Argentina es un cliente frecuente del Fondo Monetario Internacional (FMI): es el país de ingresos medios que firmó la mayor cantidad de acuerdos desde su ingreso en 1956, el que permaneció más tiempo bajo sus programas y el que recibió el mayor préstamo en la historia del organismo. Así lo cuenta la economista especializada en deuda externa Noemí Brenta, en su artículo para CONICET-UBA, “Los acuerdos entre la Argentina y el FMI, 1956-2021”.
A lo largo de 68 años, alcanzó 24 acuerdos con el organismo y estuvo bajo su órbita 44 años, en total. Es sabido que los préstamos del fondo incluyen exigencias que condicionan la política económica coyuntural y estructural de los países que toman sus préstamos. Solamente durante 21 años, Argentina no estuvo monitoreada por el FMI. Doce de ellos transcurrieron entre 2006, cuando la Argentina canceló anticipadamente su deuda, y el 20 de junio de 2018, cuando el FMI aprobó un nuevo acuerdo a favor del país, de 50.000 millones de dólares.
Historia de la relación entre el FMI y la Argentina
El FMI es una organización financiera internacional de las Naciones Unidas que se creó en julio de 1944 durante la Conferencia de Bretton Woods, donde participaron 44 países para reconstruirse económica y financieramente después de la II Guerra Mundial. Actualmente cuenta con 190 países miembros; Argentina se asoció en 1956.
1956: Argentina se asoció al organismo
El 19 de abril, bajo el Gobierno militar de Pedro Eugenio Aramburu y la autoproclamada “Revolución Libertadora”, Argentina suscribió el convenio de Breton Woods y un año después obtuvo el primer crédito del organismo de 75 millones de dólares. Así, el país iniciaba una larga cadena de préstamos que se extendería por más de seis décadas hasta la actualidad, durante gobiernos democráticos y militares.
1958: Frondizi y el primer acuerdo stand-by
En 1958 la Argentina firmó su primer stand-by con el FMI por 75 millones de dólares. Fue el primero de cuatros acuerdos consecutivos por 100 millones de dólares cada uno, durante el Gobierno de Arturo Frondizi (dos en 1959, uno en 1960 y otro en 1961), de acuerdo a la información reunida por Brenta. Según el sitio web del organismo, el acuerdo es el instrumento de préstamo más utilizado y proporciona asistencia financiera a corto plazo a países que afrontan problemas de balanza de pagos.
El ingreso de divisas del FMI continuó durante el Gobierno de facto de Juan José Guido, “el quinto stand-by también por 100 millones de dólares, fue pedido en junio de 1962”, detalla Brenta. Y en 1965, durante la presidencia de Arturo Illia, el ministro de Economía, Juan Carlos Pugliese, pidió 30 millones de dólares, monto que fue utilizado en 1966.
1966: Onganía y Lanusse
Los Gobiernos militares de Juan Carlos Onganía, que derrocó al Illia y de quien lo sucedió, Alejandro Agustín Lanusse también recurrieron al FMI. En 1967 obtuvieron un sexto stand-by por 125 millones y en 1972 poco más de 312 millones.
1974: el Gobierno peronista
El Gobierno peronista, que rechazaba la permanencia del FMI en la Argentina, pagó primero un tramo de crédito anticipadamente, pero debido a la caída de las exportaciones el ministro de Economía de entonces, Celestino Rodrigo, aplicó un plan de ajuste con una profunda devaluación y aumentos tarifarios que desataron una inflación de tres dígitos. Eso habilitó a sus sucesores a tomar nuevo financiamiento del FMI; hasta 1976, se firmaron tres acuerdos con el organismo..
1976: el inicio del ciclo neoliberal
Apenas los militares tomaron el poder, tras el golpe del 24 de marzo de 1976, se firmaron cuatro acuerdos con el FMI. El primero se concretó en agosto de ese año, por Jorge Rafael Videla y su ministro de Economía, José Martínez de Hoz. Fue el octavo stand-by para sostener el programa de estabilización por un monto de 300 millones de dólares, “el mayor acordado hasta ese momento a un país latinoamericano”, según explica Brenta, la economista especializada en deuda externa.
