"Temo por mi vida y nadie de los que tienen la responsabilidad institucional y moral fueron capaces de cuidarme", indicó. "Supongo que cuando las condiciones de seguridad estén dadas podré venir, volver a mi país a declarar como testigo y podré seguir desde el lugar que me toque tratando de hacer lo mejor por nuestra Argentina", manifiesta Capdvila en una carta difundida por diferentes emdios de comunicación.
Ya fuera de la Argentina -en un país que no precisó-, remarcó la desprotección que sintió durante los últimos días, desde que trascendieron las amenazas. "Nadie del Gobierno, ni de la Justicia, ni de las fuerzas de Seguridad, ni de la oposición, se ha puesto en contacto conmigo para darme apoyo y mucho menos protección alguna (a los que les corresponde), como se le debería dar a un testigo llamado (por la prensa) clave".
Según reveló La Nación, Capdevila sería el cuarto testigo amenazado en relación al escándalo que rodea al Vicepresidente y la ex Ciccone. El primero fue un yerno de Nicolás Ciccone, Guillermo Reinwick; el segundo, Luis Scolari -un ex socio de José María Núñez Carmona, el socio de Boudou-, y la restante fue una enfermera del otro fundador de la imprenta, Héctor Ciccone, para verificar si sabía del escrito que el empresario firmó ante escribano público con detalles sobre sus reuniones con el Vicepresidente.