El viento de cola favorece al gobierno. Sólo por el aumento de la cotización de la oleaginosa, entrarían al país U$ S 30 mil millones contabilizando los granos y sus productos industrializados.
La soja por encima de los U$ S 600 dólares arrastra a la suba al maíz e incluso al trigo, del que ya no queda nada por exportar en el país. Pero sólo la oleaginosa podría suponer en esta campaña por encima de U$ S 30 mil millones y $ 33.500 millones más de retenciones. Los cálculos pueden variar según su base y autor, pero sirven para analizar la magnitud del fenómeno.
A esa cuenta de Fernando Marull (FMyA Economía) que incluye a precios Fob pellets y aceites, hay que agregarle el diferencial por tipo de cambio. La posición julio de la soja marcó U$ S 603 en Chicago al momento de este análisis. En la Argentina los billetes verdes quedan en el BCRA (bienvenido el recurso genuino para las débiles reservas) y la cotización del producto -diferenciales de tipo de cambio mediante- suponen 223 dólares la tonelada para el productor.
Las cuentas benefician más al gobierno, que en su núcleo duro kirchnerista tiene a quien supone que la cotización habilita más retenciones. Sin embargo, en el gobierno de Alberto Fernández han sido firmes en no reeditar una pelea con el campo que pueda entorpecer las buenas noticias y detener la liquidación de divisas, el bien más escaso y preciado en la argentina de estos días.
La cadena agroindustrial procuró en abril liquidaciones por U$ S 3031 millones, el doble en la comparación interanual de ese mes, según las cámaras sectoriales (Ciara y CEC). En el cuatrimestre el ingreso de divisas alcanzó los U$ S 9755 millones.
El buen precio internacional se debe a la recuperación de los rodeos de cerdos en China, que superó la peste porcina sudafricana; los bajos stocks de soja en Estados Unidos (el Departamento de Agricultura de Estados Unidos -USDA- dará precisiones en las próximas horas) o la sequía en Brasil. Con eso y tasas bajas más dólar débil, el viento de cola sopla en el país de un cultivo que lejos de ser yuyo, demanda trabajo e inversión con riesgo.