Javier Milei se convirtió en el tercer presidente que en los últimos 35 años en visitar Wall Street y tocar la campana, acto tradicional para abrir las operaciones bursátiles en Nueva York.
Javier Milei se convirtió en el tercer presidente que en los últimos 35 años en visitar Wall Street y tocar la campana, acto tradicional para abrir las operaciones bursátiles en Nueva York.
Antes del actual presidente, hicieron lo propio ante los corredores de bolsa, Néstor Kirchner (2006) y Carlos Menem (1989).
A fines de septiembre de 1989, Carlos Menem dijo presente en Wall Street para el mítico acto de apertura.
Al abandonar el edificio, el presidente argentino de aquel momento dialogó con periodistas argentinos que cubrían la gira.
"Mucha amabilidad por parte del presidente de la Bolsa, hemos hecho una experiencia y previamente tuvimos una reunión de trabajo con gente muy importante del ámbito de las empresas y finanzas", dijo Menem.
"Hay interés concreto por la República Argentina", agregó. Y dijo: "Argentina en este momento se está convirtiendo en uno de los países con excelentes posibilidades, con un gran futuro en tanto y cuanto los argentinos comprendamos la necesidad de un sacrificio un poco extendido de unos tres años".
17 después, el presidente Néstor Kirchner junto a su esposa y senadora, Cristina Fernández, también visitaron las instalaciones de Wall Street.
Las crónicas de la época marcan que "cumplió su mayor acto de fe capitalista en el centro mismo del poder financiero mundial", como lo describió La Nación.
"La reunión no podía extenderse mucho más: a las 9.30, sin un segundo de dilación, Kirchner debía apretar el botón que acciona la campana de inicio de las operaciones", contó el artículo.
"Primero, el Presidente y su esposa, Cristina Kirchner, cumplieron el protocolo oficial de firmar el libro de visitas. Y se fueron directo al recinto: miles de señores trajeados esperaban agazapados el sonido de largada, hecho un murmullo ensordecedor", agregó la crónica.
La misma nota, explicó que "durante algo más de una hora, había afirmado allí, en una sala reservada y ante siete grandes empresarios norteamericanos con intereses en la Argentina, que el país ofrece "reglas claras" para invertir y que su gobierno "no va a abandonar la estabilidad, la previsibilidad, el superávit fiscal y el desendeudamiento".
Así las cosas la crónica reconstruyó parte de lo dicho por Kirchner ante los anfitriones. "Elegimos el camino de la sustentabilidad. Agradezco el gesto del mercado de invitarnos aquí. La Argentina está volviendo al lugar del que nunca debió haber salido".
Uno de los funcionarios que acompañó a Kirchner fue el por entonces ministro de Planificación, Julio De Vido:"El Presidente dio un discurso sólido y de aliento a las inversiones. Mostró un panorama de previsibilidad hacia el futuro", dijo.
En la oportunidad, el presidente justicialista mantuvo sendas reuniones con empresarios. Explicó la baja de la exposición de la deuda, la tasa de crecimiento, el nivel de reservas recuperado tras el pago al Fondo, los niveles de inversión energética (negación de la crisis tácita) Llegó un momento que el CEO de Oxy, Ray Irani, le dijo, con una sonrisa: "Presidente, ya no puedo tomar nota. Sería estupendo que nos mandaran esos datos por escrito".
Kirchner habló durante 10 minutos y después cada una de las siete empresas de Estados Unidos relató el estado de sus proyectos en la Argentina. El que más entusiasma al Gobierno es el de Oxy, que prometió duplicar su producción de petróleo en la Argentina.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.