Viernes 7.6.2024
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Gracias a una iniciativa de la vicegobernadora Gisela Scaglia, y del senador por el departamento La Capital, Julio Francisco “Paco” Garibaldi, no ha pasado inadvertido en la ciudad de Santa Fe el medio siglo de ejercicio del periodismo de Teresa Pandolfo. La Cámara de Senadores de Santa Fe le brindó un cálido homenaje en el que se destacó su trayectoria, compromiso y valor a lo largo de cinco décadas, con un recinto repleto de personalidades, invitados especiales, amigos, familiares, y colegas. Estuvo entre otros el intendente de la ciudad, Juan Pablo Poletti.
Desde 2011 trabaja en la oficina de prensa de la Bolsa de Comercio y ejerce el periodismo hace 50 años. Dedicó su vida a esa pasión y a El Litoral, cuya redacción estuvo a su cargo durante décadas. Por más de 30 años informó, polemizó y marcó cada semana en la actividad pública de los poderes del Estado y de la actividad de los privados con su columna de los domingos: “Apuntes de política provincial”.
Teresa Emilia Pandolfo es, a sus años, Teresita. Y acaso el diminutivo, en boca de los más altos dirigentes políticos de la provincia, debe haber sido una manera de intentar lidiar con su enorme figura en la prensa de la capital provincial. Lo confesaron varios de quienes hablaron en el recinto y luego, personalmente, a la hora de la entrega de los presentes y las salutaciones. Había que ser entrevistado por Teresita y salir indemne.
El Senado destacó la trayectoria de la ex secretaria de Redacción de El Litoral, que dio sus primeros pasos en 1974 y fue su columnista de política provincial de los domingos por más de 30 años.Scaglia habló como una amiga de la homenajeada y el jefe político de la ciudad como un familiar directo. Ambos agradecieron su consejo cuando sus vidas políticas tomaron los contornos que hoy tienen, en un caso al formarse como dirigente en sus inicios cuando había aún muchas puertas por abrir, y en el otro, al cambiar la medicina y la dirección hospitalaria por la actividad pública y ganar una elección con la que sueñan tantos: ser electo por los vecinos.
Garibaldi se recordó entrevistado por Pandolfo, al igual que el presidente provisional del Senado, Felipe Michlig. Rubén Pirola, el líder de la bancada justicialista, se describió como lector de las críticas que con sentido constructivo “nos permitió ser mejores”. Los tres destacaron que siempre tuvieron en frente a una periodista, no a alguien bajo otros intereses menores.
Al representante socialista le tocó repasar los inicios y los hitos de una profesión que, como dijera luego la homenajeada, tuvo en 1983 una bisagra con el reverdecer democrático y la libertad de expresión garantizada por la Constitución. Además de ser una de las periodistas centrales desde sus columnas y por la dirección con que llevaba a la redacción, Pandolfo es una activa integrante de asociaciones por la transparencia pública y la promoción de los derechos de las personas marginadas.
Textuales
Garibaldi consideró “un acto de justicia” el homenaje, al tiempo que resaltó la “trayectoria impecable” de la periodista. También rescató su “compromiso social”. Consideró que “lo más importante es su valor como persona, que se refleja en la gran cantidad de personalidades y vecinos que vinieron a acompañar este reconocimiento”.
El intendente Poletti destacó: “Son 50 años de verdad, de ética, que hacen merecido este homenaje” y expuso en su felicidad por encontrar un recinto lleno de personas que se acercaron para compartir la jornada.
A su turno, Pirola afirmó: “Más allá de lo que tiene que ver con lo profesional, ese esfuerzo de 50 años de profesión hizo prestigiar cada medio o lugar en el que trabajó”. También que su labor es “un ejemplo de que se puede trabajar en equipo y en defensa de expresar las opiniones en libertad (...) En este recinto siempre sentimos orgullo cada vez que vienen santafesinos que desde su actividad y profesión contribuyen a hacer una mejor Santa Fe”.
Con el recinto del Senado colmado, la periodista Teresa Pandolfo recibió un cálido y merecido homenaje al cumplir 50 años de profesión, buena parte de los cuales los ejerció en El Litoral. Crédito: Manuel FabatíaSeguidamente, Felipe Michlig, celebró “los 50 años de profesión actuando con la verdad”. Coincidió con sus pares en los valores de Teresa Pandolfo como profesional y persona. “A punto de conmemorar un nuevo día del periodista, en tu persona es hacerle un reconocimiento a todos los periodistas de la provincia de Santa Fe”, sintetizó.
“Cuando hablamos de sororidad y empatía entre mujeres, Teresa es todo eso”, dijo Scaglia. También enumeró entre sus atributos que “es una persona con mucha generosidad, muy justa y muy estricta” a los que subrayó como “valores que no son comunes ni en la política ni el periodismo, por eso estamos acá para homenajearte”.
“Todos los lugares por los que pasaste te agradecen un montón y son parte de este homenaje, en nombre de la Cámara de Senadores y de toda la provincia de Santa Fe“, concluyó Scaglia, quien señaló a Pandolfo como “un faro” para todos los periodistas y las personas que buscan la verdad.
“No resignar nunca las convicciones y vivir conforme a ellas”
(Extracto del discurso de Teresa Pandolfo ante la Cámara de Senadores e invitados especiales sobre su pasión: el periodismo).
