El Hospital que funciona en la Facultad de Ciencias Veterinarias de Casilda -Departamento Caseros-, brindará un nuevo servicio de atención veterinaria para animales silvestres del sur de la provincia.
El Hospital que funciona en la Facultad de Ciencias Veterinarias de Casilda -Departamento Caseros-, brindará un nuevo servicio de atención veterinaria para animales silvestres del sur de la provincia.
Esto surge a raíz de un convenio que fue suscripto entre funcionarios del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la provincia y autoridades de la Universidad Nacional de Rosario. En ese encuentro se estableció un acuerdo de cooperación para el reacondicionamiento y equipamiento de las instalaciones del Hospital Escuela de Grandes y Pequeños Animales. “Atenderemos a aquellos animales silvestres que sean hallados en la vía pública o provengan del tráfico ilegal. En primera instancia, brindaremos la revisión clínica y la atención primaria. Finalmente se derivará la especie a los centros que disponga el ministerio”, explicó Mariano Gárate, Decano de la Facultad de Veterinarias.
Actualmente la provincia cuenta con centro habilitado para la recepción y rehabilitación de animales silvestres en el predio “Granja la Esmeralda” de la ciudad de Santa Fe, y también dispone de un centro de tránsito llamado “Sede Rivera”, ubicado en la ciudad de Rosario.
Hasta el momento el aporte del gobierno provincial es de 1.370.000 pesos. En tanto, el próximo año el organismo estatal realizará otro desembolso del mismo monto, pero destinado a la segunda etapa del proyecto que se basa en la construcción de un centro de rehabilitación. “Vamos a disponer de un lugar específico a partir de la ayuda financiera de la provincia”, cerró Gárate.
En esta primera etapa del proyecto sólo se brindará asistencia médica a las especies silvestres, pero luego en la etapa final se concretará la edificación del centro de rehabilitación para esos animales.
En el cónclave estuvieron presentes: la ministra de Ambiente y Cambio Climático, Erika Gonnet, el rector de la UNR, Franco Bartolacci y el decano de la Facultad de Veterinarias, Mariano Gárate.
La Ley nacional de conservación de la fauna (Ley 22.421) prohíbe la captura, traslado, comercio y tenencia de animales silvestres, sus productos y subproductos. Sin embargo, el delito crece día a día en nuestro país.
Según el Fondo Mundial para la Naturaleza, el tráfico de animales es el tercer negocio ilegal más redituable del mundo, luego del tráfico de drogas y armas. Una práctica clandestina que genera alrededor de 180 millones de dólares por año y en la que solo uno de cada diez animales comercializados sobrevive.
Más de 100 especies de aves, 20 de reptiles y 15 de mamíferos de nuestro país son afectados por el tráfico de fauna.
Los compradores principalmente son coleccionistas (empresarios, personas comunes y traficantes) con el solo fin de tener los ejemplares para sí o bien para criar y poder vender, dada la demanda de algunas especies.