiempo de la cosecha, porque somos un proyecto político, no una sociedad de beneficencia. Ahora queremos cosechar lo que hemos sembrado y esperamos tener una buena cosecha, porque los próximos dos años vamos a seguir sembrando. Pero vamos a sembrar allí donde haya terreno fértil; allí donde hayamos hecho buenas cosechas... Porque esto se define de un lado y del otro y todos somos responsables de llevar este barco a buen puerto”, alertó.
Si las semillas que esparció Lifschitz fueron “obras y soluciones”; si el terreno sembrado fueron municipios y comunas “de todos los partidos, incluso, de la oposición”; si la “cosecha” que espera recoger se equipara a apoyo electoral; si el gobernador avisa que la siembra continuará después de los comicios, pero sólo en aquellos terrenos que hayan generado una “buena cosecha”, entonces, lo suyo habrá sido una advertencia clara de que sólo seguirán recibiendo esa respuesta del gobierno aquellos municipios y comunas que hayan retribuido la siembra con votos. Un peculiar mensaje, en un escenario electoral donde las hipótesis sobre los acuerdos tácitos entre socialismo y justicialismo siempre estuvieron a la orden del día.