“Hablar del periodismo que se ejercía hace 50 años es como relatar las Invasiones Inglesas y lo mismo ocurre con el de 30 años atrás; y con el de 2. La forma en que se informa el hombre de a pie, ha tenido un cambio copernicano.
“Sabemos que las franjas etarias de menores de 50 años, en sus preferencias, están reemplazando los medios tradicionales por las redes sociales, las plataformas de streaming y los podcasts. Es decir, estamos hablando de formas y soportes distintos de comunicación. Hay que asumirlo y utilizarlos con criterio.
“Pero para personas menores de 40 años, hay una cuestión sustancialmente mayor que marca la diferencia y quizás también su visión y compromiso.
“No saben lo que es vivir sin la vigencia de un Estado de Derecho permanente.
Ex compañeros de Teresa en la redacción de El Litoral, posan junto a la homenajeada. Crédito: Manuel Fabatía“Sin abrir juicios de valor, porque no es el momento y sólo con un propósito enumerativo, desde 1930 hasta 1983, la Argentina vivió la sucesión de revoluciones y golpes militares que provocaban la caída de los gobiernos elegidos; la disputa entre parcialidades dentro de las Fuerzas Armadas; la aparición de la Tripe A, los estallidos denominados Cordobazo y Rosariazo, la subversión con el ERP y Montoneros, que se extendió a distintos ámbitos; el Proceso de Reorganización Nacional y la Guerra de las Malvinas. La repercusión en la provincia era obvia.
“Esta sucesión de hechos en el plano político e institucional, dejó una población profundamente herida, cualquiera fuera su circunstancia y posiciones asumidas, e instituciones débiles.
Con la Presidencia del Dr. Raúl Alfonsín, se recuperaron las aristas salientes de la democracia republicana y las garantías constitucionales. Ese año bisagra, 1983, es un hito mayor e insoslayable.
“No ignoramos las imperfecciones de los procesos institucionales posteriores, y los caminos de calidad todavía no alcanzados con la democracia, por ejemplo, en el plano social, o las dificultades para lograr transparencia en los asuntos públicos y público-privados, pero la vuelta a la Constitución, al Estado de Derecho y la conciencia de un Nunca Más, marcaron un antes y un después en el país y en la vida de todos; del que soy testigo.
“Resulta difícil que el periodismo, tan intensamente vivido antes y después de 1983, con sus pasiones, yerros e historias personales, en el que realizábamos un permanente ejercicio de construcción de ciudadanía desde los medios tradicionales, pueda ser compartido por los nuevos agentes de la comunicación.
“Como mencioné es como el relato de las Invasiones Inglesas, con el agua caliente desde las azoteas, en tiempos de misiles con ojivas nucleares.
“Sin embargo, hay presupuestos que sostengo como básicos en el ejercicio profesional, cualquiera sea el soporte que se utilice, especialmente en el periodismo de la Ciudad Capital, al que distingo sobre los demás, por su responsabilidad ante toda la geografía provincial.
“1) La obligación de velar por el equilibrio interno desde su lugar de trabajo y desde el análisis de los hechos, pero para ello, el periodista debe conocer la provincia y abrazarla con su trabajo. No creo necesario recordar que la educación es el factor aportante de mayor equilibrio en la sociedad, seguido por las infraestructuras que nos faltan. Les quiero contar: cuando en el tramo final de su vida pública, el Dr. Arturo Frondizi, brindó una corta charla en la UISF, con Carlos Larriera, como periodistas, tuvimos un intercambio brevísimo a solas con él. De esos minutos, recuerdo su insistencia acerca de la imposibilidad de lograr desarrollo económico, si antes no se había comenzado a trabajar en el desarrollo social, y enumeró: condiciones para la familia, educación y salud.
“Y ante una pregunta de Carlos, respondió: “no hay tantos políticos corruptos; son muchos más, los no preparados. El político y el gobernante deben ser estudiosos de las soluciones”, completó. Ambas respuestas continúan siendo un faro para nosotros, en nuestros días.
“2) La segunda cuestión es dar contexto a la información. Un hecho cobra relevancia en función de una trama informativa, en la que convergen historia, perspectivas y entrecruzamiento de datos. Las redes nos han acostumbrado a la inmediatez sin contexto. Entonces, no estamos realmente informados. Tenemos que recobrar el contexto en la transmisión de todos los asuntos y más los periodistas de política. La recomendación: “de la casa al trabajo”, no cabe para el periodista; todo lo contrario.
“Las denominadas roscas y los entresijos_que luego analiza, toma en cuenta o descarta-, son los que aportan consistencia y sabor a las noticias y las completan. El periodista debe nutrirse en varios ámbitos a la vez, en otras palabras, “estar en todas”.
“3) Integridad: tercera condición y fundamental, que supera el ser honesto en la vida diaria e intelectualmente. Significa el valor de no resignar nunca las convicciones y vivir conforme a ellas. En este punto enfatizo que el desinteresado respeto de los demás, es el patrimonio más valioso para un periodista.
“Reconozco que estas tres cuestiones, tanto separadas como juntas, resultan una montaña para subir y bajar diariamente en la profesión, pero se lo debe intentar.
“Creo que ya he dicho demasiado. Muchas gracias a todos”.