En la mañana de este martes asumió el nuevo director de la Cárcel de Coronda, el Alc. Mayor Alejandro Silva, mientras que quien era el titular de la Unidad 1, Lic. Alfredo Sánchez, pasó a ser parte de la Dirección General del Servicio Penitenciario.
Son ocho los nuevos directores de cárceles y centros de detención. En realidad, la mayoría ya tiene experiencia en mando de unidades penales. Este martes el cambio se hizo en el Instituto Correccional Modelo Unidad 1 donde estuvo el director provincial del Servicio Penitenciario. “Cuando asumimos en 2020 había 1.500 presos, hoy hay 2.300”, dijo el director saliente de Coronda, Alfredo Sánchez.
En la mañana de este martes asumió el nuevo director de la Cárcel de Coronda, el Alc. Mayor Alejandro Silva, mientras que quien era el titular de la Unidad 1, Lic. Alfredo Sánchez, pasó a ser parte de la Dirección General del Servicio Penitenciario.
Silva y Sánchez habían asumido el 21 de setiembre de 2020, en plena pandemia, como subdirector y director por lo que habrá una cierta continuidad en los lineamientos dentro del penal históricamente más complicado de la provincia.
Al respecto, el Director del SP de la Provincia, Lic. Gabriel Leegstra, mencionó en Coronda que “estos cambios tienen que ver con un reordenamiento de personal y funciones que hacemos en la mayoría de las unidades. El objetivo es doble, por un lado que el personal, son alcaides mayores en su mayoría, que sigan aprendiendo, tomando experiencia con nuevos conocimientos, en distintas unidades, perfilándolos para su próxima jerarquía que será pertenecer a la plana mayor y por el otro darle ritmo con conducciones nuevas, en diferentes lugares, con mandatos distintos”.
El nuevo director de la Unidad 1, expresó que “es otra responsabilidad, si bien es una gestión que continúa en esta unidad, la responsabilidad es otra, estoy orgulloso y nos vamos a esforzar” y aclaró que “cada director tiene su impronta y métodos, vamos a seguir trabajando, pero no va a cambiar la idea del esfuerzo y el trabajo diario”.
Luego Silva reconoció que “ésta es una unidad muy grande, que tiene una población excesiva, como siempre seguiremos buscando mejorar la calidad de vida del interno, con más medidas de seguridad, todo lo que se viene haciendo es para bien de la institución”. En cuanto a la Cárcel Federal, que podría ser inaugurada en 2023, el directivo expresó: “Estamos esperando la inauguración de esa unidad, desde Coronda no son las decisiones finales las de trasladar a esos detenidos de acá hacia allá, espero que descomprima, pero no le corresponde a la unidad en sí tomar la decisión”. Recordemos que de unos 500 presos con causas federales en la provincia, 300 están en la penitenciaría corondina.
En tanto, el saliente director, Lic. Alfredo Sánchez, contó que “fueron dos años y medio estando al frente de esta institución, fue un gran orgullo, el cuerpo y la mente necesitan cambio de aire, hemos trabajado juntos con Silva y él está a la altura de las circunstancias. Estamos muy conformes por lo realizado”.
Luego puntualizó que “llevo más de 7 años como director de cárceles. Tomé la Unidad 1 en pandemia, sin visitas, lo primero que hicimos fue implementar la visita los días de semana, eso fue un acierto y continúa así, son 300 visitas diarias máximo, antes los sábados y domingos había 1.500 personas fuera como mínimo, le hicimos un gran favor a los vecinos”.
Finalmente Sánchez agregó que “en materia de seguridad, se ha tomado más personal, hay más móviles, está el sistema de escáner, hubo arreglos en pabellones, garitas, más lugares para el empleado, se está mejorando el economato” y disparó un dato muy significativo: “El 21 de setiembre de 2020 asumimos con 1.500 internos, hoy son más de 2.300. Es un problema latente pero lo tratamos de superar”.
Por otra parte, Leegstra explicó lo que se viene haciendo en materia de mejoras de seguridad: “Hay nueva tecnología para control de ingreso, eso requirió una logística y una reorganización de funciones y horarios, y metodologías para aggionarnos a eso. Paleta, body scanner, escáner de bolsos y detector de metales. Todo eso el Ministerio de Salud lo autorizó junto con la Dirección de Radiofísica”.
Sobre inquietudes en cuanto a la radiación que podría emitir esa aparatología, el funcionario aclaró: “La radiación se mide en minisilver, una persona puede soportar sin problemas hasta 200 pero los aparatos emiten un 0,25. Una persona tendría que pasar 800 veces por ahí pero en realidad en un año no llegan a las 50 y el personal a las 160 a 170 cada uno, y de hecho, el aparato personaliza los escaneos por lo cual se va sumando la radiación que esa persona específicamente vino recibiendo, está todo medido”.
Finalmente, Leegstra reflexionó sobre otras reacciones contrarias al nuevo sistema de control. “Algunos rechazos se basan en que hemos detectado infinidad de elementos que no se podían encontrar, sobre todo porque venían en las zonas íntimas de la mujer. Droga, teléfonos, partes. Eso es parte de nuestro trabajo y así está funcionando”.
Recordemos que son varios los cambios que hubo esta semana: En la Unidad 6 asumió Mauricio Miriani, que era director de Piñero; en la Unidad 11 tomó el mando Esteban Brondetta, que supo estar a cargo de la Unidad 6; Gabriela Tarnowski, dejó el mando del complejo Rosario y fue a la Dirección de Capacitación, Paola Juárez la reemplazó en el CPR. Natalia Castillo pasó a ser directora de la Unidad 4 de mujeres, Rodrigo Godoy quedó al mando de la Unidad 2 de Las Flores, Sergio Alvelo se hizo cargo de la Unidad 16 y Gisela Pasini tomó la dirección de la Alcaidía Santa Fe en cuanto a las cárceles que tuvieron modificaciones de directivos. Cabe destacar que en su gran mayoría, los flamantes directores ya tenían experiencia como tales.