El cierre de Falabella no es cualquier cierre para Rosario. La firma de capitales chilenos está hasta su despedida definitiva en el antiguo emplazamiento de la tienda La Favorita. Esta fue una firma que al estilo de las galerías Lafayette en París y El Corte Inglés en Madrid se convirtió en una marca registrada y un símbolo del centro de la ciudad. La compañía transandina que comenzó a operar allí en 1994 respetó el espíritu de esta clase de negocios y también su arquitectura por dentro. Desde hace meses ya se sabía que Falabella iba a retirarse de ese inmueble inmenso. Este martes llegó la confirmación temida. Una noticia que afecta a más de 100 familias que trabajan allí.
Ricardo Diab, presidente de la Asociación Empresaria de Rosario, habló con El Litoral sobre las consecuencias de esta bajada de persianas: “Implica un golpe duro. Fundamentalmente al centro porque Falabella era un punto de atracción de gente hacia la zona céntrica que derramaba clientes hacia otros negocios. Por un lado, está la cuestión humana que es el personal desafectado. Hay que reinsertar la gente que se queda sin trabajo. En lo económico, lo que impacta en la provincia y en la ciudad por los aportes”. “El centro necesitaba ser más atractivo. Esto viene a dar un golpe duro porque hay que modificar estrategias para que el centro no comience a desaparecer como ocurre muchas veces en otras partes del mundo”, añadió Diab.
Al margen de la preservación del edificio histórico de esa esquina hay otros aspectos a tener en cuenta. “Hay que reactivar su economía. En estos días vamos a reunirnos con distintos actores para aportar ideas porque es muy difícil que aparezca un empresario internacional para poner un local ahí solo. En plena época de pandemia, ninguno puede hacer un proyecto rentable a corto plazo”, comentó.