El Litoral | educacion@ellitoral.com
En la explanada, se realizó el acto que revaloriza los edificios de Rectorado, la facultad de derecho y los medios universitarios, que componen la emblemática manzana.
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La manzana de la UNL fue el primer edificio construido para una universidad pública argentina luego del movimiento reformista de 1918. A la espera de los cien años de la Universidad, los edificios que reúne al Rectorado de la Universidad Nacional del Litoral (Unl), la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales (Fcjs) y los medios de comunicación universitarios, se encuentran en tareas de restauración y puesta en valor, luego de ser declarados Monumento Histórico Nacional por la ley 27.416 a fines del año pasado. Este viernes se descubrió una placa en reconocimiento a esta declaración.
En la explanada de Rectorado se realizó un acto homenaje. En el mismo estuvieron presentes autoridades universitarias, municipales, ex rectores de la UNL y miembros de la comunidad universitaria del Litoral. Previo al descubrimiento, el rector de UNL, Enrique Mammarella, el intendente de la ciudad, José Corral, y el embajador argentino en Uruguay, Mario Barletta, realizaron breves discursos.
Discursos
El intendente Corral destacó que, a diferencia de la universidad de córdoba donde se gestó la reforma, la universidad del litoral tiene una prenda que le es propia: “Esta Universidad fue hecha por estudiantes. Aquí se han creado derechos de los trabajadores en 1957 y los nuevos derechos que se incluyeron en la Constitución de 1994”, consignó.
Para finalizar hizo una felicitación conjunta ya que, según su juicio, lo conseguido es parte de una construcción colectiva: “Son hombres y mujeres que lograron cosas de manera conjunta. Algo que ocurre en los cuerpos colegiados, en la Asamblea universitaria y en el Consejo Superior. En ese sentido es destacable el legado de Mario Barletta que, entre otros, nos deja la declaración de Monumento Histórico que es donde la Universidad tiene que estar”.
Recibido el pase, el ex intendente y actual embajador brindó un discurso cargado de emoción y detalles, en gran parte debido a que fue él quien impulsó su debate en el Congreso en una de sus últimas participaciones.
Barletta le dedicó gran parte de sus palabras al valor patrimonial de la Universidad. “Como institución ha sabido constituirse en una referencia para la educación, ciencia, tecnología y desarrollo de la cultura”, expresó.
También enfatizó sobre el valor de la institución en el sistema democrático y su apertura a la sociedad. “Todos debemos sentirnos orgullosos de ser, de alguna manera, parte de la Universidad que supo hacerse cargo de los momentos que le tocó vivir, que no han sido sencillos ni fáciles”, refirió y agradeció a quienes participaron del proyecto.
En el caso de Mammarella, será el rector en el marco centenario de la Unl, en 2019. Respecto a ello, adelantó que se encuentran a la espera de un “importante proceso licitatorio” para las refacciones que se están llevando adelante. Las mismas -dijo- planean que estén finalizadas de cara al aniversario.
Hacia el final, el rector resaltó el valor de ser “hijos de la reforma”. “Debemos destacar que no es sólo un orgullo, sino que también implica una responsabilidad para toda la comunidad universitaria”, concluyó.
El proyecto
El edificio se encuentra inscripto en el Registro Nacional de Bienes Históricos.
La declaración comenzó a gestarse a mediados de 2016 por una comisión promotora de investigadores y autoridades de la UNL que elaboró un texto con fundamentos históricos, arquitectónicos y jurídicos.
El mismo fue elaborado por una Comisión que reúne fundamentos históricos, arquitectónicos y jurídicos para apoyar el pedido. Estuvo coordinada por Pedro Sánchez Izquierdo y contó con la participación de los decanos de la Facultad de Derecho, Arquitectura y Humanidades; la Directora del Programa de Memoria e Historia de la Universidad, Adriana Collado; y la directora del museo de la Universidad, Stella Scarciófolo.