Carpincho violento: apareció en el patio de una casa y atacó a un guardafauna
El episodio tuvo lugar este viernes en la localidad ubicada a 36 kilómetros de Venado Tuerto. Por motivos que se desconocen, apareció en el casco urbano. El hombre herido se recupera en su casa.
Carpincho violento: apareció en el patio de una casa y atacó a un guardafauna
Un hecho poco usual tuvo lugar este viernes en la localidad de Elortondo, al sur de la provincia, cuando una carpincho hembra de gran tamaño apareció en el patio de una vivienda. La dueña de la casa ubicada en Pellegrini y Mitre (Barrio La Palmera), pidió asistencia al personal de Bomberos Voluntarios de esa comunidad, a los que luego se sumó un guardafauna de Melincué (pueblo vecino) y un veterinario local.
Lo llamativo, fue que en la dinámica de la captura para no dañar al animal y por el instinto de la “carpincha” de querer escapar, mordió al guarda fauna Eduardo Olmedo a la altura de la panza, razón por la cual fue rápidamente socorrido y atendido por los bomberos. De todos modos, pudieron controlarla, sacarla de la casa en buenas condiciones y restituirla a un lugar para preservarla.
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Foto: Gentileza
Olmedo contó que en estos momentos se encuentra en cama realizando reposo por orden médica, “tratando de zafar de las heridas”, dijo. “El animal se sintió acorralado. Había gente y perros. Yo sabía que algo iba a pasar y soy consciente que muerden. Pasó adelante nuestro, pegó el salto y se prendió”.
El guardafauna señaló que el ejemplar es hembra y que pesa alrededor de 70 kilos. Asegura que en ese momento no recuerda cómo se la quitaron de encima y que es la primera vez que le pasa.
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“La herida más profunda no llega al centímetro por eso no fueron necesarios los puntos. De todos modos, yo no lo voy a culpar al bicho”, agregó. Luego del ataque, la capibara fue controlada y sedada por el veterinario Norberto Casacchia. “Ahora está en una reserva privada de Melincué y a salvo. Por eso fue necesario dormirla para poder hacer el traslado de un pueblo a otro”, sostuvo.
Y aclaró: “Los carpinchos nadan y caminan distancias infinitas. O por alimento o porque se sienten amenazados. Es la única explicación que encuentro. Es raro que busquen comida en el pueblo. Hay verde en la zona y este no era tan malo si te acercabas. Solo reaccionó mal. Pero un animal arisco de este tamaño, si se enoja te ‘rompe una pared’”, manifestó.
Asimismo, remarcó que en la reserva protegida de la laguna de Melincué donde trabaja, no hay ejemplares de carpinchos en cautiverio. “Solo hay salvajes”, cerró.