El ex intendente de Santa Fe se apoyó en la cantidad de votos y legisladores obtenidos por el partido para sustentar la pretensión de gestar una coalición que enfrente y ofrezca una alternativa al justicialismo.
El ex intendente de Santa Fe se apoyó en la cantidad de votos y legisladores obtenidos por el partido para sustentar la pretensión de gestar una coalición que enfrente y ofrezca una alternativa al justicialismo.
El ex intendente de Santa Fe se apoyó en la cantidad de votos y legisladores obtenidos por el partido para sustentar la pretensión de gestar una coalición que enfrente y ofrezca una alternativa al justicialismo.
-Después de varios años de exposición pública, con dos períodos como intendente, presidente del partido nacional, candidato a gobernador, ¿actualmente cuál es la vida política de José Corral?
-Bueno, más serenamente, trabajando en ideas para la provincia, recorriendo la provincia, dialogando con referentes de la producción, del conocimiento universitario, y con la gente. Con más tiempo, ahora que uno no está en la gestión. Generamos un espacio de ideas, que se llama Sembrar, que tiene justamente esa vocación de aportar ideas para el futuro de la provincia. Y estamos también participando del debate político. Queremos representar esos casi 400 mil votos que nos acompañaron en la elección provincial, que tenían una serie de propuestas también, vinculadas a seguridad, infraestructura -especialmente hídrica-, acción social y oportunidades a través de la educación. Así que vamos a cuidar esa responsabilidad que buena parte del electorado santafesino nos dio, desde el lugar de la oposición. Que es un lugar que tenemos que ejercer, y lo vamos a hacer como siempre, responsablemente.
-Ahora en un nuevo escenario para el radicalismo, con nuevas estrategias en orden a la unidad partidaria.
-Así es. El radicalismo es la principal fuerza de oposición, tanto a nivel nacional como provincial. Coincide a nivel nacional por la cantidad de diputados y senadores que la UCR tiene con lo que ocurre en la provincia: también es el principal partido, si uno suma los diputados que llegaron además por dos espacios, por Juntos por el Cambio y el Frente Progresista, más los senadores. Todos ellos reunidos son la principal fuerza de oposición. Por lo tanto, tenemos dos responsabilidades. La primera es ejercer esa oposición, con responsabilidad, ayudando a los gobiernos, tanto provincial como nacional. Son tiempos de dificultades, la Argentina hace ocho años que no crece y tiene problemas económicos muy importantes, hay que ayudar y acompañar a encontrar las soluciones. Y la provincia de Santa Fe también tiene dificultades, especialmente en seguridad. Empezó el año con mucha violencia y no aflojan estas preocupaciones cotidianas de los vecinos por los robos, las entraderas; por lo tanto allí también tenemos que ayudar. Pero en ambos casos, Nación y Provincia, hay que formular opciones de gobierno; porque hay elecciones en el 21 y en el 23 y hay que prepararse. La democracia necesita de opciones, y el radicalismo tiene que liderar estas propuestas de futuro; creo que esta es la vocación tanto a nivel nacional como provincial.
-La paradoja es que la UCR era oficialismo tanto nacional como provincial, aunque en distintas vertientes. Y que ahora buscan confluir, pero en la oposición. Parece que el peronismo funciona como un factor aglutinante, también hacia otros partidos, como se planteó en la reunión de la Comisión de Acción Política.
-En la provincia de Santa Fe tenemos el desafío de la unidad. Creo que la unidad tiene un sentido estratégico, justamente para darle esa columna vertebral a una alternativa de gobierno, que esté basada en los valores que tenemos, que compartimos también con otras fuerzas de Juntos por el Cambio, del respeto a las instituciones, del progreso social, la posibilidad de que con el esfuerzo propio las personas puedan crecer, tener una economía sana, una Santa Fe desarrollada y segura; dar cuenta de los problemas de las últimas gestiones, de las cuestiones que no se pudieron resolver. El radicalismo a través de la unidad puede convocar a muchas fuerzas, de una manera generosa, amplia.
-Se planteó concretamente la posibilidad de un gran frente opositor a que sume al socialismo y al PRO.
- Muchos radicales tenemos vocación de esta convocatoria amplia. Depende de todos también, y depende de la generosidad de las otras fuerzas. A mí me gusta reivindicar ese espíritu amplio y generoso de 2007, cuando se dio una alternativa después de 24 años de gobiernos justicialistas de un solo color en la provincia. Recordemos que en aquella coalición estaban desde el Partido Demócrata Progresista con Natale, que había sido incluso funcionario de la dictadura militar, hasta el partido comunista: un gran abanico de fuerzas que coincidimos en algunos denominadores comunes, como le gustaba decir a (el ex presidente Raúl) Alfonsín. Que son los de la democracia, las instituciones, y esta idea de progreso social, de honestidad. Yo creo que esa actitud es la que tenemos que tener hoy los santafesinos radicales, socialistas, del PRO, de la Coalición Cívica y otros partidos, más personas independientes que quieran sumarse.
Juntos por el Cambio
-A nivel nacional ya se planteó el debate de quién debería estar al frente del espacio Juntos por el Cambio. ¿Qué opina sobre eso?
- Lo primero es cuidar esa herramienta que los argentinos eligieron para el cambio en 2015 y, para más del 40 %, proteger las instituciones y la república.
Es una herramienta que ojalá pueda crecer y agrandarse y convocar a más sectores. Los bloques legislativos están trabajando bien, con esa convicción, pero habrá que conversar hacia adelante el liderazgo. También el radicalismo aspira, legítimamente, por ser la principal fuerza desde el punto de vista de la cantidad de legisladores y de la presencia territorial en el país, a liderar el espacio. Pero en el marco del diálogo y de no excluir a nadie. Por supuesto que Mauricio Macri, así como Horacio Rodríguez Larreta, Alfredo Cornejo, Gerardo Morales, son figuras imprescindibles, indispensables en el futuro de este espacio. Que, de nuevo, dando cuenta de los errores y con una actitud autocrítica -porque evidentemente hay cuestiones, especialmente en economía, donde hubo errores y no se encontraron las soluciones- hay que formular propuestas hacia el futuro.
Alfonsín
-¿Está de acuerdo con que Ricardo Alfonsín haya aceptado el cargo de embajador en España?
-No estoy de acuerdo. En primer lugar, porque los radicales somos partes de Juntos por el Cambio y el partido decidió a través de la convención nacional, que es su instancia legítima, participar de esta coalición. Y por lo tanto, ser parte de la oposición al gobierno de Fernández. Pero en segundo lugar, porque la política internacional del kirchnerismo ha estado en las antípodas de lo que los radicales pensamos. Si algo se puede reivindicar claramente del gobierno de Mauricio Macri es haber recompuesto el vínculo de Argentina con el mundo, después de que el kirchnerismo nos dejó aislados. Por lo tanto, ser parte de un gobierno que aún hoy no reconoce la dictadura de (el presidente venezolano, Nicolás) Maduro, ni repudia las violaciones a los DDHH que los informes de (la ex presidente chilena, Michelle) Bachelet y la OEA destacan, no tiene nada que ver con las tradiciones democráticas del radicalismo, y en particular la figura de Raúl Alfonsín como líder democrático en América Latina.