El procurador General del Tesoro y dirigente de estrecho vínculo con Cristina Kirchner, Carlos Zannini, defendió haber recibido la vacuna contra el coronavirus bajo la figura de “personal de salud”, aseguró que su único arrepentimiento es “no haberse sacado una foto” y planteó una polémica intepretación sobre lo que ocurrió con otro de los supuestos “vacunados VIP”, el periodista Horacio Verbitsky.
En el marco de la causa que derivó en la salida del ministro de Salud, Ginés González García, Zannini dijo en una entrevista que no se arrepiente “porque estaba en las condiciones legales para poder vacunarme”.
Tenés que leerLa modelo de 24 años, Antonella Delmonte, recibió la primera dosis de la Sputnik V“El 20 de diciembre surge la resolución 2883, yo acudo a la autoridad sanitaria, porque estoy incluido como mayor de 60 años, con enfermedades prevalentes y como autoridad decisional. Se podía hacer, fui y lo hice. Me arrepiento de no haber sacado la foto en aquel momento”, justificó. Su esposa también fue inoculada contra el coronavirus y Zannini reafirmó que “no hemos cometido ninguna violación de normas”.
Pese a esos dichos, en los registros oficiales que difundieron las autoridades sanitarias nacionales tanto Zannini como su esposa recibieron la Sputnik V en el inicio del operativo y cuando muy pocos en todo el país habían accedido bajo la condición de “personal de salud”.
Tenés que leerVacunación VIP: una joven de 18 años que milita con el ministro Jorge Ferraresi recibió la dosis“Si me arrepiento de darles la oportunidad de que nos critiquen”, agregó, y recordó que le dijo a Horacio Verbitsky que estaba “equivocado”. “No tenés que actuar con culpa porque vos tenés derecho a eso, sos una personalidad que necesita ser protegida por la sociedad”, le manifestó al periodista luego del escándalo por la “vacunación VIP”. Simplificó la cuestión sosteniendo que “el problema surge por la falta de vacunas y no por quién se vacuna”.
El presidente del interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri, sostuvo que "las expresiones de Carlos Zanini justificando vacunatorios VIP son una vergüenza".
"La memoria de los 68.000 argentinos muertos en la pandemia, y de los 20.000 que murieron desde que empezaron a vacunar, no merece semejante afrenta. No tienen vergüenza, ¿hasta dónde piensan llegar?", escribió en su cuenta de Twitter.
Su par de la Coalición Cívica Mariana Zuvic también se hizo eco de los dichos de Zannini y se quejó de que "confiesan pertenecer a una casta privilegiada que como tal tiene ‘el derecho’ de apropiarse del Estado y las vacunas".
"Son amorales, exentos de culpa y remordimiento. Por lo tanto no hay valor alguno en sus dichos, sino responsabilidad penal y condena histórica en los hechos", agregó en la misma red social.
Carolina Píparo, legisladora de la provincia de Buenos Aires de Juntos por el Cambio, afirmó: "Hoy no sabés si criticar primero el inadmisible comunicado de (Felipe) Solá solidarizándose con terroristas o a Zannini diciendo que está muy bien que (Horacio) Verbitsky y él salten la cola porque deben ser ‘personalidades protegidas’. En las urnas digamos basta a esta política de la vergüenza!".
La diputada nacional del mismo espacio Graciela Ocaña difundió un comunicado en el que criticó que "para Zannini la vida de algunos argentinos vale más que la de otros", y agregó: "No siente vergüenza ni arrepentimiento por haberse vacunado de forma irregular en condición de ‘personal de salud’ y justificó la vacunación de Horacio Verbitsky de manera aberrante".
Su compañero de bancada Waldo Wolff señaló: "Zannini explica porque él y Verbitsky tienen derecho a vivir por encima de los 67.821 Argentinos que murieron y eran menos importantes que ellos".
Los cuestionamientos no sólo llegaron desde Juntos por el Cambio, ya que Gabriel Solano, legislador porteño del Frente de Izquierda, escribió en Twitter: "Zannini dice que él y Verbitsky estuvieron bien vacunados porque ‘la sociedad debe protegerlos’. Esta gente se cree que cumple una función social superior a la de un chofer de colectivos, un docente o un repositor de un supermercado. Se sienten parte de una aristocracia".