Luego de idas y vueltas, el gobierno nacional coronó en la medianoche del jueves una reforma en el articulado de la Ley Ómnibus, que derivó en una serie de modificaciones en el texto original.
La petrolera estatal no podrá ser privatizada por el gobierno de Milei, según el acuerdo al que se arribó para poder aprobar la ley ómnibus.
Luego de idas y vueltas, el gobierno nacional coronó en la medianoche del jueves una reforma en el articulado de la Ley Ómnibus, que derivó en una serie de modificaciones en el texto original.
Tras una intensa negociación con la oposición dialoguista del Congreso, el Ejecutivo aceptó no incluir a la petrolera YPF entre las más de cuarenta compañías que en principio podían ser privatizadas.
La exclusión de la petrolera de este punto fue una de las condiciones impuestas por legisladores del radicalismo, el PRO y Consenso Federal para levantar la mano el jueves próximo durante la sesión.
Los encuentros se sucedieron en el despacho del presidente de la Cámara, Martín Menem, y participaron el ministro del Interior Guillermo Francos, y Santiago Caputo, figura muy allegada al presidente Javier Milei, que se encontraba de regreso desde Davos.
Las consideraciones sobre YPF que los diputados trasladaron al gobierno es que, a partir de Vaca Muerta, la empresa aumentará significativamente en su valor en los próximos cinco años y que, además, la petrolera ya se privatizó "y no salió bien".
Finalmente, tras las negociaciones y al regreso del mandatario, el Ejecutivo decidió presentar un nuevo texto con modificaciones en el mega proyecto de ley, entre los que se encontró la exclusión de la petrolera nacional del listado de empresas públicas a privatizar.
Por otra parte, este viernes la provincia de Santa Cruz anunció un acuerdo con YPF para que le sea devuelta la explotación de los pozos petrolera tradicionales que están en mano de la compañía con mayoría estatal.
El gobernador santacruceño Claudio Vidal podrá así disponer de los yacimientos convencionales ubicados sobre la franja norte del territorio provincial.
En un hecho sin antecedentes, Santa Cruz es la primera provincia en obtener la reversión de áreas convencionales de petróleo, relegadas por la operadora estatal, que tiene sus ojos puestos en el Shale de Vaca Muerta.
El acuerdo se selló en una reunión en la que participaron, además de Vidal, el presidente de YPF, Horacio Marín, el ministro de Energía de Santa Cruz, Jaime Álvarez, el vicepresidente de Asuntos Públicos, Lisandro Deleonardis; y el gerente de Relaciones Laborales de la firma, Marcelo Aldeco.
Vidal explicó que “se trata de las áreas de YPF –algunas de ellas sin inversión-, con notables pérdidas de producción en los últimos años. Como consecuencia de ello, muchas empresas pymes dejaron de funcionar, otras enfrentan la reducción de sus contratos, y la sociedad absorbe la pérdida del movimiento económico regional”.
De este modo, los yacimientos de Barranca Yankowsky, Cañadon de la Escondida-Las Heras, Cañadon León-Meseta Espinosa, Cañadon Vasco, Cañadon Yatel, Cerro Piedra-Cerro Guadal Norte, El Guadal-Lomas del Cuy, Los Monos, Los Perales-Las Mesetas y Pico Truncado-El Cordón; pasan a manos de la provincia, que podrá decidir sobre sus destinos y términos de explotación.
El mandatario santacruceño busca reactivar esas áreas “para sostener y generar una mayor cantidad de empleo genuino en el sector privado, además de incrementar la producción para obtener mayores regalías; y así afrontar con éxito el alto gasto público que tiene hoy la provincia en materia de salud, educación y salarios estatales”.