Guillermo Malisani
Alejandro Vanoli fue designado en 2006 al frente de la Comisión Nacional de Valores y, desde entonces, ha sido un alfil del kirchnerismo llegando a ocupar la presidencia del BCRA durante la presidencia de Cristina. Los chispazos con el presidente Alberto Fernández y Santiago Cafiero provocaron el alejamiento.
Guillermo Malisani
El enojo del presidente Alberto Fernández contra Alejandro Vanoli nació a principios de mes por la escandalosa organización del pago a jubilados con una multitud frente a los bancos, pero luego se sumaron otros desaciertos que terminaron con el despido del ahora ex jefe de la Anses.
Vanoli es el primer funcionario de relevancia que es obligado a dejar el Gobierno, sin contar los 14 agentes que renunciaron en el Ministerio de Desarrollo Social de Daniel Arroyo, envueltos en una polémica por sobreprecios en compras del Estado.
Desde aquel 3 de abril y con el recuerdo permanente de la imagen de cientos de jubilados y beneficiarios de asignaciones agolpados en los bancos, Vanoli estuvo siempre en la línea de fuego y muchos de los funcionarios cercanos al Jefe de Estado lo sindicaron también como responsable por la mala gestión en la distribución de la ayuda social para superar la pandemia.
Ese día, el Presidente lo citó a Olivos junto con el titular del Banco Central, Miguel Pesce, y hasta se llegó a presumir que saldría de la residencia sin su cargo, pero Fernández prefirió darle una oportunidad y evitar un escándalo mayor.
Lo cierto es que tras aquella situación inexplicable, desde el corazón del oficialismo, apuntaron a Vanoli como responsable de cierta ineficiencia.
Además, hubo otro hecho que no está ligado directamente con la pandemia y la ayuda social: el organismo no designó director por el Estado en la empresa Telecom durante la última asamblea, puesto para el que estaba elegido un funcionario de llegada al Presidente.
Demasiadas inconsistencias y equivocaciones para un cargo que en este momento es central en la asistencia a sectores de menores recursos y más desprotegidos frente a la pandemia.
Aglomeración de jubilados
El 3 de abril, en el inicio de la tercera semana de aislamiento social por el coronavirus, se registraron largas filas de jubilados y beneficiarios de seguros sociales frente a bancos de todo el país para cobrar sus haberes, lo que generó el malestar del presidente Alberto Fernández.
La magnitud de esas aglomeraciones, en las que no se respetaron las recomendaciones de distanciamiento social, llevó a las autoridades a ordenar la atención en los bancos durante el fin de semana siguiente y a establecer un cronograma de pago según los números de los DNI de los beneficiarios.
El Presidente consideró entonces “inadmisible “que cobrar una jubilación o un beneficio del Estado pudiera “convertirse en un riesgo para la salud” y aseguró haber ordenado a “los responsables que no vuelva a repetirse” la escena de las filas frente a las entidades bancarias.
“Nuestros adultos mayores son quienes enfrentan un riesgo mayor. Es nuestro deber cuidarlos y protegerlos. Exigiré que nadie los descuide. Cuidémonos y cuidemos al otro”, había expresado el mandatario en esa oportunidad.
Con información de NA