“Esta obra no solo garantiza una mayor conectividad entre las rutas, sino que también representa un avance para el sector productivo y el desarrollo económico de la región”, resaltó el intendente, Gonzalo Braidot, al referirse a la iniciativa que contempla la construcción de un camino de ripio de más de seis kilómetros que unirá de manera eficiente dos rutas claves en el distrito: la Ruta Nacional 11 y la Ruta Provincial 31.
El Gobierno de Avellaneda, a través del programa de financiamiento “Caminos Productivos” que impulsa por el Ministerio de Desarrollo Productivo del Gobierno de la provincia, está llevando a cabo una obra de infraestructura que mejorará la conectividad entre Avellaneda y Guadalupe Norte con el objetivo de mejorar la transitabilidad de los caminos que conectan las zonas rurales con rutas.
Cabe destacar que la inversión en materiales es de 260 millones de pesos. Por su parte, el municipio costea el equipamiento, la mano de obra y el combustible para la concreción de la obra.
“Este camino tiene una importancia estratégica para la región ya que facilitará el acceso a las zonas de ganadería y permitirá una salida más eficiente de la producción. Además, reducirá significativamente los tiempos de viaje al evitar la necesidad de dar toda la vuelta por la Ruta 31”, destacó el secretario de Producción y Desarrollo, Gustavo Vénica.
Su parte, Diego Gallard, de la cartera de Servicios Públicos, detalló que se están realizando los movimientos de suelo preliminares para la creación de la base del camino y el recambio de las tuberías para la instalación del sistema hídrico. Luego, se procederá a la colocación de la piedra.