Los incendios en las islas frente a Rosario no cesan. Este jueves, como en los últimos días, el olor a humo y la contaminación del aire con las partículas producto de las quemas se hizo muy notorio en la costanera rosarina. El panorama también se pudo observar varias cuadras dentro del ejido urbano de la localidad del sur provincial. Sobre la orilla, en la zona del llamado barquito de papel, de las avenidas Francia y Estanislao López, no se podían divisar con claridad la costa entrerriana. La humareda, aunque provocada a decenas de metros de la zona urbanizada, se hizo evidente.
El ambiente en el aire del jueves se repitió en días anteriores y también en semanas anteriores. Parece algo habitual este paisaje en la costanera rosarina. Durante meses hubo un cese en estas prácticas, pero en mayo y también en junio otra vez lo mismo. Los ciudadanos de a pie se quejan en las redes sociales y en WhatsApp por esta situación que genera incomodidad.
Laura Prol, de la ONG Taller Ecologista, habló con Mirador Provincial sobre esta situación recurrente: “La situación en Rosario ya es grave. Y para el delta también. Son islas que se conforman como ecosistemas de humedales. El agua es vital para el desarrollo de todo el ecosistema. Si no hay agua y además se quema, el nivel de destrucción es importante”. “Lo vemos con mucha preocupación ya a esta altura del año. Desde el verano que se están quemando las islas y en el contexto de una bajante bastante prolongada. Entre Ríos no está tomando medidas necesarias para contener las causas de los incendios. Se está actuando sobre los hechos consumados”, agregó.
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La causa se repite. La necesidad de los productores pecuarios de quemar las pasturas para renovar los pastizales de cara al rebrote. “Hay momentos del año en que las quemas son autorizadas. La Secretaría de Ambiente de Entre Ríos dice que ellos no están otorgando permisos de quema a los productores ganaderos. Sin embargo, las quemas siguen”, comentó Prol.
Este incremento obedece en parte a que la cantidad de hacienda que pastorea en las islas de la provincia vecina es mucha mayor que la que había antiguamente.
“Hace 15 ó 20 años, la cantidad de ganado en las islas no era la misma que hay hoy. La cantidad de ganado se incrementó cinco veces en la primera década de este siglo. Con el incremento en la producción no se pueden seguir usando técnicas que eran adecuadas para otro momento. Hay alternativas”.
Con respecto a otros caminos para la producción pecuaria, la ecologista expresó: “Las alternativas están vinculadas a la rotación de los rodeos. Hay trabajos que se vienen realizando desde el Inta y desde algunas universidades”.