Un año después, en septiembre de 1977, solicita el noveno stand-by por 194 millones de dólares. Para 1981 la deuda externa argentina supera cinco años de exportaciones y la fuga de capitales ya habían minado las reservas, detalla Brenta. “El país entró en una virtual cesación de pagos y luego de la guerra por las Islas Malvinas, en 1982, nuevamente recurrió al FMI”. En enero de 1983, el FMI otorgó dos nuevos préstamos por un total de 2.200 millones de dólares bajo la promesa de reducir el déficit fiscal, bajar la inflación y mejorar el sector externo”.
1983: el regreso de la democracia
En democracia, los vínculos entre la Argentina y el FMI continuaron: durante la presidencia de Raúl Alfonsín se firmaron cinco acuerdos stand-by, cuatro entre 1984 y 1988, y el último en 1989 por 1.400 millones de dólares.
1990: el menemismo
En la década de 1990, la Argentina intensificó sus relaciones con el organismo de crédito: fueron cinco programas en total. El primero —el stand-by número 14 para la Argentina— por 1.000 millones de dólares; el último de ese mandato fue en 1998, por 2.800 millones de dólares.
En marzo del 2000, el Gobierno de Fernando De La Rúa también recurrió al fondo y firmó un nuevo acuerdo stand-by por 7.200 millones de dólares, el más elevado hasta ese momento. En diciembre del 2000, “ya con evidencia de la incapacidad de pago de la Argentina y en plena recesión el FMI participó del ‘blindaje financiero’, ampliando el acuerdo de marzo a 13,7 mil millones” y “en agosto de 2001 el stand-by se incrementó a U$S22 mil millones”, detalla Brenta.
La crisis económica produjo el colapso de diciembre y la salida de De la Rúa del Gobierno.
2003 - 2018: Duhalde, Néstor y Cristina Kirchner
Con Eduardo Duhalde en la presidencia y Roberto Lavagna en el Ministerio de Economía, el país firmó dos nuevos acuerdos stand-by. El último, por 12.500 millones de dólares a un plazo de tres años, no llegó a término porque el entonces presidente Néstor Kirchner canceló más de 9.800 millones que el país debía pagar al FMI. Por unos años, el fondo salió del centro de la escena.
2018: la vuelta al Fondo
Doce años más tarde, el FMI volvió a la Argentina. El 8 de mayo de 2018, el presidente Mauricio Macri informó que había solicitado a la titular del organismo internacional, Christine Lagarde, una "línea de apoyo financiero". Macri anunció, "decidí iniciar conversaciones con el FMI". El 20 de junio, el Directorio Ejecutivo del FMI comunicó que aprobaba un acuerdo stand-by por 50.000 millones de dólares para Argentina, el mayor de la historia del organismo.
Sin embargo, de ese total, Argentina recibió 44.000 millones de dólares, el programa se discontinuó con la salida de Macri de la presidencia.
2022: el último Gobierno peronista
A principios de marzo de 2022, con un breve discurso el presidente Alberto Fernández, anunció que “el gobierno de la Argentina ha llegado a un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional” para pagar el préstamo de 44 mil millones de dólares asumido durante el gobierno anterior. El nuevo programa financiaba los vencimientos y establecía un nuevo esquema de devolución, con un plazo de 10 años.
En julio de 2023, ya con Sergio Massa como ministro de Economía y candidato a la presidencia por parte del oficialismo, el FMI y Argentina cerraron un nuevo acuerdo por 7.500 millones de dólares. El dinero llegaría en agosto, dos meses antes de las elecciones generales.
2024: la era Milei
El martes 11 de junio, Luis Caputo, el ministro de Economía del nuevo gobierno de Milei anunció que “desde el jueves vamos a negociar un nuevo programa con el FMI y esperemos que llegue nueva plata”. Dos días después se conoció la noticia de que el directorio del FMI aprobó el desembolso de 800 millones de dólares.
El presidente Milei y la directora del FMI, Kristalina Georgieva en el encuentro del G7. Crédito: Reuters.
Milei sobrecumplió todas las metas en el primer trimestre de 2024 y, con nuevo préstamo en mano, parece iniciarse un nuevo capítulo en la relación con el FMI.
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