Otra perlita que dejó la visita de Massa a Santa Fe fue el tremendo calor, auténticamente santafesino, que sorprendió a la comitiva bonaerense. Tanto en Rafaela como en el Parque Industrial, los encuentros con los empresarios fueron en galpones sin aire acondicionado. El implacable sol del litoral empezó a trabajar sobre los techos de zinc, transformando el aire del lugar en una especie de horno. Calor, humedad, mosquitos y ahorro energético, todo en su solo combo que obligó al candidato a presidente a sacarse el saco y a reclamar agua para hidratarse.