Sacnun: "El modelo productivo no es de antagonismo con el campo"
La directora del Bice habló de que ya no se trata solo de sustituir importaciones, sino también exportaciones, agregando valor a las tradicionales. La "herencia" financiera y la necesidad de alinear salarios.
Sacnun: "El modelo productivo no es de antagonismo con el campo"
La ex senadora santafesina y actual directora del Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice), María de los Ángeles Sacnun, defendió la decisión política del gobierno nacional de "recuperar un modelo productivo" y consideró que los conflictos del Frente de Todos no son un impedimento para llevar adelante la gestión.
- ¿El modelo de industrialización al que usted alude no está comprometido en este momento por el contexto económico financiero?
- Hay una decisión política que ha tomado el gobierno nacional, que más allá de los claroscuros que puedan existir en cualquier gobierno, es absolutamente central. Y es la de volver a un modelo industrial. Esto no significa dejar de lado al campo. Yo siempre digo que acá no se trata de un antagonismo entre campo e industria, sino de que la Argentina aproveche inteligentemente todos los recursos que tiene. Sí en lo que hace a constituir un proceso de agregado de valor, que sustituya importaciones; un término que ya tenemos internalizado, porque significa trabajo argentino, en sus distintas vetas. Hoy hay sectores que están generando una enorme tracción: la economía del conocimiento, la biotecnología, además de sectores tradicionales, como la metalmecánica, la industria del blanco, la textil. Pero ya no se trata solo de sustituir importaciones, sino que tenemos que pensar, en el marco de esta asociación entre campo e industria, en sustituir exportaciones, las tenemos que diversificar. No podemos seguir exportando commodities, tenemos que ir a la generación de valor agregado. Y para eso hay que constituir una fuerte alianza con las universidades nacionales, con el Conicet, con el INTA, el INTI, el Senasa. Hay organismos que no se pueden percibir como compartimentos estancos, que tienen que trabajar de la mano en un proyecto de educación, de ciencia y tecnología, de industria, de desarrollo económico. Solo así es sustentable un modelo económico que incluya a cada vez más argentinos y argentinas.
- Sin embargo está el problema del dólar, el acceso a un financiamiento razonable…
- Es una coyuntura superable. Se está llevando a cabo un plan de estabilización que va a requerir un enorme esfuerzo. No obstante, no puedo dejar de señalar los condicionamientos que hay sobre la economía argentina. La verdad es que muchos de los dólares que genera la Argentina se requieren para el pago de vencimientos de una deuda que fue reestructurada, que no fue tomada por este gobierno sino por el anterior, y que no sabemos donde están esos recursos. Estamos hablando de casi 50 mil millones de dólares, y que el último tramo no se tomó por decisión política de este gobierno. Pero la verdad es que la vuelta del FMI, que se había ido cuando Néstor Kirchner tomó la decisión política de pagarles para que no sigan condicionando la economía argentina, sabemos que esto implica que haya una política que se ciña a afrontar ese endeudamiento. Yo escucho a muchos hablar de déficit fiscal, y parece que se olvidan del déficit fiscal financiero que nos provoca el endeudamiento, que además no se tradujo en obras de infraestructura.
- Igual después hubo otros problemas…
- Claro, y no podemos soslayarlos, y por eso es que buscamos la salida. Pero en el mientras tanto, mientras llevamos adelante obras estratégicas para el país que reviertan este modelo que nos ha llevado al subdesarrollo y nos pongan no solo a autoabastecernos, sino en otra etapa a exportar gas, hay que recomponer salarios. Como planteó hace ya bastante tiempo Cristina Fernández de Kirchner, hay que alinear los salarios y las jubilaciones con el precio de los alimentos, el costo de los alquileres, las tarifas, para recomponer el poder adquisitivo. No hay posibilidad de que la economía argentina funcione si no se fortalece el mercado interno. El 75 % de la economía se explica por las pequeñas y medianas empresas que alimentan el mercado interno.
- ¿Esto es posible en medio de las divisiones y tensiones internas que acusa el gobierno?
- Yo no avizoro que esté comprometida la gestión. Sí claramente existen estas tensiones, que tienen que ver no solo con cuestiones personales, sino con cuestiones políticas que ponemos sobre la mesa, los temas que consideramos centrales. La recomposición del salario, el proceso de inversión y de obras estratégicas para el país. Y un tema que plantea Cristina con mucha claridad en La Plata, que es la seguridad. Un problema que nos atraviesa fuertemente a los santafesinos y santafesinas, que no es patrimonio de las derechas ni de las izquierdas, y que debe ser asumido como una política de Estado. Ha cambiado la matriz criminal, necesitamos una política actualizada, y dar seguridad al pueblo. No es un tema para hacer eslóganes fáciles. Es necesario un acuerdo entre las fuerzas políticas, es una necesidad de primer orden. Es indispensable que las fuerzas de seguridad no sólo respondan al poder político, sino que no estén sospechadas de estar involucradas en el delito. De lo contrario, por más decisiones que se acuerden y se tomen, va a ser muy difícil que tengan efecto.
- ¿Eso es posible en Santa Fe?
- Santa Fe tiene la potencialidad para poner en la centralidad de la agenda estos temas, y muchos dirigentes de los distintos partidos políticos capaces de propiciar un nuevo acuerdo democrático. Que debe ser profundamente federal, pero al que debemos introducir nuestra identidad santafesina. Santa Fe tiene que ser protagonista, porque tiene 700 km a lo largo del Paraná, en el sistema de navegación más importante de Sudamérica. Y un posicionamiento productivo con el 25 % de las exportaciones nacionales, que estamos liderando; estamos liderando la creación de empleos. Eso se tiene que traducir en el bienestar de los santafesinos.