Por Juan Franco
El gerente técnico de la Cooperativa de Electricidad de Venado Tuerto aseguró que el extenso corte de energía del último lunes se hubiera evitado con la línea de alta tensión de Mendoza a Buenos Aires; recordó que la situación del sur santafesino depende exclusivamente de la energía que capta la EPE en Rosario y aclaró que la CEVT no tiene la obligación de generar energía.
Por Juan Franco
Este lunes 27, el sur sur santafesino, en un tórrido atardecer, se quedaba sin energía eléctrica. En principio, los vecinos lo tomaron con calma. Se creía que el servicio, como otras veces en estas épocas de muy alto consumo, se reanudaría en cuestión de minutos. Pero esta vez no fue así. Redes sociales y whatsapp viralizaban las novedades minuto a minuto, siendo en este caso de gran ayuda para la Cooperativa Eléctrica de Venado Tuerto, que enseguida deslindó responsabilidades y dio precisiones sobre el incendio de proporciones en la estación transformadora de la Empresa Provincial de la Energía (EPE), en Casilda, que ocasionó la interrupción del suministro desde dicha localidad hasta el extremo más austral del departamento General López, en Rufino.
Sin dudas, la interrupción del suministro a través de esa línea podría repetirse por sobrecargas de tensión, falla de materiales, falta de mantenimiento y hasta sabotajes. Aunque podrían evitarse las consecuencias tan dañinas para esta región central del país si se hubiera llevado a cabo una obra estratégica, como la construcción de la línea extra de alta tensión en 500 kV, entre la estación transformadora Río Diamante, en Mendoza, y la estación transformadora Coronel Charlone, en el partido bonaerense de General Villegas.
Desde hace más de una década, este proyecto que contempla 487 kilómetros de línea de 500kV y 422 kilómetros de líneas de 132kV, estuvo varias veces cerca de iniciarse; la última, en noviembre de 2019, cuando el Gobierno nacional postergó por quinta vez la licitación del primer proyecto de Participación Pública y Privada (PPP) para el sector eléctrico, ante la falta de financiamiento a partir de la crisis financiera desatada en mayo de 2018.
Río Diamante-Charlone era el primer tramo de una serie de ampliaciones a la red de transmisión eléctrica que tenía como objetivo la construcción de más de 3 mil kilómetros de líneas de alta tensión. Y se había planificado la obra con un plazo de construcción de tres años. Luego, apenas asumidas las nuevas autoridades de la Secretaría de Energía de la Nación, prometieron revisar los proyectos en carpeta, pero dos años más tarde, aún no hay buenas noticias. Por el contrario, las novedades adquieren forma de apagón, como el último lunes, que habría pasado desapercibido para una amplia región si prosperaba dicha obra de infraestructura.
Diamante a Charlone
Por eso, cuando se consultó desde Sur24 al gerente técnico de la Cooperativa Eléctrica de Venado Tuerto, Alberto Corradini, éste aprovechó para recordar que una región tan importante, en lo poblacional y lo productivo, debe tener su reaseguro energético en dicha línea desde Río Diamante. “En el sur santafesino dependemos de la energía que la Empresa Provincial de la Energía (EPE) toma del Sistema Interconectado Nacional en Rosario y se transporta mediante una línea 132 kV. Como es una línea radial, cuando hay un fallo, el suministro se interrumpe en todas esas localidades. Por eso venimos insistiendo desde hace más de 12 años en la necesidad de activar una línea alternativa, como lo es la de alta tensión de 500 kilovoltios (kV), desde el río Diamante hasta Ezeiza, y en un punto estratégico, que es la localidad de Charlone, en el noroeste bonaerense, montar una estación transformadora (500 kV a 132), que daría solución a estas fragilidades en Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y La Pampa. Automáticamente, cuando hay una falla en una línea, entra en acción la alternativa”, simplificó Corradini, quien aclaró que el proyecto ya está resuelto técnicamente, aunque siempre resulta postergado por la aparición de otras prioridades. “En 2008 visitamos la Secretaría de Energía de la Nación, y este proyecto ya existía, incluso con el cálculo de costos, y los funcionarios nacionales reconocían la necesidad de apurar la obra por la importancia que adquiría para varias provincias”, recordó Corradini.
Generación propia
Sin una línea de abastecimiento alternativo, la otra opción es la generación propia de energía, pero en este aspecto el gerente de la CEVT aclaró que “el contrato de concesión con la Municipalidad nos obliga a cumplir con el servicio de distribución, pero no con la generación. Tanto la provisión de la energía, como el transporte desde los puntos de generación hasta los centros de consumo, son responsabilidad de la Nación, en tanto que la Provincia, a través de los sistemas de distribución troncal, debe llevar la energía hasta los distintos distribuidores”.
Más adelante, admitió que “durante muchos años la Cooperativa generó energía en la Usina, en los tiempos donde no había Sistema Interconectado, y luego lo siguió haciendo ante la fragilidad de este sistema radial, pero nunca fue una obligación. Además, la central generadora propia de Edison y Maipú debió desactivarse en cumplimiento de nuevas legislaciones ambientales. En consecuencia -prosiguió-, en 2008, para compensar esa situación, la empresa cedió en comodato un terreno en el Parque Industrial para instalar una planta que ya en su momento tenía una potencia instalada de 18 megavatios (MW) y la demanda máxima superaba los 30 MW, es decir que en caso de un corte en horario pico, y en un día de semana, no alcanzaba para abastecer ni siquiera a Venado Tuerto, aunque, por supuesto, con cortes rotativos, se podía atenuar el déficit. Sin embargo, tres años atrás, la empresa Seco, de un día para el otro, nos comunicó que ya nos le interesaba operar esa central generadora, que luego pasó a manos de la Nación, por lo que desde ese momento la Cooperativa ya no tiene más nada que ver, ni con la provisión de mano de obra, ni tampoco con las decisiones operativas”.
“Hoy, lo que se genera es dispuesto por la Nación, con un máximo de 17 MW, en tanto que sólo en Venado Tuerto la demanda ya supera los 50 MW. En cambio, la Cooperativa Eléctrica dispone de pequeños grupos móviles, con los cuales hubo cierta confusión este lunes 27, porque en un momento nos decían que todo se normalizaría en media hora o una hora, y en tal caso no tenía sentido ese despliegue. De todos modos se dispusieron estos equipos en distintos puntos de la ciudad y se hizo lo que se pudo en esas circunstancias, con un trabajo titánico de los trabajadores de la Cooperativa”. Y agregó que cuando se empezó a generar, a las dos horas del corte, había apenas 7 MW, una producción muy escasa, y “tratamos de distribuir esa energía lo mejor posible, aunque por supuesto que generaba el disgusto del asociado que seguía sin luz mientras el vecino de enfrente ya tenía el servicio disponible”.