Con muestras de prudente apoyo desde el radicalismo y elogios más esperanzados del oficialismo, terminó una extensa reunión de los los senadores provinciales de la mayoría justicialista y la minoría radical con el ministro de Seguridad de Santa Fe, Rubén Rimoldi.
El comisario retirado estuvo más de dos horas en la presidencia de la Cámara alta y dialogó también con la vicegobernadora Alejandra Rodenas.
Legisladores del radicalismo valoraron la predisposición al diálogo del funcionario y confesaron en los pasillos su buena impresión con el tercer titular de esa cartera desde que Omar Perotti es el gobernador y marcaron el contrasentido de pasar de un primer funcionario que "pretendía un férreo control de la fuerza desde el poder político" como Marcelo Sain "que no se ahorraba malos tratos", a un dirigente político con más diálogo como Jorge Lagna hasta la elección de un miembro de esa fuerza que se parece más a un proceso que parece "de autogestión", según la definición del presidente de la UCR santafesina, Felipe Michlig.
En el recinto, en cambio, dos justicialistas destacaron los hechos positivos que han visto desde la llegada del nuevo ministro con los que tienen una vinculación personal. Joaquín Gramajo (PJ-Nes-9 de Julio) subrayó que fue inmediata la respuesta de los oficiales enviados por el ministro cuando se descubrió el robo de ganado a distintos rodeos (el de un familiar suyo entre otros) que identificaron a un miembro de la Guardia Los Pumas como uno de los presuntos responsables del abigeato.
Por otra parte, también desde su banca, Miguel Rabbia (PJ-Lealtad-Rosario) subrayó el proyecto del ministro de convertir un inmueble de la policía, en la ciudad del sur, en un centro de salud exclusivo para los uniformados que también disponga de instalaciones deportivas. El senador es autor de un proyecto de ley que busca "cuidar a los que nos cuidan" para brindar beneficios médicos y de obra social entre otros a toda la fuerza.