Lunes 6.6.2022
/Última actualización 18:45
Las declaraciones de Lucila Lehmann apuntando a Antonio Bonfatti y Rubén Galassi como responsables del crecimiento del narcotráfico en la provincia, provocaron profundo malestar en el Socialismo y dinamitaron las chances de que dicho partido de sume al "frente de frentes". La presidenta de la Coalición Cívica había advertido, precisamente, que esa posible coalición debía tener como límite la incorporación de dirigentes como los mencionados, a quienes apuntó como culpables del desarrollo que tuvieron en el sur provincial delitos como el tráfico de drogas, y su consecuente repercusión en la seguridad de los santafesinos. "Juntos por el Cambio no puede convertirse en un rejunte, un aguantadero de quienes, como desde hace años se viene denunciando, fueron responsables de que el narcotráfico sea la principal amenaza para todos los santafesinos", había escrito en redes la representes del partido de Elisa Carrió en Santa Fe. El posteo estaba ilustrado con una foto que mostraba al ex gobernador.
Pero la reacción desde el Socialismo no fue sólo de los referentes aludidos, sino de todo el partido. Consultado por El Litoral, el presidente de la fuerza, Enrique Estévez, rechazó las imputaciones y deslizó que se trata de un intento de Lemhann, "una dirigente que ni siquiera reside en Santa Fe", por buscar protagonismo. "Lo que dijo es una barbaridad; lo repudiamos absolutamente y evaluaremos qué acciones tomar desde el punto de vista judicial porque son acusaciones infundadas", expresó.
Armado en duda
Las fuentes consultadas por este diario, más allá de pertenecer a líneas internas diversas dentro del PS, coincidieron en señalar que expresiones como las de Lemhann alejan y dinamitan las chances del eventual armado de un frente de frentes. En rigor, el Socialismo ha definido posponer definiciones sobre estrategias electorales hasta el año que viene, y consolidar mientras tanto, la unidad de la fuerza. De todos modos, excepto la corriente que lidera Eduardo Di Pollina y que explícitamente ya ha manifestado su disidencia al respecto, los socialistas se venían mostrando predispuestos a ese diálogo político pro frente. Pero lo de Lemhann terminó repercutiendo como una invitación para dejar de caminar hacia un lugar sobre el que tampoco se tenían demasiadas certezas ni convicciones. Para los referentes consultados - que prefieren todavía hacer sus análisis en off-, lo acontecido no dejaría de ser una antesala o muestra de lo que implicaría la convivencia de sectores con posicionamientos disímiles respeto de temas estratégicos. Al hecho puntual generado por las declaraciones de Lemhann, le suman las divisiones internas en Juntos por el Cambio, y la falta de convencimiento de algunos actores para sumarse a la coalición. Con todo, evalúan que hoy por hoy, esa potencial construcción se encuentra inmersa "en una enorme fragilidad". Y advierten que en ese contexto no permitirán que el Socialismo sea sometido a "un manoseo".
Los dichos
Este fin de semana en declaraciones a El Litoral, Lemhann consideró que Juntos por el Cambio debe fortalecerse internamente. "Como partido fundante (de Juntos por el cambio), sentimos que hay que fortalecer y mantener los principios, valores y sobre todo una mirada de rumbo de provincia, de país que queremos tener. Por supuesto, ampliar, porque hay gente muy valiosa en distintos espacios, tanto en el Socialismo como en el PDP; estamos en condiciones de hacer un muy buen trabajo. Ahora, dentro de ese armado, tienen que haber límites – insistió-; nuestro límite como Coalición Cívica está puesto en las figuras de Bonfatti y de Galassi, dos personas a las que hace años Lilita Carrió viene denunciando. En el flagelo que hoy tenemos en la provincia de Santa Fe en materia de inseguridad y de narcotráfico ellos han tenido una gran responsabilidad. Cuando pensamos en ampliar está perfecto, pero hay límites", reiteró.