Veto o más recortes: las amenazas del gobierno tras la aprobación de la fórmula jubilatoria
El Ejecutivo nacional se mantiene inamovible en su objetivo por sostener el déficit cero y sigue tensando la cuerda con el Congreso, mientras se acerca a los 6 meses sin ninguna ley.
Veto o más recortes: las amenazas del gobierno tras la aprobación de la fórmula jubilatoria
La media sanción, otorgada por buena parte de la oposición que integra la Cámara de Diputados, a la nueva fórmula de movilidad jubilatoria reavivó las críticas del Presidente Javier Milei hacia legisladores, en particular, y políticos, en general: las ratas volvieron a aparecer en los dibujos creados por Inteligencia Artificial, donde él mismo se representa como un león.
"Degenerados fiscales" los llamó este miércoles en un foro ante empresarios y referentes de primer nivel, donde además anticipó su intención de vetar la ley si logra sanción definitiva.
Está claro que la relación con el Poder Legislativo, luego de la leve luna de miel que significó la media sanción en la Cámara baja de la Ley de Bases y el Paquete Fiscal, volvió a ser, cuanto menos, áspera. A propósito de las dos leyes "fundacionales", tienen fecha de tratamiento en el Senado el próximo miércoles 13. Y si recibe modificaciones, volverá a Diputados donde se podrá insistir con el texto original o convalidar los nuevos cambios. Como sea, ya se habrán cumplido más de seis meses del nuevo gobierno sin ninguna ley aprobada por el Congreso.
"Les voy a vetar todo, ¡me importa tres carajos!", avisó el Presidente Javier Milei este miércoles, después de la media sanción a la nueva fórmula jubilatoria. Por ahora no está dicha la última palabra.
Con respecto a la iniciativa sobre movilidad jubilatoria que se aprobó pasada la medianoche del martes, al cabo de varias horas de debate en las que se impuso un dictamen de minoría impulsado por el radicalismo, logró reunir a buena parte de la oposición de la Cámara baja. Fueron dos tercios, que se lograron en razón de varias ausencias.
En definitiva, votaron a favor 97 diputados y diputadas de Unión por la Patria, 34 de la UCR, 13 de Hacemos Coalición Federal, 8 de Innovación Federal, 6 de la Coalición Cívica, 2 de Por Santa Cruz y Osvaldo Llancafilo del MPN.
Los votos en contra, de acuerdo al relevamiento del sitio especializado Parlamentario.con, fueron de La Libertad Avanza (36), Pro (30), MID (3), Ricardo López Murphy por HCF, y Buenos Aires Libre (2).
Finalmente las abstenciones correspondieron a la izquierda (5); las dos sanjuaninas de Producción y Trabajo y Paula Omodeo (Creo).
Habrá que ver si la misma proporción se logra en el Senado, donde La Libertad Avanza está en minoría (7 integrantes sobre 72 bancas).
Apenas conocido el resultado, el Presidente garantizó que habrá veto a la ley si es que queda sancionada por la Cámara alta. Veto que, como se encargó de insistir una y otra vez, será el destino de toda norma que comprometa su objetivo de déficit cero.
Pero en materia de veto o de vigencia de una ley, ¿quién tiene la última palabra? El artículo 83 de la Constitución Nacional indica: "Desechado en el todo o en parte un proyecto por el Poder Ejecutivo, vuelve con sus objeciones a la Cámara de su origen: ésta lo discute de nuevo, y si lo confirma por mayoría de dos tercios de votos, pasa otra vez a la Cámara de revisión. Si ambas Cámaras lo sancionan por igual mayoría, el proyecto es ley y pasa al Poder Ejecutivo para su promulgación".
El mismo artículo indica: "Las votaciones de ambas Cámaras serán en este caso nominales, por sí o por no; y tanto los nombres y fundamentos de los sufragantes, como las objeciones del Poder Ejecutivo, se publicarán inmediatamente por la prensa". Eso si, "si las Cámaras difieren sobre las objeciones, el proyecto no podrá repetirse en las sesiones de aquel año".
Mientras tanto, la media sanción de la ley puede leerse como el primer traspié concreto del Ejecutivo en el Legislativo. O bien como un llamado de atención, luego de la sucesión de descalificaciones que recibieron legisladoras y legisladores en el arranque de la gestión y que parecían haber menguado en las últimas semanas.
Por más que el Presidente haga gala de su voluntad de vetar "todo" lo que se interponga a sus objetivos, conviene mantener puentes tendidos entre los poderes: en Diputados y en el Senado quedan proyectos centrales por tratar y la oposición dialoguista sigue siendo vital para obtener votos. En ese marco, Nicolás Massot (Hacemos Coalición Federal) advirtió que si el presidente insiste con el veto, también debe tener en cuenta que la oposición puede voltearle "aún más fácilmente" el DNU con el que cambiaron la fórmula de actualización jubilatoria. El DNU (el mega decreto de necesidad y urgencia) al que alude el legislador es el 70/2023 que modifica, sustituye o deroga más de 100 normas y fue rechazado a mediados de marzo por el Senado.
Cortar fondos, el otro camino
Ahora bien, ante un escenario en el que la ley puede quedar sancionada, sea vetada y luego confirmada por las dos cámaras legislativas, al gobierno le queda otro método de presión: el recorte de partidas para, con esos recursos, hacer frente a la erogación que supone la aplicación de la nueva fórmula jubilatoria.
El flamante Jefe de Gabinete ya había anticipado el mismo martes a la mañana, cuando se sabía que Diputados se iba a reunir para tratar este tema, que había que explicar de dónde saldrían los fondos.
Este jueves redobló la apuesta cuando dijo: "Si esto finalmente sucediera, insistir con 2/3 ante un veto del Presidente, lo que va a hacer el Gobierno es cortar otras partidas para poder financiar lo que salga en esa ley", sin anticipar a qué partidas podría recurrir.
"Lo fundamental para un Gobierno es tener responsabilidad fiscal, saber que lo que gasta tiene recursos. No estamos viviendo en el pasado cuando todo se solucionaba con endeudamiento o emisión", planteó Francos.
Votos y vetos
En las últimas horas y a raíz de la advertencia del posible veto de Milei a la ley que fijaría, en caso de aprobarse, una nueva fórmula de cálculo para las jubilaciones, se actualizaron datos sobre medidas similares que adoptaron las presidencias en los últimos 40 años, luego de la recuperación de la democracia.
Con datos publicados por Chequeado.com, se tiene que durante su Presidencia, Raúl Alfonsín vetó 49 proyectos de ley y solo uno fue ratificado por el Congreso.
Carlos Menem entre 1989 y 1999 vetó 195 normas, de las cuales 30 fueron finalmente aprobadas por insistencia del Parlamento. Su sucesor, Fernando de la Rúa, vetó 46 y el Congreso ratificó 5.
Eduardo Duhalde usó el veto, en su breve permanencia al frente de la Casa Rosada, en 37 ocasiones.
Ninguna de las leyes vetadas por Néstor Kirchner (36), Cristina Fernández de Kirchner (18) y Mauricio Macri (cinco en su primer año) fueron insistidas por el Congreso.