El ministro de Producción, Ciencia y Tecnología, Daniel Costamagna, admite que la intervención de Vicentin SAIC puede ser un camino para encarar una salida consensuada, pero rechaza la posibilidad de expropiación e instó a que se respete el federalismo. “El federalismo se observa en hechos concretos, en hechos reales” le dice a El Litoral. Además considera que “el concepto de soberanía alimentaria debe pasar por cuidar a nuestros productores y a nuestras empresas”.
“Es necesario encontrar una salida de consenso y no de confrontación” repite después de seis meses de negociaciones e involucramiento del gobierno provincial para buscar una solución en Vicentin que implique preservar las fuentes laborales, la firma que es de capitales santafesinos y abonarle a los productores, cooperativas y acopiadores a los que la empresa norteña dejó de pagarles a principios de diciembre.
Al ministro no le gusta la salida elegida por el gobierno nacional. Admite que se enteró del contenido siguiendo la conferencia de prensa del presidente Alberto Fernández, el ministro Matías Kulfas, la senadora Anabel Fernández Sagasti y de Gabriel Delgado de quien tiene un muy buen concepto profesional y humano.
“Yo juré por los santafesinos” recuerda para destacar que Vicentin es una empresa santafesina con mucha trayectoria y que tuvo problemas en el último año. “Si los empresarios cometieron errores que los juzgue la justicia, pero la empresa está en Santa Fe y como tal debemos intentar preservarla por el grado de integración que tiene” señala. Pondera muchas de las virtudes que tuvo el grupo como la innovación tecnológica, la generación de empleos, la transformación de alimentos. “Desde los puertos de Santa Fe sale el 80% de la producción de granos del país y me parece que tenemos que opinar a la hora de que se define la situación de una empresa” una de las cuatro exportadoras de agroalimentos de capitales nacionales.
Como dato, aporta que la deuda estimada de Vicentin es de 1.350 millones de dólares, equivalentes al aporte anual de retenciones por ventas al exterior desde Santa Fe. Un dato que no debería ser ajeno a los legisladores santafesinos.
Costamagna mantuvo decenas de reuniones -por indicaciones de Omar Perotti- para buscar una salida a Vicentin. Reconoce que la idea fuerte fue transformar la empresa en una cooperativa donde otras cooperativas como ACA y AFA hubieran estado jugando. “El esquema cooperativo nos pareció una salida interesante, ensayamos esa salida y tenía mucho apoyo” acota y recalca que siempre eso se hacía con el respaldo de los accionistas de Vicentin. “Queremos preservar los empleados, que cobren los acreedores, que la empresa siga en territorio santafesino y si es posible en manos de santafesinos”.
El otro camino elegido era la asociación con YPF. Hubo reuniones entre los accionistas y directivos de la petrolera. “Le pedimos una reunión a Matías Kulfas para analizar esta posible asociación, pero el viernes últimos nos cortaron los teléfonos. El lunes nos enteramos de la decisión de la intervención y de generar un fideicomiso en el que YPF Agro sea el fiduciario” se lamenta.
El gobierno provincial siempre evitó hablar de desguazar Vicentin, firma que se diseminó por rubros estratégicos para la provincia como cereales, carnes, leche y algodón. “Ojalá el país tuviera muchos empresas emprendedoras como fue ésta” se lamenta. En el medio no deja de reconocer la predisposición de los responsables de la firma de resolver la situación y de retirarse del mercado pero con la empresa encaminada.