Por Jorge Pavia
A finales de mayo, el Gobierno Nacional promulgó la ley para generar un marco regulatorio de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial. Santa Fe es pionera en esa materia y en 2021 presentó el primer lote de aceite de cannabis producido por un el laboratorio estatal LIF. En esta nota, profesionales médicos, abogados y farmacéuticos dan su mirada de la actualidad legal y los usos de esta planta.
Por Jorge Pavia
La noticia de la regularización de la producción y comercialización del cannabis y el cáñamo con fines medicinales e industriales fue celebrada por familiares y pacientes de que durante años lucharon para poder cultivar y acceder a ella sin ser estafados en calidad y precios.
Hoy, el cannabis medicinal es una realidad en Argentina y ya se comenzó a desandar el camino de la investigación y la producción a gran escala, que garantizará el acceso al aceite de cannabis y derivados de la planta a pacientes de variadas patologías, además de ser el punto de partida de una industria que afirman, sumará a las arcas estatales gruesos ingresos en dólares y demandará numerosos puestos de trabajo.
La promulgación de la Ley 27.669 se dio a finales de mayo y establece, a grandes rasgos, el marco regulatorio de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial, a través del Decreto 266/2022 publicado en el Boletín Oficial.
Los que se busca es brindar un marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y complementar la actual legislación, la Ley 27.350, que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis. En el caso del cáñamo industrial, apunta a legalizar los eslabones productivos, los de comercialización y sus subproductos
Además, crea la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame) que en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Productivo será "el organismo competente para reglar, controlar y emitir las autorizaciones administrativas con respecto al uso de semillas de la planta de cannabis, del cannabis y de sus productos derivados".
El Instituto Nacional de Semillas (Inase) dictará las normas complementarias que permitan la trazabilidad de los productos vegetales.
Por último, se crea el Consejo Federal para el Desarrollo de la Industria del Cáñamo y Cannabis Medicinal que estará constituido por un representante de la Nación y uno por cada provincia y la ciudad de Buenos Aires, quienes cumplirán funciones de manera honoraria.
Para conocer sobre los alcances del marco legal regulatorio que acaba de promulgar el Gobierno Nacional, la abogada venadense, Carola Regis, explicó: “Esta Ley viene a regular la producción y comercialización del cannabis y del cáñamo. La normativa abre el juego a las Pymes, y no solo a las empresas del Estado o las grandes industrias, que siempre suelen tener mayor facilidad de acceso a una licencia para poder producir, sino que también permite que puedan realizar el trámite ONGs, Pymes, Cooperativas; los grupos de personas que se dedican al cultivo del cannabis en empresas chiquitas que ahora van a poder estar presentes en el mercado interno con miras también al exterior, porque esta nueva ley permite exportar tanto materia prima como material producido”.
Además, la letrada informó que, como en toda ley, “hay un lapso de 180 días de promulgada para se termine de reglamentar. En la actualidad ya hay una normativa de cannabis, y los pacientes que quieren cultivar legalmente para sí o para una ONG tienen que estar inscriptos en el Reprocann, que es un trámite gratuito que se hace por internet; el filtro para inscribirse es el certificado médico”.
Santa Fe es una de las provincias pioneras en la investigación de los usos medicinales del cannabis. En el 2021, el Laboratorio Industrial Farmacéutico santafesino (LIF) fue el primero en producir un lote de aceite de cannabis medicinal para ser distribuido gratuitamente a través de prescripción médica (receta archivada) y bajo Plan de Gestión de Riesgo de LIF para efectuar su farmacovigilancia.
En la actualidad, el proceso sigue a paso firme y si bien "todavía no llegó oficialmente la reglamentación, creo que va a llegar como siempre a través de droguería central como todos los medicamentos, llegan a la Región de Salud y de ahí se distribuyen", expresó a El Litoral el director de la Regional de Salud, Pedro Bustos.
Además, el pediatra agregó que "en mi consultorio privado he tenido la oportunidad de recetarlo en dos o tres oportunidades en epilepsias refractarias a los politratamientos en chicos, uno de ellos con Síndrome de Down también, y con uno solo tuve una buena experiencia, mientras que los otros dieron resultado, pero hasta ahí nomás. De esto hace ya seis o siete años".
"El uso específico, como está indicado, creo que es una buena alternativa, porque estamos llegando a patologías donde hoy la medicina no tiene tantas respuestas. El cannabis es una oportunidad, pero controlado, porque la necesidad y desesperanza de algunas familias puede ser aprovechado por algunos que venden algo sin ningún control", subrayó Bustos.
Por su parte, el director del Samco Chovet, Salim Chueire, recordó a El Litoral que "desde el 2020 hay una ley que permite el uso medicinal y terapéutico del cannabis a través del Ministerio de Salud de la Nación, la Anmat, el Conicet y todos los órganos responsables que aprobaron su uso".
Coincidiendo con Bustos, para Chueire el cannabis "es una opción válida, que tiene su efectividad principalmente en dolores crónicos; también se utiliza en casos de epilepsia y algunos trastornos mentales", agregando que "una vez que agotamos opciones más tradicionales y no hay efectividad, sobre todo para dolores crónicos, podemos indicar cannabis".
"Por mi experiencia, de cada 5 pacientes a los que les indiqué cannabis, en tres fue muy efectivo y en los otros no hubo grandes resultados. Hay diferentes presentaciones, como cremas o aceites, todas con distintas especificaciones. Y es necesario diferenciar el uso terapéutico del uso recreativo, porque hay mucho prejuicio por el uso que se le da al cannabis fuera de lo estrictamente medicinal y esa es otro debate que hay que dar", agregó el médico".
En la región existen muchos usuarios del cannabis medicinal. Al no estar habilitada la venta ni la distribución, las personas que padecen alguna patología que requiera sus usos deben comprarlo en lugares clandestinos o importarlo a valores elevados y con una serie de trámites.
Consultado por El Litoral, el titular del Colegio de Farmacéuticos de Venado Tuerto, Guillermo Bangher, comentó que "en este momento, lo único que estamos autorizados a vender las farmacias son cremas con cannabis; todo lo que se venda en gotas es medicamento que no está autorizado por la Anmat, fabricados de manera casera".